lunes, 8 de enero de 2018

Black Mirror y el problema de "descargar" nuestra conciencia en ordenadores

La serie Black Mirror en diversos capítulos presenta la idea de poder "descargar" nuestra conciencia en ordenadores y con ello poder "habitar" nuevos mundos (como en el capítulo de San Junipero) o poder simular resultados de interacciones con otros seres (como en el capítulo de Hang the DJ). En realidad la tecnología para llegar a ello combina dos técnicas: 1) de estimular ciertas secciones del cerebro que harían que se produzca sensaciones o imágenes como si realmente viviéramos la experiencia; y 2) hacer un mapa completo de nuestro pensamiento y como tienen un correlato en los impulsos eléctricos de nuestras neuronas, estos pensamientos se podrían escribir en códigos binarios y luego se reproducidos por computadoras que trabajan con dichos códigos. Esta tecnología ya se viene explorando en la actualidad (aunque de manera muy incipiente) y se basa en estudiar qué área del cerebro (y su composición en conexiones neuronales con impulsos eléctricos) se "enciende" con cada concepto, sensación, sentir, etc (Michio Kaku, el futuro de nuestra mente). Es decir, toda esta tecnología se basa en la suposición de que la conciencia solo se encuentra en el cerebro y que por poder reducirse a impulsos eléctricos (por tanto, códigos binarios; es decir, información), el receptor (en nuestro caso, nuestro cuerpo conectado con el cerebro) no es importante (por tanto, podría ponerse en un receptor de silicio y seguiría funcionando si es que este receptor tiene la capacidad de ejecutar los códigos). En este post pienso cuestionar esta suposición (lo erróneo de esta concepción de la conciencia) y por tanto, mostrar la problemática de desarrollar esta tecnología. Los problemas son los siguientes:


1. La constitución intersubjetiva de nuestra conciencia 
La autoconciencia esta constituida por la relación con los otros: Por un lado, los recursos de nuestras conciencia (como el lenguaje) están constituidos por un horizonte compartidos con otros. Pero por otro lado, nuestra capacidad de metacognición, el poder ser autoconscientes o tener “estados mentales acerca de los estados mentales” (Quintanilla en Inclusiones y desarrollo humano: relaciones, agencia, poder, p. 130) se construye narrativamente, en diálogo con otros, puesto que, según Gamio (ibíd.:119) se interpreta la propia narración a partir de un trasfondo compartido con otros. Sin esta relación con los otros, la propia narración pierde sentido. La propia coherencia de nuestras acciones la constituimos en comparación con lo que hacen otros a partir de nuestra capacidad de meta-representación o de representar los estados mentales de otros. Es decir, la conciencia no solo se sitúa en el cerebro si no está en la relación con los otros desde nuestra propia narración. La idea de "descargar" nuestra conciencia presupone que es una entidad que no se encuentra en relación y ello es equivoco. 

Ahora podría haber una variación haciendo que está la conciencia se relacione con otras conciencias en la red (aplicando  machine learning o aprendizaje de las maquinas) para emular esta intersubjetividad. Pero la relación con los otros no solo esta mediada por el intercambio neutral de información sino por nuestra emocionalidad y corporalidad y eso no puede ser imitado del todo por los ordenadores. 

2. La "corporalidad" de nuestra conciencia

Antonio Damasio (en El Error de Descartes) señala que hay una unidad entre nuestros mente, cuerpo y emociones. Por ejemplo, para evaluar opciones, usamos marcadores somáticos o reacciones de nuestro propio cuerpo. No puede haber una conciencia sin cuerpo; o mejor dicho, sería una conciencia completamente distinta. Por tanto, la evolución de la conciencia que sería descargada en el ordenador sería distinta a nuestra conciencia encarnada. No seríamos nosotros. Simular esta corporalidad que interactúa con el entorno no se podría dar porque esta interacción esta mediada por la indeterminación y las maquinas no pueden producir ello por su propia naturaleza algorítmica. 


3. La naturaleza no algorítmica de la mente
Si descargáramos nuestra conciencia, esta funcionaría en un ordenador (regida bajo los mismos principios que la inteligencia artificial). Por tanto, operaría según algoritmos (un algoritmo es un conjunto de instrucciones para resolver un problema o un conjunto de pasos a seguir). Roger Penrose (en la Mente del Emperador) señala que la mente humana tiene operaciones no algorítmicas, y por ejemplo, sería lo que nos permitiría captar ciertas verdades matemáticas cuando los algoritmos no podrían (tal como lo demuestra el teorema de la incompletud de Godel).  Por tanto, la conciencia descargada solo podría funcionar de forma algorítmica y sería una conciencia incompleta en relación a la nuestra.

4. El desarrollo de la conciencia.  
¿Si pudieras mejorar tu capacidad de calculo, lo harías? Muy probablemente si. Nuestra conciencia busca desarrollar sus potencialidades. Si "descargaramos" nuestra conciencia, seguramente si funcionará como siempre, al tener nuevos "poderes" por hallarse conectado con una red infinita de información y con mucho potencial de procesamiento de al misma, buscaría expandirse. Por tanto, la evolución que terminaría teniendo sería muy distinta a nuestra conciencia natural. Y si se acota, para que esta conciencia no busque desarrollarse así, no tendría los mismos anhelos que tenemos los humanos, por tanto, no seríamos nosotros. 

Conclusión
La idea de descargar nuestra conciencia se basa en una idea errónea de la naturaleza de la misma. Tampoco podrían ser replicas de nuestra propia conciencia porque su evolución en el tiempo sería distinta a la nuestra y por lo tanto, tendría un poder de simulación limitado (que es lo que se propone por ejemplo en el capítulo Hang the DJ). Descrifrar nuestro pensar y correlacionar con códigos binarios para luego reproducirlos en ordenadores con mayor capacidad de procesamiento de la información puede ser una herramienta muy útil para distintos fines pero no podrá reemplazar nuestra conciencia encarnada y intersubjetivamente constituida.