jueves, 21 de abril de 2011

Descansa en paz posmodernidad 2

Sobre "Hacia el nuevo Ser"
Otra vez, usando la física, descubrimos que el espacio no está vacío sino lleno de "energía". Esta energía se define como perteneciente al espacio-tiempo. El porqué no queda claro en el artículo. Podríamos decir que junto con la energía negativa implícita en el espacio-tiempo (la energía de la gravedad, que habla Stephen Hawkings), el tejido espacio-temporal podría también tener energía positiva (la del vacío) y en total no tendría energía (por tanto, no contenido, manteniendosé así la característica de "Forma" que Kant plantea). El hecho de que supuestamente coexistan dos polos de energía en un mismo objeto no es contradictorio, porque se podría decir que en realidad la energía de ese objeto es cero, pero que se puede dividir en + y -.

Resolvemos así el problema de la sensibilidad de la teoría kantiana. Hablar de la sensibilidad y lo sentidos es hablar de algo que hemos conocido por el espacio y tiempo. ¿Cómo podemos hablar de que recibimos información a través de ellos y esa información nuestro cerebro la amoldea y vemos así la realidad, si es que nuestros sentidos son parte de esa realidad ya amoldeada? No habia forma de resolverlo desde el mismo Kant. Pero podríamos decir, según lo expuesto en el párrafo anterior, que no se necesite que se de materia para construir el mundo, basta solo con la forma.

Podemos así construir el mundo desde cero, desde el espacio y tiempo como formas y no materia. Imaginemos una región del espacio que "crea" materia (equivalencia con la energía). Esa región tendría +1 al parecer. Pero como es materia, entonces tiene gravedad y por ende, habría energía -1. Se suman los dos y el resultado es que en total no habría energía, pero si habría mundo. El mundo surge de la "nada" (energía 0) pero la nada es algo (energía del vacío + curvatura del espacio-tiempo, gravedad). La forma es la nada, solamente que tiene dos características que le dan aparente materialidad, pero en totalidad sigue siendo forma.

Ahora bien, nuestro universo surge no de la nada absoluta sino como siempre tiene que existir energía del vacío, surge de esa espuma cuántica. Sin en lo absoluta suma cero(es como si "percibieramos" el universo en su totalidad) en lo relativo no tiene porque hacerlo y es más no puede hacerlo (porque sino no habría cambio y que solo se da con tiempo y el tiempo solo se manifiesta con algo en él)

Lo interesante al hablar del tiempo y el espacio como forma, decimos que están fuera de la experiencia pero permiten que se dé (sin ellos, necesariamente no habría experencia). Ahora, no solo permitirían el mundo (que es el que vemos por la experiencia) sino serían el mundo. El mundo como espacio-tiempo y ley de causalidad sería necesario. Podríamos responder incluso a la pregunta de porqué hay algo en lugar de nada, de Leibniz, diciendo que hay algo porque necesariamente tiene que haber algo. Otra verdad absoluta.





Descansa en paz posmodernidad 1.

En los últimos cuatro artículos, a mi parecer, se ha avanzado bastante con la meta de poder derrotar a la posmodernidad, aquel edificio que se cae cuando a si mismo se levanta; pero quizás ha sido muy veloz el avance y lenta la comprensión, por eso creo que es conveniente volver sobre sí para poder explicar, revisar y reflexionar.

Probamos que en el mundo que conocemos (el que se nos presenta a los sentidos) tiene que haber necesariamente la ley "todo lo que sucede tiene una causa". Además vimos que la sucesión o cambio se da en un tiempo mínimo (10 a la menos 43 segundos, según la física) para evitar el problema del tiempo que puede ser dividido indeterminadamente (diría infinitamente, pero eso es afirmar que puede conocer la totalidad del tiempo cuando no es así). Este es un problema porque de alguna manera no se podría decir que algo sucede, pues antes habrían pasado infinitos sucesos, es más, no podría suceder.
Además vimos que el principio de no contradicción es un principio práctico pero no absoluto por la imposibilidad de conocer todo el no-ser de cada objeto. (falla así la dialéctica hegeliana y la doctrina del fluir de Heráclito tal como lo planteaban). Definir lo que un objeto es, es imposible. Solo podríamos decir que es algo (que existe en caso de que lo percibimos, aunque hay diferentes formas de existir)
Por último vimos que en todo suceder si hay cambio por el principio de incertidumbre de la mécanica cuántica (siempre tiene que haber movimiento). Entonces el suceder-cambio se tiene que dar necesariamente en una relación del tiempo con el espacio. Aunque podríamos agregar (usando el tiempo mínimo del suceder), que también el suceder se da la realización procesos a nivel subatómico (que igual se dan en el espacio-tiempo). Otra vez, siempre hay cambio.

Lo interesante sobre este artículo son dos cosas: Demostramos una verdad necesaria: "Todo lo que lo que sucede tiene algo que lo antecede y que es distinto de este (cambio)". La fórmula ya fue expresada por Kant, al decirnos que si vienen todo la experencia es contigente (que puede ser de otra manera), lo necesario o apodíctico (que es así y no puede ser de otra manera) se encuentra fuera de la experiencia y que permite que esta se de (si no fuera así, no habría experiencia tal y como es)
Lo segundo es que la filosofía y la física (con sus errores y limitaciones) son inseparables si es que queremos descubrir el mundo y explicarlo.





martes, 12 de abril de 2011

El ser se desvela ocultándose

¿Verso poética o la realidad es poesía, aquella cuyo significado se revela a través de símbolos, que solo nos permiten una interpretación, más no una verdad única?

El ser, tal y como lo percibimos, es poesía, es interpretación: Solo descubrimos una parte de su esencia, la parte de la que nuestras estructuras mentales nos permite o quiere ver. ¿Podemos descender al caos primordial, más allá de lo que nuestros sentidos nos da, para encontrar ese mundo no humano?

El Ser como Forma es un intento que busca justificarse como ello. ¿Cómo lo hizo? A través de la reflexión. No es que nuestro mente tenga acceso a algo distinto que nuestros sentidos, pero si puede volver sobre ellos, para entender lo dado. Desciende a ese mar de impresiones, vuelve sobre la experiencia (que en cuanto actos pasados puede traer recuerdos "prácticos") y se pregunta el porqué, en esa búsqueda de sentido que es muestra de nuestra necesidad epistemólogica-moral de comprender todo. El hombre descubre las cadenas de la necesidad, de lo apodíctico, como la salvación o el suelo eterno donde asentar su voluntad de conocimiento.

El profeta del presente descubre que lo que anuncia es la Nada. El Ser es la Nada, el vacío. No buscar ser una frase más de interpretación de sentido, sino una frase ontológica. Sin energía, no hay masa (principio de equivalencia de Einstein) ni materia (en un mundo con energía cero, no puede crearse materia, pues la creación es una acción y toda acción requiere energía). Solo existe la Nada, lo vacío.

Todo proviene de la Nada, todo es la Nada, toda va ser la Nada. La Nada crea sin dejar de ser Nada. La Nada puede ser entendida como la Voluntad de Poder. Nace del sujeto (según Nietzsche, al igual que el espacio y tiempo kantiano), pero escapa de este: se vuelve un principio ontológico. La Nada o el Ser crea el futuro para apropiarse de él, para extender su propia constitución. Lo crea, desdoblándose, ocultando su nihilidad, solo para poder cumplir su voluntad de dominio. La Nada es por poder, por control. Pero la Voluntad de Poder requiere de su fiel aliada, que yace en su propio seno: El eterno retorno. Aquel principio de la Nada que asegura que eternamente se "regresa" a la Nada para poder volver a crear apropiandosé. El futuro no es.





domingo, 10 de abril de 2011

Definiendo el nuevo Ser

¿Qué pasaría si, conceptualmente, dividimos el tiempo y el espacio? ¿Por qué no decimos que una característica del tiempo no es la energía del vacío, pues sin ella podría cesar el movimiento, y sin movimiento no habría fluir del tiempo, pero a la vez sin tiempo no habría movimiento? ¿Por qué no decimos que una característica del espacio es la gravedad o curvatura de este? Con esto demostraríamos lo indivisible que es el espacio del tiempo, pues sin espacio hay movimiento y la gravedad también se da por el tiempo. El tejido espacio-temporal es la Forma ontológica que da el Ser a las cosas, pero que a la vez no son objetos (si hablamos en términos kantianos)

La ventaja de las Formas kantiana era que permitían la certeza del conocimiento. Lo que hacían era brindarle una certeza apodíctica: "La experiencia solo se puede dar en el espacio y el tiempo, con las categorías del entendimiente, necesariamente es así y no de otro manera". Esto evitaba la contigencia de la experiencia. La experiencia tenía una única forma de presentarse.

Con el Ser como Forma, superamos el problema de la materia que se brinda a los sentidos. ¿Podremos superar el problema del nacimiento, en otro post planteado? Hablando con un filosofo de mi universidad, decano de la facultad en que estoy, me dijo que no podía decir que el sujeto del conocimiento no podía nacer, porque el simple hecho de contener el tiempo en él. Me dijo que en el noúmeno si podría haber tiempo y por ende podríamos nacer, pero que no lo sabríamos. Sin bien Kant puso límites a nuestro conocimiento, no quiere decir que debemos descartar nuestras explicaciones como metarelato para poder comprender todo el fenómeno.

Mi respuesta ante dicha objección, es que precisamente el sujeto de conocimiento si tiene que ser Eterno, no porque no pudo nacer sino por la "dictadura" de la ley de la causalidad (post anterior). La ley de causalidad no puede cesar. Entonces, si seguimos con esto, el sujeto es el mundo, pues si retrocedemos desde el ahora, nos daremos cuenta de que la ley de causalidad se extiende más allá de cualquier sujeto que puede conocer, y se vuelve materia inerte. Esto sigue de la mano con la explicación el Ser como Forma, pues la forma tiene que estar presente por lo menos desde el big bang o si existe algo antes que este.

Pero surge otro problema, ¿Cómo el sujeto se puede insertar en esta lógica de las Formas? Pues, el espacio no lo podríamos conocer porque no es un objeto (materia-forma, según kant)(además de que todo lo que conocemos esta de por sí en el espacio-tiempo) ¿Pero si el mundo es solo forma? ¿No lo sería todo en él, que no es distinto a él, porque es él? ¿Y nuestro cerebro no sería también forma?¿Y la forma no acaso lo es todo y entonces el cerebro podría ser o "ver" todo? ¿Sería la forma que se autopercibe y se autocomprende siendo en el mundo forma, mientras que el resto de cosas vivas se perciben siendo y el resto de las cosas inertes son sin percibirse? La complejidad de nuestro cerebro y nuestros sentidos puede ser explicados como las causas de esta distinción. La biología podría explicar muy bien esto.

Al parecer hemos resuelto los problemas del Ser como Forma, pero aún faltaría incertar la causalidad, como categoría del entendimiento en esta lógica y además demostrar porque las otras 11 categorías que propone Kant no entrarían en ella. Creo que podemos recurrir a Schopenhauer. Cabe resaltar que podríamos aquí eliminar la idea kantiana del noúmeno, como "causa" del fenómeno, como materia del conocimiento que se transforma para serlo. Ya no es necesario la materia, solo basta la Forma.





Hacia el nuevo Ser

Hace mucho que no escribía porque mi responsabilidades no me dejaban tiempo para hacerlo. Pero ahora me tomo un pequeño descanso para poder seguir escribiendo mis inquietudes filosóficas. Quisiera volver al problema del ser y la causalidad que había teorizado en el post anterior.

Primero, me doy cuenta de que deje algunas cosas al aire. Cuando defino que lo que algo es y lo que no es, me refiero a una afirmación epistemológica y no ontológica; es decir, en la dificultad o imposibilidad para definar algo, pero que es o existe sea la forma que sea. Que no lo podemos definir no quiere decir que no exista o no sea.

En segundo lugar, me vuelvo a preguntar si es que las cosas tienen su ser de por sí en sí o si su quidad es relacional, es decir que sus características se hallan en sí mismo o depende de otros. Vemos, que para que sean si dependerían de otros para poder existir, salvo que sean eternos. Es decir que su ser si es relacional en cuanto en el tiempo. Pero en un momento del tiempo, ¿Dependerán de otros en cuanto en relación en el espacio se refiere?

¿Podría existir una sola cosa en el espacio? Según Kant, por lo menos en nuestro mundo del fenómeno, lo que percibimos, no puede existir espacio vacío. Si existe una sola cosa, salvo que cubra la totalidad del espacio, habría espacio vacío, es decir, no habría espacio. Por ende, no podríamos saber si existe esta cosa sin espacio, porque solo podemos conocer con este. El espacio esta lleno de una sola cosa o de varias cosas. Pero si hay varias cosas en el espacio, tienen que ver infinitas cosas, pues el espacio tiene infinitas partes si es que lo dividimos en partes. No podría haber vacío entre una cosa y otra.

Precisamente, eso es lo que ha descubierto la física cuántica y su ya citado principio de incertidumbre. El espacio no podría ser vacío, pues significaría que habría un lugar, donde una partícula podría llegar y quedar sin energía que no le permita seguir su movimiento y entonces podríamos medir su posición y velocidad a la vez. El espacio no es vacío. Según los físicos cuánticos, el espacio esta lleno de una energía llamada energía del vacío.

Ahora bien, mi observación a esta afirmación es: ¿qué es eso que llamamos energía? Muchos han distorsionado este principio. Ya casi nadie sabe de que hablamos al hablar cuando hablamos de energía. En la física, se define como "capacidad de un cuerpo para realizar trabajo". Es decir, que la energía proviene de un cuerpo. ¿Con la energía del vacío pasaría lo mismo, es decir, esta en un cuerpo? ¿Habría una masa del vacío, por la fórmula de equivalencia de Einstein?

Son preguntas muy difíciles de responder. Trataré de indagar en ellas. Si la energía del vacío pertenece a un cuerpo, ¿Cuál sería? ¿Quizás a un cuerpo que cubra la totalidad del espacio o al espacio mismo como cuerpo? ¿O quizás necesitemos una nueva definición de energía, más amplía, no inherente necesariamente a un cuerpo, sino, quizás al espacio como Forma de intuición, hablando en términos kantianos? Si es lo último, habría espacio vacío (pues sería parte del espacio y para que no halla vacío, tiene que haber algo que sea distinto al espacio) y es justamente lo que no es. ¿Pero que pasaría, si, según el libro de Stephen Hawking, el espacio tiene energía negativa (se dice así, porque es necesario energía positiva, para poder levantar un objeto debido a al gravedad generada por el espacio-tiempo) y la energía del vacío, al ser positiva, se suma con esta y tiene un total de energía cero; es decir, no-energía? Al no haber energía, la ley de la Forma, no sería violada, pues no sería un objeto.

Esto me resulta sumamente esperanzador, pues creo que resuelve un enigma que hace mucho tiempo buscaba resolver: El problema de los sentidos. Kant, afirmaba que lo que percibimos es una combinación de nuestras formas de conocimiento y la materia que nos brinda la sensibilidad. Pero hablar solo podemos hablar sobre los sentidos, sabiendo del cuerpo y el cuerpo esta en el espacio. ¿Cómo podemos hablar de ellos fuera del tiempo? ¿Cómo podemos hablar sobre algo distinto a nosotros, si el yo y el no-yo, solo se da por la diferenciación del espacio (simultaneidad o también exterioridad) y/o la del tiempo (sucesión)? No podemos afirmar que la materia del conocimiento proviene de algo distinto de nosotros. Pero si podríamos hablar de materialidad de la forma, es decir, podríamos hablar de conocimiento, el conocimiento de que nos brinda nuestros sentidos, sin salir de las Formas de conocimiento. Todo el mundo podría ser "creado" solo con la forma. Pero tendríamos que plantear una nueva "Forma". Ya no formas de conocimiento, como decía Kant, sino "Forma ontológica", que no solo permite la experiencia sino que le da "Ser" a la experiencia. El Ser no sería objeto, sino forma.