jueves, 21 de abril de 2011

Descansa en paz posmodernidad 1.

En los últimos cuatro artículos, a mi parecer, se ha avanzado bastante con la meta de poder derrotar a la posmodernidad, aquel edificio que se cae cuando a si mismo se levanta; pero quizás ha sido muy veloz el avance y lenta la comprensión, por eso creo que es conveniente volver sobre sí para poder explicar, revisar y reflexionar.

Probamos que en el mundo que conocemos (el que se nos presenta a los sentidos) tiene que haber necesariamente la ley "todo lo que sucede tiene una causa". Además vimos que la sucesión o cambio se da en un tiempo mínimo (10 a la menos 43 segundos, según la física) para evitar el problema del tiempo que puede ser dividido indeterminadamente (diría infinitamente, pero eso es afirmar que puede conocer la totalidad del tiempo cuando no es así). Este es un problema porque de alguna manera no se podría decir que algo sucede, pues antes habrían pasado infinitos sucesos, es más, no podría suceder.
Además vimos que el principio de no contradicción es un principio práctico pero no absoluto por la imposibilidad de conocer todo el no-ser de cada objeto. (falla así la dialéctica hegeliana y la doctrina del fluir de Heráclito tal como lo planteaban). Definir lo que un objeto es, es imposible. Solo podríamos decir que es algo (que existe en caso de que lo percibimos, aunque hay diferentes formas de existir)
Por último vimos que en todo suceder si hay cambio por el principio de incertidumbre de la mécanica cuántica (siempre tiene que haber movimiento). Entonces el suceder-cambio se tiene que dar necesariamente en una relación del tiempo con el espacio. Aunque podríamos agregar (usando el tiempo mínimo del suceder), que también el suceder se da la realización procesos a nivel subatómico (que igual se dan en el espacio-tiempo). Otra vez, siempre hay cambio.

Lo interesante sobre este artículo son dos cosas: Demostramos una verdad necesaria: "Todo lo que lo que sucede tiene algo que lo antecede y que es distinto de este (cambio)". La fórmula ya fue expresada por Kant, al decirnos que si vienen todo la experencia es contigente (que puede ser de otra manera), lo necesario o apodíctico (que es así y no puede ser de otra manera) se encuentra fuera de la experiencia y que permite que esta se de (si no fuera así, no habría experiencia tal y como es)
Lo segundo es que la filosofía y la física (con sus errores y limitaciones) son inseparables si es que queremos descubrir el mundo y explicarlo.





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