Construyendo Historia


La filosofía es la conciencia del pensamiento sobre sí mismo en tanto afirmación de su potencial creativo. En este acto de creación, se ve involucrado no solo la racionalidad (como posibilidad de salir más allá del presente) sino también la emocionalidad. Y como ya hemos visto, la creación se da en todo momento de la vida, no solo en un pensamiento “racional” o académico como estrictamente se ha enclaustrado a la filosofía. Es la afirmación de que la vida misma es una presentación de sucesos que se estructuran y definen entre sí mismos por un sujeto que vive y siente. No solo es pensamiento, sino también acción, porque todo actuar se hace bajo los presupuestos que se tienen para actuar o las capacidades innatas o instintivas.

Esta es una postura particular sobre la filosofía, que si se ve a simple vista, parece excluir a muchos personajes, que históricamente, los han llamado filósofos. Esto podría parecer porque la concepción que se da arriba sobre la filosofía parte de ciertas nociones fijas sobre el hombre (cognición desde el cerebro-sentidos-cuerpo-mundo; conocimiento como memoria-selección mediante los sentimientos. En una palabra nociones desarrollados por los avances científicos). Es decir, esta noción parte de una concepción basada en los avances científicos que parecería excluir otras nociones no-científicas sobre el hombre. Pero en realidad, es una formulación que busca ser omnicomprensiva. Es un partir desde la afirmación de que el hombre se sitúa en el mundo y responde a este para sobrevivir por medio de conceptos que surgen gracias a su capacidad para abstraerse del presente cuya dirección se da por los sentimientos e instintos.

No excluye las formulaciones que se han dado a lo largo de la historia sobre qué es el hombre o qué es el mundo. Simplemente las ordena. Son respuestas que responden a las características individuales y sociales de cada época. La historia, los sucesos, son el desplegué del potencial de creación del hombre. Que lo que se afirme o se niegue sea “verdadero” (una acepción de esta palabra sin teorizar demasiado aún) es una cuestión que compete a los saberes particulares y no a la filosofía. La filosofía se encarga de organizar todos los saberes, estructurarlos subsumiéndolos bajo la categoría del pensamiento como creación. Así se ve que todos los actos y conocimientos humanos tienen una unidad, un sentido: La creación gracias a la racionalidad y la emocionalidad. Todo el mundo que conocemos parte de “el hombre es la medida de las cosas” pero no necesariamente se agota en este.

El objeto propio de la filosofía es que significa ese potencial de creación. La respuesta va ser dada gracias al uso complementario de otras ciencias y artes. La Historia que vamos a ver en este diario es la historia de las ideas que buscan responder al significado de este potencial, en tanto descripción como expresión. Las categorías que usamos en el presente, han sido generado en el pasado, por preocupaciones y sentires específicos. Debemos entender cuales fueron y si aún tienen alcances en  el tiempo de hoy. Ese será la labor de Construir Historia, porque sin pasado no hay conocimiento del presente. 



En esta página encontrarás artículos sobre las ideas de distintos filósofos que buscaban el significado de la creación del conocimiento por parte de los hombres.

Immanuel Kant (1724-1804)














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