jueves, 4 de diciembre de 2014

Una reformulación de los puntos de partida de la teoría de Justicia de Rawls

La teoría de Justicia de Rawls parte bajo la idea de que para formular principios justos es necesario olvidarnos de cualquier conocimiento de una posición que puede darnos privilegios (es un ejercicio reflexivo el llamado velo de la ignorancia. La posición puede ser social o una ventaja biológica dada por azar). Así Rawls parte de la idea de que como somos seres racionales egoístas, nuestro fin va a ser maximizar nuestro beneficio propio y sin importar si ocupamos una posición privilegiada o no, vamos a buscar ello. Por lo tanto, los principios que regirán la sociedad deben permitir justamente que sea posible realizar esto para todos por igual.

Sin embargo, lo cierto es que el hombre no es solamente egoísta. Genéticamente también tenemos una tendencia hacia la cooperación. Estas dos tendencias están en el hombre. Lo racional sería, como señala el escrito del filosofo Quintanilla sobre el cual parto para este artículo, la consecución de las prioridades y objetivos que tenemos, donde puedan ser algunos que no nos beneficien. ¿Soportaría la formulación de Rawls a esta idea del hombre? Evidentemente no solo debería basarse en la idea del hombre como ser racional, sino como ser social (que necesita de los demás) y ser vulnerable (por su cuerpo y finitud). Pero con este punto de partida de lo racional, de lo que se trataría sería de formular principios que nos rijan que permitan la realización de los objetivos que tenemos (tanto individuales como para con los otros). Ello cambiaría a que no solo se busque la libertad individual sino instituciones de cooperación y compartir conjunto, ya no solo como medios para la realización individual (entendida como realización egoísta) sino como valiosas por sí mismas (como fines en sí mismos)

Por último, aquí se puede ver una posible reformulación al velo de ignorancia, que se da por el hecho de entenderse de que todos somos seres finitos y nuestra posición es contingente.

miércoles, 29 de octubre de 2014

El sentido de la muerte o una respuesta a las inquietudes de Shaka de Virgo

El otro día pude recordar mi infancia gracias a este video de los Caballeros del Zodiaco, en el episodio donde Shaka de Virgo muere. Este caballero esta muy vinculado a Buda y el capítulo promueve una breve reflexión acerca de la muerte. Junto este recordar de mi infancia, he venido nuevamente la idea de reflexionar sobre este tema.

La muerte es un tema que ha preocupado siempre a la humanidad. Ya sea por el sufrimiento que despierta el no poder volver a compartir más con los seres hacia los cuales sentimos afecto o por la desesperación de pensarnos a nosotros muertos (Si no lo han pasado, les invito a imaginarse a ustedes muertos, sin pensamientos ni recuerdos. Se produce un vértigo muy fuerte ¿no?). También puede impresionarnos por lo absoluta que puede resultar. Sin duda esta muy vinculada a nosotros mismos, a nuestra conciencia de nuestro existir (como decía Heidegger) y ha sido la fuente de inspiración para la más grande proeza de imaginación del hombre: La religión (no digo que no existan, solo digo que si al menos hemos llegado a ellos no es partiendo desde los sentidos sino desde la imaginación). ¿Cómo podríamos entender su sentido?

Lo primero es que la muerte por si misma no tiene ningún sentido significativo para nosotros (en el sentido, de poder referirse a algo distinto a sí misma, ser algo así como un lenguaje oculto de los dioses que a través de ella nos dan una enseñanza). Es meramente un proceso biológico que se produce por leyes físicas, químicas y biológicas (por ejemplo, la entropía). Podríamos esbozar, simplificando, que la muerte es la perdida de la capacidad la autonomía de lo biológico: Las células pierden su capacidad de sintetizar energía para poder seguir cumpliendo sus funciones propias, igual nuestro cuerpo. Digo autonomía en el sentido de ejecución de funciones que les son propias, que las realiza a partir de su propia estructura. Al morir, cumplen otras funciones (por ejemplo ser alimento para otros seres) pero que no le son propios (Recuerden el término de autonomía porque reflexionaré sobre ello luego) Sin embargo, por más natural que resulte, el hombre siempre va construir o buscar un sentido más allá de ello (es igual que el amor, por más que podemos explicarlo desde la neuroquímica, ello no va hacer que el sentido del amor se resuma solo a este proceso. Es una especie de sentido emergente)

La muerte es el gesto más igualitario que nos ofrece la naturaleza: Así seas rico, pobre, o de cualquier condición socio-cultural, inevitablemente vamos a morir. "La muerte es justa y pareja para todos pues todos vamos a morir" rezo el culto a la Santa Muerte en México

Incluso un hombre con tanta riqueza y poder como Alejandro Magno se dio cuenta de ello. Cuenta la leyenda que:

"Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
  • Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
  • Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas... ), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...
  • Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.
Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.
Alejandro contestó al general:

  • Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen, ante la muerte, el poder de curar.
  • Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
  • Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos."

Por algo fue discípulo de Aristóteles. 
Con este gesto igualitario, la muerte también revela nuestra fragilidad y vulnerabilidad como humanos, nuestro propio cuerpo es símbolo de ello porque constantemente nos vemos expuestos a la muerte (en cada momento muere nuestras células por ejemplo), por más que no nos demos cuenta. Y nos revela la contingencia nuestra existencia: No solo no somos eternos (osea podemos no existir, definición de contingencia) sino también podemos dejar de hacerlo en cualquier circunstancia.  Esta condiciones a partir de la muerte, es incluso a partir de lo que podemos plantear por excelencia la igualdad entre los hombres (desde el plano biológico) (Sobre la igualdad de los hombres reflexionaré en otro post). E incluso nos iguala con todo lo viviente. Este es un primer sentido que podemos construir a partir de la muerte.

Evidentemente la muerte nos interpela darle un sentido por nuestra propia constitución (por los sentimientos que señale arriba que produce la muerte) y que nos permita aceptarla de una mejor manera, dándole una coherencia (porque por definición la muerte per se, resulta la ruptura de todo, el punto de quiebre, lo que rompe la coherencia que podemos construir en nuestra propia vida). Es evidente que sufrimos (Y mi amigo Eder, ha colgado una cita que explica muy bien porque sufrimos aquí) . Pero también puede dar un sentido especial a nuestra propia vida (y no solo porque la muerte produce equilibrio en las especies y en el ecosistema, permitiendo la renovación y formas más eficientes de gestión de la energía (en vez de mantener un organismo vivo por más tiempo, que puede producir un costo cada vez más alto por el principio de entropía)): Saber que vamos a morir, que todo se puede acabar o que al menos tiene un final inevitable en la muerte, nos puede hacer que disfrutemos más nuestro día a día. Imagínense vivir para siempre, ello supondría que muy probablemente muchas veces hagamos lo mismo, volviendosé en monotonía. Pero en cambio, sabiendo que puede acabar lo vamos a disfrutar más. Por ello, los dioses, como se dijo la película "Troya", nos tienen envidia. Ese sería un segundo sentido


Ahora, podríamos dar una reinterpretación a lo que señala "Buda" en el video colgado: La muerte como un paso más del existir. Nosotros concebimos nuestra vida en base a nuestra individualidad. Nos pensamos y pensamos a los objetos como entes "aislados", diferentes al espacio-tiempo (diría contexto pero puede resultar limitado), que cuya entidad (lo que los hace ser algo) se determina en base a lo que le "pertenece" (no se bien como se entiende ese pertenencia), lo que la hace diferente de las demás cosas que las rodea (a las cuales también las concebimos como "aisladas"). Es decir pensamos a las cosas como algo que son en sí mismas, independiente de lo que los rodea (su ser algo no se ve determinado por estas cosas que la rodea). Pensamos a las cosas como algo que están en un sitio (no necesariamente espacial: por ejemplo nuestras ideas) y que pueden ser independientes ese sitio.

Por ejemplo, tengo aquí al frente a mi computador. Pienso en las características que le pertenecen (sus partes, sus funciones, sus características). La pienso como distinta o independiente al lugar donde este: Para mi va a seguir siendo mi computadora, independientemente si la pongo en mi cama, en mi escritorio o si la uso o si la dejo de ver. Tiene una individualidad propia. Sin embargo, ¿qué tal real es esta supuesta independencia o individualidad? ¿Podemos pensar algo completamente aislado? Podemos imaginarla quizás flotando en el espacio y nada más, pero tiene una interacción con el espacio, que es algo (como bien dice la teoría de la Relatividad General). Incluso si me la imagino (que la imagine no significa que pueda ser así) en medio de la nada (que podemos pensar como un fondo blanco o negro), está en relación a algo: Mi imaginación. Así pues, no podemos pensar las cosas como mera individualidad, aislada, siempre están en relación a algo: su ser se determina en función a esta relación. Si bien las cosas tienen una determinadas cualidades (que van a depender de las estructuras intrinseca que tienen), adquieren nuevas cualidad que estaban en potencia en función a lo que con que se relacionen: Siempre tienen una potencialidad y una actualización de esa potencialidad dependiendo del contexto o la relación con las demás cosas. No son mera potencialidad ni mera actualización sino ambas cosas a la vez, adquiriendo diferentes formas de acuerdo a su relación. Las cosas no son cosas aisladas sino lo que es, es siempre en relación a otro ente y por ello, debemos empezar a pensarla en función a su relación y no solo a su individualidad. (Esta teoría esta relacionada a la idea de Propensión de Karl Popper que propone como interpretación a la mecánica cuántica)

A ello iba con muerte como perdida de autonomía: de hecho cuando un ser biológico muere, pierde su capacidad de poder producir por sí misma (en base a sus estructuras) sus funciones (o mejor dicho realizar), poder actualizar sus potencialidades por si mismo, pero siempre en relación. Pero puede resultar engañoso, principalmente en los hombres: Como dijo, nos definimos en base a nuestra individualidad (por lo general determinado por nuestra corporalidad (que aparentemente se mantiene de forma constante así cambiemos de ambiente y que es sobre lo que tenemos control) y nuestro pensar (que esta "aislado" de los demás, porque nosotros pensamos y producimos nuestros pensamientos. Otra vez control). Al perder esta capacidad absolutamente (a través de la muerte) creemos que nos hemos dejado de ser. Sin embargo, ese ser que somos no es solamente nuestra individualidad, como digo somos interacción y no entidad aislada. (todas las ciencias sociales se basan en la idea del hombre como ser determinado por su contexto de alguna manera). Nuestro ser no es individualidad, sino relación y constante cambio entre la potencialidad (de nuestra biología y el aprendizaje) y actualización (con el contexto presente) a partir de las relaciones. Somos más que nuestro cuerpo y pensamiento, somos las acciones que dejas, las huellas que dejamos en los otros, somos las experiencias compartidos y somos de alguna manera también la cultura que nos ha constituido.

Entonces, somos más que nuestra individualidad, somos relación: la muerte supone un fin a nuestra capacidad de actualizarnos de acuerdo a nuestra estructura (que siempre esta igual en relación, no es aislada sino en interacción y apertura) pero no un fin de nuestro ser. Nuestro ser permanece :ya sea biologicamente donde puede entrar en interacción con otros seres a los cuales sirvamos como alimento o también para salvar la vida de otros, donando nuestros órganos o siendo objeto de estudio. O también mentalmente (y aquí reside lo que puede ser significativo para nosotros) en base las huellas que dejamos en los demás, a través de las experiencias compartidas o aportes que hicimos en vida. Si evidentemente hay una transformación, pero permanecemos porque somos interacción: Lo curioso es que las experiencias que dejamos convertidas en huellas en los demás o las ideas tienen una vida propia, pues en cada momento son resignificadas (miremos nomas las enseñanzas del inmortal Platón, que después de 2500 años casi sigue entre nosotros). Entendernos a si, concebirnos como en función a una cualidad de las cosas mismas (nosotros somos también objetos) nos ayuda a concebir diferente nuestra propia muerte y a pensar como nos preparamos para la eternidad.

martes, 7 de octubre de 2014

¿Qué podemos entender por Desarrollo como Justicia Social?

Por Desarrollo como Justicia Social podemos entender:

"El proceso (1) de ampliar, por un lado, las libertades de las personas para elegir formas de ser y hacer que consideren valiosas y que tienen razones para valor (2), con el fin de constituir vidas llenas de significados (3), a partir de sentidos compartidos por la humanidad en su totalidad (4),  y compartidas moralmente con los demás (5) ; y por otro lado, las capacidades de las colectividades (6) para accionar conjuntamente con el fin de constituir nuevos sentidos y estructuras de ser colectivamente en el mundo (7), que no comprometan este mismo proceso para las generaciones futuras (8), que estén armonía con los demás seres (9), y que dentro de estas, se construyan formas de ser, hacer y comprender relativas a nuestra humanidad en conjunto (10)." 


(1)La idea de Desarrollo no es un fin acabado, sino más bien un proceso, continúo, permanente, con una direccionalidad. El Desarrollo aquí presentado no solo pone como centro al ser humano concreto, al individuo, sino también al conjunto de hombres, constituidos a partir de la relación entre individuos, pero que adquieren propiedades no reducibles a los individuos. Las acciones y teorías que apuntan al desarrollo deberán pues incluir estas dos dimensiones y no subsumir una a la otro, a pesar de su mutua conexión. 
(2) Es la definición de Desarrollo desde el Enfoque de las Capacidades. Lo que cabe señalar es que se busca ampliar las libertades o capacidades en las distintas dimensiones de lo humano (Nussbaum) y que no se trata de ampliar por ampliar el abanico de opciones, sino las opciones que son valiosas para las mismas personas (de una comunidad determinada) y que puede dar razón (fundamentar) el por qué las considera así (es un acto deliberado).
(3) El Desarrollo no es solo debe tener una preocupación por la libertad, sino por lo que somos capaces de hacer con para realizar nuestra propia humanidad. Se parte de la idea que es fundamental que las vidas que constituyamos a partir de la libertad puedan ser vidas reflexionadas, sometidas a nuestra propia crítica y capaces de imaginar nuevas formas y darles coherencia junto a nuestras distintas vivencias y sentidos.
(4) Es la idea de que una vida plenamente humana no es solo (2) y (3) sino también el poder vivir según sentidos que pueden ser compartidos por todos humanos (Verdades en la teoría de Badiou), sin exclusión y que pueden dar cuenta de nuestra propia naturaleza en común o que puede serla. Es vivir ante la posibilidad de comunicarnos con todos, para desde ese punto, encontrar nuevas y distintas formas de ser y hacer. Además es la idea que realiza la libertad: Nuestra elección siempre va a ser desde un punto, situada, condicionada por el contexto; entonces hay que partir desde un punto que puede ser común para todos, no dependiente del contexto (sino siempre va a ser condicionada)
(5) Una vida autenticamente humana es una vida compartida con los demás y este compartir debe regirse a partir de principios morales (a partir del reconocimiento de la dignidad del hombre)
(6)Capacidades colectivas es entendida las posibilidades que se dan a partir del acción y la organización colectiva y que el proceso y el resultado no es reducible a los individuos. Se fundamentan en las relaciones entre los individuos. Podemos incluir dentro de ellos, el capital Social de Bourdieu, las comunidades de significación, la responsabilidad social de Francois Valleys y las Verdades de Badiou. 
(7)El fin de Desarrollo de las Capacidades Colectivas es fortalecerlas, crear nuevas formas de ser colectivamente. Ello promoverá a la vez el Desarrollo de los individuos (las capacidades colectivas no pueden ir en contra de la libertad de los individuos sino promoverlas). Pero no tienen una relación instrumental porque expresan un valor propio, que no se reduce a los individuos y que es valioso también para los mismos. 
(8) Es la teoría del Desarrollo Sostenible. 
(9) No solamente se trata de persona lo ambiental como necesario pero instrumental para los fines humanos, sino promover también el desarrollo de las demás especie de acuerdo a su dignidad y promover el equilibrio (armonía) entre los seres que conforman nuestro planeta. 
(10) La sociedad debe vivir y producir Verdades o formas de entender, ser y hacer en tanto humanos. Se complementa con lo expuesto en el punto (4), solo que las Verdades son un proceso de creación colectiva. 

domingo, 5 de octubre de 2014

La serpiente y la manzana del Paraíso

Y un día, un hombre que había pasado mucho tiempo deambulando entre el mar, el desierto, la montaña y la selva, decidió detenerse en un pueblo que se encontraba en desierto. Ahí vivían hombres que se enorgullecían por su gran resistencia a ese ambiente tan hostil y cuyo único amor en los bienes que poseían, bienes que estaban compuestos por arena. Al ver esa condición, exclamó en medio del único lugar que compartían todos los pobladores lo siguiente:

"Hay quienes dicen que por una mordida caímos del Paraíso. Más yo les digo: Al contrario, es que por fin obtuvimos lo único que puede darnos, algo mucho más valioso que el mismo Edén: Nuestra existencia. Solo existimos porque somos libres. Es nuestra más hermosa condena. Y ese acto originario es que la obtuvimos. Esto fue lo que nos enseñó la serpiente, símbolo en nuestra tradición de sabiduría. Nuestra historia ha sido la búsqueda de conquistarla, pues, al dar libre entrega a nuestras pasiones y deseos, la hemos perdido, no porque se haya ido sino porque nos la hemos escondido entre nosotros mismos, para poder afirmar la voluntad de cada uno. Hemos olvidado la enseñanza más valiosa de la sabia serpiente: La elección fue de dos. La libertad se construye y conquista colectiva. La verdadera libertad, no la que propagan los mercaderes que creen haberla comprado y apropiado, es la que afirma nuestra existencia auténtica, la vida compartida. Y como aquel mítico símbolo de la serpiente que se come así misma, y solo construimos una verdadera libertad gracias al compartir nuestra mesa. 

Quizás hemos entendido mal esa palabra que resuena en nuestro interior como un trueno, que nos afirma, que nos hace recordar que estamos vivos aún. Quizás es la hora del gran Despertar y de transformar los valores. Transformación que los grandes de la historia comprendieron y que muchos hemos olvidado o quizás no hemos visto y por eso no somos como esos gigantes. Por ello, quizás desde hora nuestra hermosa condena debe ser la Justicia: Somos capaces de experimentarla, pero a la vez debemos buscarla. Es una condena porque por más que la experimentemos siempre una parte de ella se nos escapa y estamos obligados a buscarla, porque es una cadena que nos arrastra. Nuestra miseria se ha tratado de no darnos cuenta de ello, de no darnos cuenta de que los primeros hombres, la pareja originaria, nos condenaron a ella y que es una cadena que nos ata a todos. 
Por ello, ya no se trata de llegar al Paraíso: Nuestro mayor tesoro es que no podemos hacerlo. Ello nos permite experimentar, sentir, vivir y equivocarnos. Los dioses nos tienen envidia por ello, porque su perfección hace que no pueda cambiar. En cambio, nosotros podemos construir y reconstruir el camino inacabado, cuyo tránsito llamamos vida. Pero esta construcción y esa búsqueda de poder construir nuevos caminos no deben hacerse sola, sino nos perderíamos a nosotros mismos. 
Y eso es lo que han olvidado ustedes, viven en pueblo porque no pueden hacerlo de otra manera, pero en lo profundo de su corazón desearían hacerlo solo. Sus posesiones son símbolos de ello. Y eso será su propia destrucción".

Dicho esto, el hombre viendo la miseria de dichos hombres que se hacían llamar ricos y fuertes, decidió retirarse y seguir su camino. Él había cumplido con el demonio que se encontraba dentro de él y que tiene forma de serpiente. Luego, los fuertes vientos del tiempo derrumbaron dicho pueblo, donde nada faltaba, pero se encontraba en medio de la soledad. Los bienes de arena se esparcieron y se dicha tierra quedo en el olvido. 

domingo, 28 de septiembre de 2014

Desarrollo como Justicia Social: Parte Dos- El fin no es la Libertad y los individuos sino la Justicia y la Humanidad

Ya en la anterior sección de este escrito (aquí) había señalado algunas limitaciones que podía presentar el enfoque de Capacidades como Desarrollo Humano. La idea de esta sección es aportar de cierta formar con propuestas que podrían enriquecer dicho enfoque.

El centro del enfoque de Capacidades es la persona (en contraposición a los otros enfoques de desarrollo, donde si bien se decía que el centro era la persona, en la práctica se concentraba en el crecimiento económica (enfoque neoliberal) o en la relación de las estructuras (enfoque de dependencia)). Se plantea centrarse en lo que las personas son capaces de ser o hacer. El último entonces será la realización de los individuos y que para ello es necesario que todos tengan plenas libertades para realizar el estilo de vida que consideran valioso y tienen razones para valorar (en ello se basa la agencia)

Se vio pues que quedarnos solo en este fin, podría derivar en sociedades donde prima por elección de los individuos mismos el individualismo y hay poca interacción entre los individuos (pese a que la organización política y la institucionalidad normativa permiten que todos los individuos tengan plenas libertades y situaciones de bienestar). ¿Es a este tipo de sociedad a donde debemos apuntar?

Algunos dirían pues que si eso es lo que deseamos como seres humanos, en pleno ejercicio de nuestra libertad, pues esta bien que sea así. Además señalaran que no tenemos mayor autoridad que uno mismo para señalar como debería ser la vida de cada uno.Ahora bien, el mismo enfoque de Capacidades, desde los planteamos de Nussbaum principalmente, señala que hay formas de vivir que son propiamente humanas y otras formas que no lo son. Así plantea que hay ciertas condiciones mínimas, ciertas libertades (en sentido del poder actuar realmente) que son necesarias y universales para esa vida propiamente humana. Si bien como el tipo de sociedad que hemos planteado es compatible con esas condiciones mínimas, se ha permitido el planteamiento de condiciones universales para todo lo humano más allá de las culturas particulares de cada sociedad. 

¿No sería posible un planteamiento universal en el hombre que señale una relación con lo social más allá de la relación de esta con el individuo (me refiero más allá de las necesidades que se tiene con la sociedad para poder uno desarrollarse)? Creo que podemos recurrir a la idea kantiana del hombre como fin en sí mismo (aunque con la promesa de otra fundamentación, distinta al hecho de ser-racional). Si el hombre es un fin en sí mismo, la relaciones entre hombres se ven marcados por el deber de actuar según dicha condición (independiente de nuestros intereses particulares, afectos o beneficios recíprocos). Ya no se trata solamente de nuestra plena realización sino el cumplimiento de nuestro deber (para realizarnos también tenemos que cumplir con dicho deber, pero no cumplimos con el deber con el fin de realizarnos, sino por el deber en sí). Y este deber señala para lo humano, no solo el respeto de los hombres como fin en sí mismos, sino que supone justamente por ello dos mandatos:

1. Nuestro propio perfeccionamiento (para cumplir con el deber con nosotros mismo)
2. Contribuir con la realización de los demás (para poder cumplir con su deber, que también es nuestro deber porque es universal para todos. Pero el perfeccionamiento de cada uno, debe recaer en uno mismo, sino no estaría actuando como fin en si mismo, haciendo eso de su propia autonomía sino dependería de lo externo). 

Es decir, que con la ley universal de la moral, el deber, que debe estar presente en todos los hombres, se plantea que no solo se debe respetar a los demás, sino se debe procurar por su realización. Así ya hay una relación con lo social basada en el compromiso y preocupación (junta con los otros tipos de relaciones con lo social que pueden ser de beneficio mutuo, etc.) de carácter necesario. Así nos damos cuenta de que somos seres sociales, no solo por la necesidad para desarrollarnos (lo social como instrumento para el desarrollo individual) sino que en nuestros hay una ley que nos lleva hacia los otros, una ley que nos trasciende.  En ella se generan fines más allá de lo individual, apuntando a lo colectivo (el pensamiento del otro, no es solo un otro concreto, sino de todos los otros). Y a partir de ella, se debe fortalece y enriquecer la idea de lo colectivo, no reducibles a los individuos (por ejemplo las ideas de la cultura, no es reducible a los individuos particulares o la responsabilidad social.

Lo que se busca con esto parte es la fundamentación de la necesidad de la relación social no reducible al interes particular (pese a que puede enriquecerse con este tipo de relaciones), dado que sin esta es completamente válido dentro del enfoque de Desarrollo el tipo de sociedad descrita más arriba. De lo que se trata pues es de plantear un enfoque que incorporé esta dimensión no reducible de lo colectiva (preocupación por la cultura, la calidad de las relaciones sociales y la organización social, la vida según las Ideas (desarrollaré esto más adelante), la responsabilidad sociales): Una sociedad debe apuntar no solo ampliar las libertades de los individuos sino ampliar su capacidad para actuar colectiva, produciendo nuevas formas que impactan y enriquen positivamente la vida de los individuos pero no se reducen a ellas. Es decir, su fin no son los individuos particulares, sino la humanidad en su conjunto. Es entre la búsqueda de la ampliación de las libertades para los individuos y la acción colectiva que se puede hablar de capacidades colectivas (algunas instrumentales para las libertades individuales, otras que las trasciendes). No hay Desarrollo sin lo colectivo, sin las relaciones entre individuos que los trascienden. Por eso, el fin del Desarrollo no es la Libertad y los individuos sino la Justicia y la humanidad en su conjunto (con ello, vemos que hablar de desarrollo supone pensarnos como colectividad mundial, más allá de las divisiones territoriales o de Estados. No puede haber Desarrollo sin el compromiso con la humanidad en su conjunto, que no se reduce a los individuos que la componen) 


miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Por qué es necesario un organismo regulador de la educación universitaria?

Se ha creado un organismo regulador que forma parte del Estado. Es autónomo (es decir sus acciones no se ven determinadas por otros organismo ejecutivos) y está adscrito al Ministerio de Educación (según nuestro sistema legal, para no estar adscrito a un ministerio se necesita una reforma constitucional, la cual, con la correlación de fuerzas del congreso, sería imposible).
Es necesario este organismo por varios motivos:

-La educación es un derecho fundamental y un servicio público (porque  cumple con los fines del Estado). Por lo tanto, el Estado es el garante de dicho derecho y el que debe velar para que se cumpla con su naturaleza de servicio público. La calidad educativa es la forma de realizar el derecho a la educación para todos (con una educación sin calidad no se cumple dicho derecho)

-Hay 3 supuestos modelos de regular la calidad: La autorregulación, el mercado y la regulación estatal.  En nuestro país el modelo de Autorregulación y de la regulación del Mercado funcionan en conjunto y tienen como resultado la desregulación. Veamos por qué.

+Autorregulación: Supone regulación entre los mismas universidades. Es el modelo de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Ha fracasado porque las mismas  universidades son juez y parte a la vez y por lo tanto ocurre un conflicto de intereses. Por eso se genera corrupción y desregulación.

+Mercado: Supone que al dejar a las leyes del mercado, la misma oferta y demanda harán que se regule la calidad (por ejemplo, los dueños para ganar más “clientes” ofrecerán mejores servicios. La competencia buscará hacer lo mismo para poder competir). Es el modelo de las actuales universidades-empresas. Ha fracasado: La mayoría de universidades-empresas resultan estafas. ¿Y por qué no funciona? Por tres “fallas del mercado” cuando se trata del derecho a la educación

1.       Asimetrías de información: Solo puedes ver los resultados de la educación a mediano plazo. No es como cuando se compra una zapatilla: si no te gustan, los descartas. Aquí recién se sabrá cuando ya se egresó y se trata de conseguir trabajo, pero eso ya es muy tarde para cambiarlo.

2.       Alto riesgo: Un principio básico del mercado y las empresas es el riesgo, el poder arriesgar: Uno arriesga cuando pone una empresa o cuando compra un nuevo bien. Si fracasas habrás tenido una pérdida económica. No te compromete directamente: El principio del intercambio es que cambias algo que, aunque suene redundante, puede ser cambiado, puedes dejarlo, quizás por algo que consideras mejor y que al hacerlo, no te ves comprometido directamente (puede uno ser estafado claro está, pero más allá de pasar apuros económicos si la estafa es bastante grande, tu vida puede seguir adelante). Por el contrario,  el riesgo es muy alto cuando se trata de la educación: Aquí si se pone en riesgo la única oportunidad para muchos de poder surgir. Es algo que incluso no puede ser revertido (te pueden devolver tu dinero, pero el tiempo y todo lo puesto en la educación, al ser inherente a la vida misma no vuelve). Por ser algo de tan alto riesgo para el desarrolle del hombre mismo no puede dejarse a leyes del mercado (que por definición se rige por el riesgo: “A mayor riesgo, mayor rentabilidad” versa una máxima empresarial)  

3.       La demanda no varía por la calidad y tiende a crecer: Hay quienes dicen que las universidades de baja calidad van a desaparecer porque la gente sabe que son de mala calidad. Eso no es cierto: a pesar de que muchos sepan que su universidad es mala, en el imaginario esta la idea de que “tener un título universitario es mejor que no tenerlo”. La realidad demuestra que es heterogénea la retribución que recibes por la educación y por ello esta idea no resulta ser tan cierta en nuestro país. Así la demanda en educación universitaria no varía, aún si no hay calidad educativa: Por el contrario, crece a lo largo del tiempo (aún hay casi un 64% de jóvenes que no pueden acceder, por diversos motivos, a una educación Superior). El principio de que  las malas universidades desaparecerán por las leyes de mercado (por no tener demanda) no se aplica en la educación. ( en función a vacantes)
4.       Los límites que plantea la calidad en la competencia de precios y beneficios: Por principio, una educación de calidad tiene un costo alto por los docentes calificados (que tienen que deberían ser bien remunerados por el tiempo que se ha dedicado a su formación), la infraestructura y mobiliario adecuado, y toda la implementación necesaria para brindar un servicio de calidad (servicios de bienestar, recreación, implementación para personas con discapacidad, etc.) y a eso se podría agregar los costos asociados a la investigación. En un mercado perfecto, de lo que se trata es que es que los costos de producción sean recuperados gracias a los ingresos generados a partir de la venta de lo producido y que además de ello se genere una utilidad. Ello en la educación de calidad es imposible: los costos (si bien pueden variar de carrera en carrera, en una universidad por lo general los costos de las carreras se combinan, generando un costo promedio) asociados son demasiados altos y que si se quisiera aplicar el principio de mercado, solo muy pocos podrían pagarlo (haciendo que no solo la universidad se vuelva para una grupo muy reducido sino incluso llevando a la quiebra porque con un costo tan elevado, quizás ni siquiera se tenga el número mínimo de personas para poder cubrirlos).

Por ello, todas las universidades en el mundo buscan otras fuentes de ingreso para poder financiar el servicio educativo (ingresos por otros servicios, relaciones con empresas, ingresos por fondos públicos, donaciones con egresados, etc.) Así, ya de por sí en el servicio educativo mismo no se puede aplicar el principio de cubrir los costos con los ingresos del servicio mismo. Una educación de calidad netamente ya de por sí es deficitaria. (A pesar de que en general con los ingresos que se generar por otros medios asociados a la universidad misma, por la naturaleza del bien que produce (el conocimiento), permiten la sostenibilidad de la institución)

Si con ello ya empieza a haber un distanciamiento de la lógica del mercado, hay un problema mayor en torno a la competencia. En un mercado, hay competencia entre distintos bienes. La oferta busca ganar ventajas competitivas o mejorando el producto, o diversificándolo o reduciendo el precio del producto. Ya vimos que de por sí el servicio educativo de calidad tiene un costo elevado: reducir el precio, supone reducir costos y ella va ir directamente contra la calidad del servicio (profesores con menores calificaciones, servicios restringidos) y ello sería ir contra la misma naturaleza de la educación (no es educación si no es de calidad). Aquí ya sucede una restricción que si se trasgrede se genera una distorsión. Ello ha sido lo que ha pasado en nuestro país: Al tratar de competir, a través de la reducción del precio del servicio, ha disminuido la calidad. Ahora, si se busca competir a través de la diversificación o la mejora del servicio, manteniendo los precios (como pasan en algunas universidades), el sector que se busca a traer resulta muy limitado (y de por sí la educación debería ser para todos).

Con lo señalado, se puede ver como no puede aplicarse la lógica del mercado en relación al precio en el servicio educativo sin que haya una contradicción (como ha sucedido en nuestro país y por ello estamos en crisis al trasladarla). Ello también se nos plantea la necesidad de repensar diversas fuentes de financiamiento para poder permitir el acceso equitativo a una educación de calidad.

Los  que defienden la desregulación y el gobierno por parte del mercado, reconocen que la única falla de mercado es la falta de información y que bastaría un sistema de información para solucionarlo. Como se ve, por más información que allá, las leyes del mercado no funcionan directamente en este caso e incluso distorsionan sus fines (como veremos más adelante, el lucro genera incentivos perversos). En la búsqueda de acceder a educación de calidad entre las esperanzas, deseos y emociones de la persona, porque ve el futuro de su misma vida en la educación. Es un derecho justamente porque es fundamental para el desarrollo de la persona y no se puede dejar a las leyes del mercado tal servicio público esencial.


+Regulación Estatal: Supone que el Estado (la institución y no el gobierno de turno) asuma el rol de ser garante de la calidad educativa. Se basa en la noción de que la educación es un derecho (y por lo tanto debe ser tutelado por el Estado)  y un servicio público. Es el modelo que se lleva a cabo en países latinoamericanos que tienen los mejores niveles educativos: Brasil, Chile, Colombia. Estos dependen del Ministerio de Educación. En nuestro país, la idea de un organismo así no es nueva: Ha sido anteriormente planteada por diferentes intelectuales, el Consejo Nacional de Educación y el mismo Tribunal Constitucional. El problema es que  el Perú  hay desconfianza de las instituciones del Estado y se piensa  que puede haber injerencia del gobierno de turno. Por eso, debe tener una autonomía que salvaguarde dicha posibilidad. Entonces,  ¿cuáles son las funciones de este organismo regulador estatal? ¿Cómo su conformación trata de  asegurar la autonomía, dentro de nuestro marco normativo? 

La Superintendencia Nacional de Educación Universitaria y las Teorías de Justicia de Rawls y Sen.

Hace un par de meses se aprobó la nueva ley universitaria, donde se crea un organismo regulador de la calidad en la educación universitaria. He tenido la oportunidad de no solo seguir de cerca todo el desarrollo de esta ley,  sino de poder aportar en el debate sobre la misma. Ya en otro espacio he podido comentar sobre la necesidad de un organismo regulador para las universidad (aquí), sin embargo considero que la creación de mismo puede tener cierta relación con las ideas sobre Justicia de John Rawls y Amartya Sen. Ello será expuesto en este post brevemente.

Se ha difundido durante todo el debate la pésima calidad en que se encuentra nuestro Sistema Universitario en general. Ello se debe principalmente al abandono que ha habido por parte del Estado de su rol de garante de la calidad de la educación universitaria y la gran proliferación de universidades con fines de lucro, que distorsionan los propios fines de la educación. Es así que para la gran mayoría de jóvenes no se cumple con el derecho de todos de poder acceder a una educación de calidad en este ámbito. Ante dicha realidad, se ve la necesidad de establecer una nueva Ley Universitaria y en ella, la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, con el rol de garantizar el derecho de acceder a una educación de calidad. La función principal de este organismo, además de otras, es establecer mínimos de calidad para que funcionen las universidades. Ello significa que no podrán funcionar universidades que no tengan un mínimo de calidad.

A pesar de que el mismo planteamiento de la Superintendencia y la misma ley puedan ser mejoradas, esta institución podría entrar dentro de los planteamientos de las teorías de Justicia de John Rawls y Amartya Sen. Pues por un lado, responde a la idea de igualdad de derechos y libertades ( derechos que no solo es señalar que se trata de plantear que se poseen, sino que tiene que haber un garante de que los mismos se den efectivamente). Según Rawls, estructuras que responda a esos principios se hallan en la senda de la Justicia. Si bien no se plantea desde la idea de un nuevo contrato social, puede entrar en este enfoque desde la idea  de equidad, en tanto búsqueda de instituciones que promuevan que todos tengan los mismo derechos y libertades, sin tener en cuenta las condiciones sociales en las que se nació o los talentos que se posee (que son condiciones contingentes, en tanto que son dadas desde el nacimiento o formadas en gran parte por las condiciones en las que se nació. Es decir, son condiciones que responden a factores externos de los individuos, Superar estas condiciones lo que que se busca con la idea del velo de ignorancia). Al momento de establecerse mínimos de calidad para el funcionamiento de las universidades, supone que todos, sin importar su condición socio-económica, puedan acceder a una educación que al menos tiene un mínimo de calidad. Hasta el momento que ello se lleve a cabo, seguirá existiendo una relación directa entre capacidad de pago y calidad educativa, siendo así una condición de inequidad que tendía a marcarse más (sobre ello postearé más adelante)

Ahora esta idea de ir reduciendo las brechas de inequidad con el fin de superar las condiciones contingentes (hasta cierta medida, porque aún hay 2/3 de jóvenes que no pueden acceder ni siquiera a educación superior) junto con la búsqueda de promover libertades reales a través de una educación de calidad (aún limitada porque falta la reflexión sobre qué tipo de educación necesitamos y no solo sus condiciones (calidad/no calidad)) es una idea más ajustada a la reducción de injusticias. Y eh ahí el aporte que realiza Sen. Difícilmente podremos construir sociedades con instituciones justas del todo, como propone Rawls. De lo que se trata es reducir las injusticias, apuntando a ese ideal lejano. Injusticias que se reducen ampliando las capacidades. En este caso la educación universitaria de calidad si bien es un funcionamiento (una forma de ser y hacer, más que un conjunto de funcionamientos que ello sería una capacidad), es un funcionamiento fértil pues genera nuevas capacidades, desarrollando incluso una capacidad central como lo es la razón práctica. Lo interesante es que para Sen el espacio desde donde se busca reducir las injusticias son los debates públicos y también con la participación de observadores imparciales. Ello también puede verse en la nueva ley: Desde su elaboración y lo que posteriormente se viene, hay una serie de debates para someter una razonamiento públicas las distintas ideas y visiones que se tienen ( y se debe continuar con estos espacios de debate permanente, articulando así la sociedad civil, la comunidad universitaria y los organismos del sistema universitaria. Ello va a depender del MINEDU que es el ente rector de las políticas de calidad. El primer paso dado es que ya hay al menos un encargado del Estado que tiene dicha función). Además, en la misma Superintendencia, se plantea la idea de "observadores imparciales", en tanto que hay miembros que son ajenos a los intereses en debate (en este caso, la regulación del sistema universitaria), para así enriquecer con otras perspectivas el debate.

Ahora bien, como el planteamiento de la ley y la Superintendencia puede mejorarse, se trata de un acercamiento a la reducción de injusticias. Aún queda mucho por hacer para la reforma de la Educación Universitaria, pero el plantear una relación entre estas teorías de la Justicia y la ley universitaria sirve para introducir un marco conceptual desde el cual podemos establecer un norte hacia donde apuntar. La lucha por la educación de calidad para todos, supone una lucha por una sociedad más justa.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Desarrollo como Justicia Social- Primera parte: Las limitaciones del Enfoque de Capacidades

Cuando preguntamos sobre el Desarrollo de las sociedades (el hacia donde debe dirigirse las sociedades), un teoría conocida en distintos ámbitos internacionales (pero que aún en nuestro país solo se queda en el plano académico) es la del Enfoque de Capacidades. Esta teoría ha sido elaborada principalmente por Amartya Sen y Martha Nussbaum. En ella,  se plantea el Desarrollo como "un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos" (Sen 2000:19) ; es decir, se trata de ampliar las capacidades que tiene los humanos para "elegir el tipo vida (lo que pueden hacer y ser) que corresponde mejor con  lo que estos consideran valioso y tiene razones para valorar" (Ruiz-Bravo, Patrón, Quintanilla 2009: 17). (Se puede conocer más de este enfoque aquí). 

El presente escrito tiene como fin plantear algunas críticas al enfoque de Capacidades y presentar un esbozo de la posibilidad de un enfoque distinto, que se bien parte del de las Capacidades, busca trascenderlo. Al final, se planteará algunas tareas pendientes para la fundamentación del mismo. Estos tres objetivos serán presentados en tres secciones distintas. 

Enfoque de Capacidades: Libertad e individualismo

El valor central del Enfoque de Capacidades (EC) es la libertad: Una sociedad es más desarrollada mientras más libertades reales disfruten los individuos (libertades positivas,las de poder determinar realmente sus propias vidas en las distintas dimensiones de lo humano). El fin del EC es la realización humana, "la actualización plena de las potencialidades valiosas de las personas" (Tubino y otro 2011: 79). Ello solo es posible si los esfuerzos de la sociedad en su conjunto se centran en buscar ampliar las libertades de las que disfrutan los individuos en dicha sociedad. Así el centro del enfoque es las personas mismas, en tanto individuos (en contraposición a la colectividad). Ahora bien, no obstante si incorporá la dimensión social de la siguiente manera: 

-reconocimiento de que la identidad del individuo (con lo que determina el estilo de vida) es construida en sociedad; 
-el individuo que se realiza en sociedad y con otras personas (mediante el compartir, el afecto, el compromiso con los demás); 
-la necesidad de la participación política para poder ejercer realmente la libertad (poder determinar la sociedad que se busca, en conjunto con los demás) y el reconocimiento por parte de los otros de los derechos de los individuos.
-El rol del Estado y la sociedad civil para brindar las condiciones de bienestar que permiten realmente una libertad (educación, salud, seguridad alimentaria, promoción y protección de derechos, etc.) 

Es decir, si bien el enfoque se centra en la persona y la ampliación de las libertades de la misma, hay un reconocimiento de que esta persona en sociedad. Ahora, a pesar de esa delimitación, el enfoque, llevado a sus últimas consecuencias, puede resultar limitado. Pensemos en dos sociedades ideales, donde se ha alcanzado el Desarrollo (obviamente resulta complejo porque eso supondría una sociedad donde no puede ampliarse más las libertades pero los ejemplos son en sociedad donde los individuos no tienen carencias y poseen todos los derechos (las capacidades centrales en la teoría de Nussbaum (2012)):

En ambas los individuos tienen acceso a todos los servicios de bienestar de calidad: educación, salud, poseen un hogar digno con todos los servicios básicos, no tienen problemas de nutrición, las vías de comunicación están desarrolladas, no se posee carencias materiales, todos poseen trabajos dignos, el Estado se encarga de garantizar los derechos de todos, todos contribuyen mediante tributos y donaciones con el Estado y hay una institucionalidad democrática fuerte (todos pueden participar libremente en la decisiones políticas). Pero hay una ligera pero importante diferencia: En una la mayoría de los individuos ejercen su libertad sin una mayor preocupación o compromiso con los demás (No estropean la libertad de los demás, hay un respeto para con los demás y pagan sus impuestos pero centran sus vidas en el cuidado y satisfacción de si mismos y una poca relación con los demás, pese a que pueden hacerlo). En cambio en la otra, los individuos tienen un fuerte compromiso con los demás, disfrutan del compartir, de la participación política activa y de la construcción de nuevas formas sociales que promuevan que todos efectivamente se realicen y descubran nuevas formas de hacerlo (se puede tener todas las libertades, pero hay una diferencia entre la posibilidad de realizarse y la realización efectiva: La voluntad, que muchas veces se ve determinada por emociones y el influjo de otros). 

Según el Enfoque de Capacidades, ambas sociedades son plenamente desarrolladas, porque se cuenta con todas las libertades para elegir el estilo de vida que se tiene razón para valorar; pero la diferencia es que en una esa libertad se centra en en cada individuo mismo y en otra, para con los demás. Pero si nos preguntamos que sociedad eligiriamos, estoy seguro que la mayoría por no decir todos, optaría por la segunda opción y podría decir que esa sociedad es más desarrollada que la otra porque sus individuos viven en sociedad plenamente (los individuos se trascienden a sí mismos). Y he ahí una crítica al enfoque de capacidades, pues no logra capturar ese trascender de los individuos mismos: Una teoría del Desarrollo debe incorporar esa búsqueda más allá de lo individual.

Junto a este ejemplo, la centralidad en la idea de libertad también posee otra limitación: Lo significativo que pueden llegar a ser la vida de las personas. El enfoque señala que de lo que se trata el Desarrollo es de expandir las libertades de las personas, no viendo lo que las personas hacen con ella (por ello, es un enfoque liberal finalmente, pues se centra en las libertades más que en los funcionamientos (en términos del mismo enfoque, son formas de ser y hacer)). Es perfectamente compatible la idea de una sociedad que tiene las condiciones que hemos señalado en el ejemplo anterior (osea plenamente desarrollada) pero donde sus individuos tienen una vida basada en el consumo y el hedonismo ( a pesar de que podría elegir otra forma de vida). Cabe preguntarnos ¿son estas vidas plenamente significativas, propias de la realización de lo humano? Si la contrastamos con una donde los hombres reflexionan sobre sí mismos, cultivan artes y saberes, y donde el centro de sus acciones en el cultivo de sí mismos y para con los demás; estoy seguro que diremos que esta última sociedad es más desarrollada y las vidas den los que la conforman tienen una mayor significación.

Ahora bien,  el EC no deja del todo lo señalado: busca ampliar las libertades para elegir funcionamientos valiosos; es decir, no todo tipo de libertades es lo que hay que expandir sino aquellas que permiten elegir formas de ser y hacer valiosas y que el valor de las misma va a ser determinada por los individuos (donde tienen que tener razones para valorar). A ello, hay que agregarle propuestas como las de Martha Nussbaum que señala que es un tipo de educación la que realmente contribuye al cultivo de uno mismo y al Desarrollo Humano (una educación con pensamiento crítico, donde se cultiva la imaginación y el conocimiento de diferentes culturas, en un sentido cosmopolita de conocimiento de la humanidad en su conjunto). Sin embargo, ambos elementos no son incorporados del todo en el corpus de la propia teoría y por ello, el EC se queda a medio camino sobre la importancia de las vidas significativas. Sí bien por la importancia para la vida misma, la libertad es un fin en sí mismo, siempre es libertad para algo. No se trata de instrumentalizar meramente la libertad, sino hay que buscar un enfoque que vaya más allá de ella misma, promoviendo propiamente el florecimiento humano. 

Una tercera limitación del EC es en torno a la noción de capacidades, al plantearse como meramente individuales. Por capacidades se tienden un conjunto de oportunidades para elegir ser y hacer. No solo dependen de las habilidades del individuo sino también de las condiciones sociales que se poseen. El punto de partida y medida para el EC es lo que pueden hacer y ser los individuos. Se va a centrarse en la idea: "El individuo cuenta con acceso a educación, salud, libertades políticas, económicas y sociales, etc". Incluso cuando decimos que una sociedad cuenta con acceso a educación y demás servicios básicos y derechos fundamentales, hablamos de oportunidades que se encuentran en los individuos y no en el conjunto en sí mismo (que recibe dicha condición a partir de la suma de las partes). Sin embargo, cabe preguntar, si hay ciertas condiciones que son necesarias para la realización de los individuos pero que no pueden reducirse a los individuos mismos sino a la relación intersubjetiva entre sí (osea a la colectividad, entendida como mayor a la suma de las partes). ¿Hay capacidades colectivas, que van a depender del conjunto, no es reducible a los individuos y las cuales se debe buscar tenerlas y expandir por la importancia que tienen para el Desarrollo?

Identifico 4 posibles candidatos para ellos: la organización social, las comunidades de significación (ambas mutuamente relacionadas), el accionar socialmente responsable y las Verdades.

-Sí bien la organización social muchas veces buscan la ampliación y defensa de los derechos, persiguen fines que van más allá de la mera ampliación de las libertades individuales y que sólo pueden ser alcanzadas de forma colectiva: una visión para transformar el espacio común. Sí bien el EC habla de lo fundamental de los derechos de asociación y los derechos sociales, de lo que se trataría con esta capacidad colectiva es el poder de la construcción de un espacio común (muy relacionado a la idea de la democracia). Puede haber libertad de asociación y participación, pero sin efectivamente organizaciones una sociedad se ve limitada en sus posibilidades de determinación.
-Muchas organizaciones son también a la vez comunidades de significación. Las comunidades de significación son espacios de compartir entre individuos, donde se determinan las identidades de los mismos, se brinda espacios desde donde significar las vivencias y donde se empiece en función a un nosotros, más allá de un yo individual. Ahora como vemos, tiene un impacto en los individuos pero su existencia y desarrollo va a depender de las relaciones intersubjetivas.
-El accionar socialmente responsable es un concepto introducido recientemente. Uno de sus principales exponentes es François Valleys. Este filósofo señala la idea, de que con las nuevas tecnologías, la globalización y los medios de comunicación, los impactos de las acciones individuales se han expandido hasta más allá de lo incluso imaginable por uno mismo. Y las consecuencias de las acciones se entrecruzan con las consecuencias de las acciones de otros, generando así mayores impactos. Entonces, su pone un gran reto pensar como uno se puede hacer responsable de sus actos, si no tiene pleno control sobre los impactos de las mismas y sí las consecuencias de sus actos se entrecruzan con las de otros. Entonces supone pensar en un ámbito de responsabilidades compartidas, una responsabilidad social, donde los individuos procuran actuar más allá de sí por lo necesidad de responsabilizarse por las acciones conjuntas y los impactos que generan. Entonces una sociedad desarrollada no sólo va a preocupar ampliar las libertades de los individuos, sino el cultivo y  la expansión del accionar socialmente responsable.

-Finalmente, el tema de la Verdad o los saberes que pueden ser compartidos por toda la humanidad en su conjunto (no es una universalidad dada de antemano, sino una búsqueda de la misma) es una cuarta limitación al enfoque de Capacidades. Ello porque toda libertad supone una elección por parte de los individuos. Y la elección se realiza desde los marcos socio-cognitivos del sujeto. Es decir, siempre el sujeto va a elegir partiendo de un punto de referencia: su contexto socio-cultural, que determina la comprensión del mundo que tiene. Es lo que determina su identidad (en el link citado más arriba se puede ver mejor este tema) desde la cual ejercer su libertad. La idea de ampliar las libertades, también supone el ampliar los horizontes de comprensión (por ello, es fundamental la educación y el compartir con otras culturas). Y entonces, se ve la cuestión si es que se busca realmente ser libre, se debe aspirar a partir desde puntos de referencia comunes para toda la humanidad; sentidos que puede llegar a ser universales que sirvan como puntos no limitados (pues los demás saberes siempre serán parciales). Es desde estos puntos en tanto podemos cultivar plenamente nuestra humanidad (porque partimos desde lo que es común para todo hombre). Evidentemente, se descubrirá que una de estas Verdades o sentidos comunes es la diversidad de las comprensiones del mundo, el potencial creador del hombre ante su entorno. Por lo tanto, la cuestión de la Verdad no es solo una dación o creación  de ciertos sentidos comunes para todos los hombres, sino también la constante relación con los saberes particulares de cada cultura y de cada hombre, ya sea por la apropiación de las Verdades o por la creación de saberes propios. Una verdadera libertad se trata de una danza entre lo universal y lo particular. La búsqueda del Desarrollo debe llevarnos más allá de los cuerpos, lenguajes y culturas, e incorporar también los sentidos comunes, lo propiamente humano. (Se que el tema de la Verdad puede resultar complejo, pero será desarrollado posteriormente. La idea aquí es problematizar sobre las limitaciones entre la libertad, identidad y elección, y por tanto, la necesidad de nuevos planteamientos) 

En la siguiente sección, desarrollaré la idea de un enfoque posible, que incorporé lo señalado al enfoque de las Capacidades. Y este será ya no solamente la idea del Desarrollo como ampliación de las capacidades o libertades sustanciales, sino la de como Justicia Social. 

domingo, 11 de mayo de 2014

Educación Universitaria y el Desarrollo Humano: Un esbozo sobre una posible medición de la contribución de las Universidades a la ampliación de capacidades desde la noción de justicia distributiva.

En el presente trabajo se abordará la relación que las universidades deberían tener con el Desarrollo Humano y el Enfoque de Capacidades. Dicho vínculo debe atravesar las cuatros funciones esenciales de la universidad. Estas son: Formación, Investigación, Relación con el entorno y Gestión. Ello supone repensar la forma de concebir a las universidades y la gestión de las mismas. Porque en la actualidad, las concepciones dominantes del fin de una universidad están llevando a un alejamiento de la contribución de esta con ampliar las libertades de las personas.
Se presenta esto desde un área específica que es la gestión económica de la universidad y su relación con los ingresos generados por las pensiones de los estudiantes. Se trabaja esta relación a partir de una redefinición de la noción de justicia distributiva y cómo, debiendo apuntar a ello, se tiene que reformular la gestión económica.

Palabras claves: Universidad; Justicia Distributiva; educación


Introducción
La presente ponencia tiene como objetivo brindar una aproximación de cómo podría pensarse la relación entre las universidades y el Desarrollo Humano. Aunque dicho vínculo se tome como evidente, muchas veces es solo una declaración de principios o se concibe desde un enfoque limitado. Aquí se verá no solo que debe existir dicho vínculo de una manera más amplia de lo que las concepciones actuales plantear. Se planteará como esta relación debe darse de manera transversal a todas las funciones de la universidad. Y se  centrará en un área específica de la institución universitaria como es la gestión económica y su relación con los ingresos provenientes de las pensiones de pregrado.

1. El enfoque de capacidades
El enfoque de capacidades sostiene que el desarrollo de las sociedades “puede concebirse como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos” (Sen 2000: 19). Es un enfoque que se contrasta con otras visiones del desarrollo, como con la del crecimiento económico o el aumento de los ingresos personales. Parte de la pregunta "¿Qué es capaz de hacer y de ser cada persona?” (Nussbaum 2012a: 38)  Toma como base la noción de que las personas son libres y capaces de influenciar en su propio destino. El ser humano es ante todo un agente, que significa que es una “persona que actúa y provoca cambios y cuyos logros pueden juzgarse en función de sus propios valores y objetivos, independientemente de que los evaluemos o no también en función de algunos criterios externos” (SEN 2000: 35).

El fin del enfoque de las capacidades es la realización humana, que se entiende siguiendo a Aristóteles, como Eudaimonía o “florecimiento humano”. Esto significa “en otras palabras, como la actualización plena de las potencialidades valiosas de las personas” (Tubino Y otros 2011: 79). Así pues, si el ser humano es un agente, para poder realizarse se debe ampliar las capacidades de “elegir el tipo de vida que corresponde mejor con  lo que las personas consideran valioso y tiene razones para valorar” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 17)

Por capacidades se entiende un conjunto de oportunidades para elegir y actuar. Es un tipo de libertad: la libertad de poder vivir de distintas maneras. Es un concepto complejo porque no solo supone las habilidades interiores de las personas, sino las condiciones socio-económicas para poder alcanzar combinaciones alternativas de funcionamientos. Un funcionamiento es una manera de vivir. “Los funcionamientos son seres y haceres que, a su vez, vienen a ser los productos o las materializaciones de unas capacidades” (Nussbaum 2012a: 44). Por lo tanto, una persona es más libre “cuanto más vectores (de funcionamiento) sean accesibles y cuantos más elementos valiosos para la persona tengan esos vectores” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 19)

Aquí cabe reflexionar sobre qué tipo de libertades u oportunidades se deben ampliar. ¿Es desarrollo humano el mero hecho ampliar las oportunidades de realizar actividades que se consideren “valiosas”, no importa cuáles sean aquellas a las que se otorga dicho título? Podemos decir que no. El desarrollo humano es la búsqueda de que todas las personas tengan calidad de vida y por lo tanto una vida digna. La dignidad humana es una noción intrínseca al propio hombre y que plantea que el hombre es un fin en sí mismo. Nussbaum (2012c: 166-168) plantea que la dignidad humana va intrínsecamente ligada a lo que define a un hombre: su racionalidad, la sociabilidad, sus necesidades. Es decir, va  relacionada propiamente a lo que un hombre es capaz de hacer y ser en tanto hombre. El hombre es un fin en sí mismo en tanto que en el mismo encuentra la capacidad o posibilidad para poder realizar su propio ser en tanto hombre. Una vida digna es aquella donde pude hacerlo realmente. “La idea de dignidad humana normalmente implica la idea de un igual valor” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 38). Ello supone que todos los humanos somos iguales en valor y eso ya nos aleja de la  noción de que lo valioso queda determinado en última instancia por cada cultura.

Hay ciertas condiciones o libertades (capacidades) que permiten una vida humanamente digna y que son universales a todos, pues compartimos una humanidad común. Estas son las diez capacidades centrales que Martha Nussbaum señala y que se puede ver mejor en su libro “Crear Capacidades” (2012a). Así se plantea que “hay maneras de vivir que son verdaderamente humanas, propias de la dignidad de un ser humano; y otras que no lo son” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 40). Las primeras son las que permiten el florecimiento humano. Y si el hombre es un fin en sí mismo, de igual valor que todos los demás, la vida de un individuo y su relación con los otros tiene que verse atravesada por dicho principio. Entonces, el enfoque supone una ética y preocupación por la vida de los otros para que esta pueda ser vivida dignamente.

De la lista de las capacidades centrales hay dos que desempeñan un papel “arquitectónico diferenciado, pues organizan y tienen una presencia dominante sobre las demás. Son las de la afiliación y la razón práctica” (Nussbaum 2012a:59). La razón práctica es la capacidad para reflexionar críticamente acerca de la planificación de la propia vida. “La oportunidad de planificar la propia vida supone una oportunidad para elegir y ordenar también los funcionamientos correspondientes a las diversas capacidades restantes” (Nussbaum 2012a:60). Es fundamental pues es  justamente la capacidad para deliberar y decidir sobre nuestra propia vida.

Lo mismo sucede con la afiliación. Esta es la capacidad de poder vivir e interactuar con los demás y que esta convivencia se base en el mutuo reconocimiento de la dignidad de todos. Es arquitectónica porque “se entiende que domina sobre las demás capacidades, pues cuando estas están disponibles de un modo respetuosa con la dignidad humana, la afiliación forma parte de ellas (la persona es respetada como ser social)” (Nussbaum 2012a: 60). Esta capacidad no solo es fundamental por el reconocimiento de la dignidad sino porque también se entrelaza con la razón práctica. Esta última se ve condicionada por las estructuras sociales, las culturas y las relaciones con los demás, y que propiamente determina la identidad.

En ese sentido, Charles Taylor señala lo siguiente:  “Mi identidad se define por los compromisos e identificaciones que proporcionan el marco u horizonte desde el cual yo intento determinar, caso a caso, lo que es bueno, valioso, lo que se debe hacer, lo que apruebo o a lo que me opongo. En otras palabras, es el horizonte dentro del cual puedo adoptar una postura” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 72). Nuestras identidades se configuran en función de nuestras comunidades de pertenencia, los roles sociales  y nuestros ideales morales. Así, “la identidad es una construcción intersubjetiva. Las identidades múltiples que constituyen mi identidad no son escogidas en un acto de deliberación racional. Se construyen en las relaciones con los otros” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 61).

Con todo lo señalado, si es que quiere realmente ampliar la libertad de las personas para elegir el tipo de vida que consideren valiosa y tengan razones para valorar, se tiene que buscar ampliar los horizontes desde los cuales se constituye la identidad. “El contacto intercultural pone de manifiesto nuevos sentidos de concebir el mundo y la vida, así como nuevas prácticas sociales disponibles a los usuarios de las diversas culturas” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 75). Así se entiendo porque Martha Nussbaum plantea el ideal cosmopolita (2013) de ciudadano del mundo, que se abre ante nuevas posibilidades de sentido y busca sentidos compartidos por todos, universales, propios de todos los humanos desde los cuales puede desarrollar y florecer su humanidad y a partir de ellos adquirir un compromiso con todos los hombres y no solo con lo de un grupo específico. Es el hombre en la búsqueda de la verdad.  

2. La finalidad actual de la institución universitaria
La sociedad se constituye a partir de instituciones. Si se busca la ampliación de las capacidades de las personas el reto está en “cómo crear instituciones que sustenten el desarrollo humano y cómo ordenar estas instituciones en sistemas institucionales que aseguren su continuidad” (Ruiz-Bravo, Patrón Y Quintanilla (Comp.) 2009: 124). Por ello, se reconoce la importancia fundamental de las instituciones para el desarrollo humano:

Los individuos viven y actúan en un mundo de instituciones. Nuestras oportunidades y perspectivas dependen sobre todo de las instituciones que existe y cómo funcionan. Las instituciones no solo contribuyen a aumentar nuestra libertad, sino que su papel puede evaluarse de manera razonable a la luz de su contribución a aumentarla. La concepción del desarrollo como libertad permite evaluar sistemáticamente las instituciones (Sen 2000:178)

La pregunta que guía esta ponencia es cómo hacer para que las universidades contribuyan al desarrollo humano. Entonces hay que preguntarse cuál es el fin de la universidad, para así averiguar en qué áreas del desarrollo tienen una incidencia. Evidentemente, esta es una tarea sumamente compleja, porque no solo hay una definición del fin de una universidad. Hay diferentes tipos de universidades alrededor de todo el mundo, e incluso en nuestro país hay diferentes concepciones. A ello hay que sumarle que ha habido cambios en sus fines a lo largo de la historia de su existencia. Creo que los únicos elementos comunes que hay entre todas estas visiones es que son instituciones educativas (en un sentido amplio) donde se brinda conocimientos que permite ejercer una profesión.

Ahora de lo que se trata en el presente trabajo es esbozar la idea de una institución universitaria que contribuye realmente con el desarrollo humano. Ello supone, por una parte, un ideal que pasa por el reino del deber, pues es una propuesta hacia la cual debemos apuntar en base a lo señalado en el punto 1. Por otra parte, este ideal supone que en el presente aún no hay claridad entre esa relación entre universidad y desarrollo humano. ¿Por qué no sucede esto si se habla de educación y hay el consenso que la educación es fundamental del desarrollo? ¿Cuál es la concepción predominante sobre el rol o el fin de la universidad?

Podríamos decir, simplificando por motivos del presente ensayo, que hoy predominan a nivel mundial dos concepciones de universidades que se pueden interrelacionar. La primera concepción es la que señala que el fin de la universidad es contribuir con el crecimiento económico y por lo tanto, la educación universitaria debe desarrollar el capital humano. “La educación superior tiene un impacto directo en la competitividad del país a través de su efecto sobre la productividad de su mano de obra. La presencia de profesionales competentes es, sin lugar a dudas, uno de los factores que analizan los inversionistas al tomar sus decisiones” (SINEACE 2013: 14). Ello se debe a que “los modelos de crecimiento endógeno han destacado la contribución central de la acumulación de conocimientos al crecimiento del producto interno bruto” (Yusuf, Nabeshima (ed.) 2007: 4)

Así la educación es considerada como una inversión, tanto por su impacto en el crecimiento económico a través de la mejora de la competitividad de sus actores como por su capacidad para aumentar la empleabilidad y por lo tanto generar un retorno.

 “La teoría económica aporta al análisis de la educación considerándola como una decisión de inversión. Ello implica que un individuo renuncia a la oportunidad de generar ingresos en el presente y decide invertir recursos monetarios y de tiempo a cambio de una perspectiva de ingresos más altos en el futuro. En ese sentido, es natural hablar de una retorno a la educación, así como lo es cuando nos referimos a cualquier proyecto de inversión” (Yamada, Castro, Asmat 2013: 11)

Esta visión nos está llevando a una crisis silenciosa, como bien señala Nussbaum (2010), que pasa inadvertida pero que pone en riesgo la misma pervivencia de la democracia, como veremos en la siguiente sección, necesita de las humanidades para ello.  

“En todas las naciones del mundo se están erradicando las materias y las carreras relacionas con las artes y las humanidades (…) Concebidas como ornamentos inútiles por quienes definen las políticas estatales en un momento en que las naciones deben eliminar todo lo que no tenga ningún utilidad para ser competitivas en el mercado global”(Nussbaum 2010: 20)

Incluso desde este enfoque los hombres somos concebidos como medios para el crecimiento económico. “los seres humanos son considerados como factores productivos (como un elemento más del mecanismo productivo), y consiguientemente como un valor meramente instrumental” (Cejudo 2006: 369). Se parte, pues, desde un criterio económico y no desde el hombre mismo. “el criterio para medir la educación es la eficacia de la institución (…) para producir y reproducir el conocimiento experto que el sistema económico y social necesita para su mantenimiento y expansión” (Cejudo 2006: 372)

La otra concepción de universidad es la que nombraré como enfoque de investigación. Es la concepción que se puede ver a través de los rankings para medir las universidades y que actualmente son utilizados ampliamente a nivel mundial, tanto por la sociedad civil y medios de comunicación como por los gobiernos. Se basa en la idea de universidad de investigación proveniente del mundo de habla inglesa. En ellos se evalúa principalmente las investigaciones que se hacen en cada universidad en función a su trascendencia en el ámbito internacional. Setenta Rectores de toda Latinoamérica a través del “Encuentro Las Universidades Latinoamericanas ante los Rankings Internacionales: Impactos, Alcances y Límites” [1]señalaban que este enfoque resulta muy limitado porque deja de lado la función educativa y social de la universidad. Además simplifica la complejidad de las diversas instituciones universitarias. Por último, si incluso  nos centramos en la investigación, solo se mide la investigación y su relación con el mundo académico y no la contribución que hacen estas realmente con el desarrollo de la sociedad.

Como señalamos, ambos enfoques se ven relacionados. Yusuf y Nabeshima (2007) señalan como en todo el mundo es promovido el crecimiento económico desde las universidades a partir de la investigación e innovación. Ísmodes (2006) en la misma línea, describe como países que han priorizado en políticas de investigación, desarrollo experimental e innovación  han llegado a un alto grado de desarrollo.  Existe así también una vinculación entre estas visiones de universidad y el desarrollo de la sociedad, pues, por una parte, al ser una inversión la educación, mejora los ingresos de quienes acceden a ella y entonces se genera movilidad social. Por otra parte, se producen bienes y servicios que también contribuyen a mejorar las condiciones materiales de la comunidad.

Sin embargo, resultan limitadas para desarrollar las capacidades de las personas. Quedarse en dicha concepciones es seguir reproduciendo las injusticias de la sociedad. En el enfoque de capacidades, tal como lo concibe Nussbaum (2012a), se presenta una propuesta parcial de justicia social. “Proporcionar esas diez capacidades a todos los ciudadanos y ciudadanas es una condición necesaria de la justicia social” (P.61). Hay un umbral mínimo respecto a dichas diez capacidades sin el cual no se considera la dignidad de las personas. Una educación que se evoca a desarrollar solo algunas capacidades teniendo la posibilidad de desarrollar de una gran manera todas las centrales, es una educación que reproduce la injusticia. No puede haber instituciones neutrales. Si se declara que el hombre es un fin en sí mismo, no solo basta con respetarlo como tal sino lleva a la deber ética de brindarle las condiciones para poderse realizar así. No hacerlo supone no reconocer dicha dignidad.

3. Educación universitaria y Desarrollo Humano
Entonces, viendo la visión predominante sobre el rol de la educación y las instituciones universidad y las limitaciones que tienen para contribuir realmente al Desarrollo Humano, cabe preguntar: ¿Qué visión de universidad se debe gestar para poder contribuir a la ampliación de capacidades? Lo primero es pensar el fin de la educación desde el enfoque de capacidades. Para Nussbaum  “la educación es la clave de todas las capacidades humanas” (Boni, Lozano y Walker 2010: 123). Ello debido a que la educación es el cultivo de nuestra humanidad, es la formación de nuestra capacidad de agencia, lo que nos hace propiamente humanos. La agencia es la capacidad de poder realmente ser y hacer lo que uno mismo considera valioso y tiene razones para valorar. Es el poder ser “creadores de nuevos cursos en el mundo” (Tubino y otros 2011: 84) a través de la convivencia en diálogo y deliberación. Y como dijimos, la agencia se cultiva solo a través de la educación para poder “actualizar”, en términos aristotélicos, lo que está en potencia en el hombre.

Por ello, una verdadera educación no solo es adquisición de saberes sino también “puede interpretarse como el aumento del conjunto capacidad de las personas a través de la adquisición de capacidades para funcionar. Si la propuesta fuera expandir determinadas funciones en lugar de capacidades, se podrían pensar que los educadores han de tratar de que cada alumno actúe y sea de las maneras que ellos establecen” (Cejudo 2006: 373). La educación es para la libertad. Eso no significa no poder conocer y entrar en diálogo con distintas estilos y concepciones de vida (funcionamientos) sino que lo que se debe hacer principalmente al educar es desarrollar la capacidad reflexiva para poder uno mismo elegir entre esos estilos o ser capaz de crear una nueva posibilidad. 
¿Cuál es entonces la característica particular de la educación universitaria? ¿Qué la diferencia de los demás tipo de educación y cuál debería ser su aporte a la ampliación de capacidades? En  tanto educación superior, se diferencia de la educación básica en lo que llamaré la consolidación de la autonomía. Quienes acceden a ella se encuentran en una etapa  donde ya ha habido un proceso de desarrollo cognitivo y por lo tanto, están en la posibilidad de determinar autónomamente su propia vida. Pues, ya se está en las condiciones de poder tomar decisiones por uno mismo y por lo tanto, ser responsable por ellas mismas. Precisamente con esta consolidación de la autonomía, la educación superior debe brindar los conocimientos y las habilidades necesarias para tener un control efectivo sobre el propio medio de vida, tanto a nivel de participación política y ciudadanía, como en relación a una carrera profesional que brinde un sustento económico.

Lo propio de la educación universitaria, lo que la diferencia de los demás tipos de educación superior, es su orientación hacia la búsqueda de verdad o los sentidos comunes a todo lo humano. Una verdad, según Alain Badiou (2007), es un acontecimiento o hecho excepcional de ruptura a los sentidos vigentes, dentro de la vida humana que es cuerpos y lenguaje,  que por su magnitud puede ser reconocido como universal.  Este acontecimiento jamás es acabado, pues para convertirse en verdad debe ser capaz de construir nuevas estructuras de sentido. Su ser yace en la posibilidad de ser compartido por todos.

El hombre, como vivimos, para poder realizar su libertad debe buscar la verdad. Para poder juzgar y elegir las maneras de ser y hacer que tenemos razones para valorar, tenemos que hacerlo desde un punto de partida. Como dice Pepi Patrón, “Siempre criticamos desde algún lugar, porque siempre estamos en alguna tradición o vida comunitaria particular” (Lerner y otros 2011: 120). Entonces nuestro punto de partida debe ser a partir de los sentidos comunes a toda la humanidad, que se manifiestan de diversas formas en cada comunidad y entran en diálogo con los saberes de cada vida comunitaria para construir nuevas estructuras. En esto la universidad cumple un rol fundamental. Como señale en otro artículo (Cáceda 2013), la universidad tiene las siguientes labores:

la de formular “situaciones acontecimientales” (donde el Estado de la Situación está al borde Vacío o pierde sentido) a partir de la crítica a la sociedad; la de generar acontecimientos-verdad, a partir de creaciones científicas, artísticas o políticas que produzcan una ruptura con la unidad de sentido ya establecida, que sea la expresión de sentires no reconocidos o no contemplados por la estructura vigente y que generen una nuevo sentido a partir del cual se reordenan las estructuras y saberes anteriormente existentes;  y la de comprender y formular nuevas posibilidades de vivir a partir de la aparición de una verdad. Es, pues, el espacio de la creación continúa de nuevas posibilidades.

Por ello, en la educación universitaria hay una orientación hacia la investigación, que podemos entender, siguiendo a Salomón Lerner como la “búsqueda constante de nuevas formar a partir de las cuales se puede replantear y perfeccionar nuestra convivencia mutua” (Lerner y otros 2011: 29) y nuestra relación con el mundo. Ello lleva a que el conocimiento que se imparte en la universidad nunca deba ser especializado solamente, sino debe estar en constante interacción con las otras disciplinas o saberes, por esta necesidad dialógica de la verdad y de la búsqueda de la libertad. Debe ser, pues, interdisciplinario y transdisciplinario.
Viendo ya la naturaleza de lo que debería ser la la educación universitaria, nos cabe preguntar: ¿Qué relación hay entre la educación universitaria  y las capacidades centrales? Si tomamos la lista de las diez capacidades centrales de Martha Nussbaum (2012a: 53-55) vemos que la educación universitaria debe contribuir en ellas de la siguiente manera:

A. Sentidos, imaginación y pensamiento: La educación universitaria debe no solo proporcionar conocimientos, sino desarrollar la habilidad de análisis, reflexión crítica y argumentación. Debe ser plural, interdisciplinaria y transdisciplinaria. Plural en tanto que no solo puede brindar solo la forma de conocer de una sola cultura sino que debe mostrar los presupuestos epistémicos, la cosmovisión, las formas de conocer y vivir de las diferentes culturas. Interdisciplinario y transdisciplinario porque se tiene que proporcionar una visión de conjunto de la complejidad de los problemas y evitar el encapsulamiento en los estrechos límites de una especialidad. La educación universitaria debe formar la sensibilidad no solo como forma de la contemplación estética sino también como una apertura hacia las dimensiones ocultas de la subjetividad y como aprendizaje de expresión en los diversos lenguajes que el arte nos proporciona. La educación universitaria no solo debe formar la imaginación para pensar en otras realidades posibles, para ser creativos e innovadores sino para poder imaginarnos en la situación de los otros. [2]

B. Emociones: “La emociones son evaluaciones o juicios de valor” (Nussbaum 2008) mediante las cuales atribuimos a un objeto externo importancia para nuestro propio bienestar. Entonces, la educación universitaria debe tener impacto en el desarrollo emocional a partir de la reflexión sobre nuestras propias emociones y el cultivo de emociones como la empatía, la compasión e indignación justificada. Estas son emociones fundamentales para el desarrollo humano.

C. Juego: Una parte de la educación universitaria debe ser dirigida al disfrute y la recreación, elementos valiosos de una vida. Por ello es vital que las universidades ofrezcan una vida universitaria variada.

D. Control sobre el propio entorno: Supone dos capacidades, la política y la material. La educación universitaria tiene que formar ciudadanía entendida como “conciencia de sí mismos y de los demás como sujetos de derechos y responsabilidades públicas inalienables” (Tubino y otros 2011: 77). Se trata de cultivar en los individuos una conciencia ética de la necesidad de no solo participar en lo público para poder determinar su propia vida sino el compromiso con el desarrollo y el respeto de la dignidad de los demás. Esta formación no solo pasa por cursos con la temática sino que en la misma institución universitaria halla espacios de participación democrática. En cuanto a la capacidad material, la universidad no solo debe brindar competencias profesionales sino que le brinde las habilidades y conocimientos para que la profesión que se ejerza sea en el reino de la libertad, al servicio del libre juego de la mente, de la imaginación (Marcuse 1969:4). Se trata de formar profesionales innovadores, que encuentran en el trabajo una forma también de realizar y no solo un medio tedioso para vivir.

Además, la educación universitaria tiene un impacto fundamental en las capacidades arquitectónicas:

E. Razón práctica: Amplia nuestros horizontes de comprensión de nuestras diversidades dimensiones como humanos y nuestra relación con el mundo. Ello nos lleva a ampliar las posibilidades que tenemos para determinar la planificación de nuestra propia vida. Por ello, la educación tiene el deber fundamental de cultivar el pensamiento crítica y la vida reflexiva. 

F. Afiliación: La educación universitaria debe ser impartida a partir de la interacción y la colaboración, tanto adentro como afuera de las aulas. La búsqueda del saber se construye a partir del diálogo. Y ello enseña también la importancia de la vida en comunidad. Además debe llevar a la reflexión sobre los distintos sentidos que nos constituyen y de los cuales formamos parte. La búsqueda de la verdad es justamente la búsqueda de los sentidos que compartimos como humanidad. Por último, ello supone una búsqueda de justicia social donde se promueve la inclusión y se debe luchar contra todo tipo de discriminación.  

Justamente con todo ello, Martha Nussbaum (2010; 2012b) presenta distintas propuestas educativas que buscan cultivar la humanidad y fomentar una democracia dedicada a promover la ampliación de capacidades de los individuos.  Piensa que es necesario que se desarrolle la habilidad para un examen crítico de uno mismo y de las propias tradiciones que permita una vida experimentada. También que desarrolle la “capacidad de verse a sí mismos no sólo como ciudadanos pertenecientes a alguna región o grupo, sino también, y sobre todo, como ser humanos vinculados a los demás seres humanos por lazos de reconocimiento y mutua preocupación” (2012b:29). Además se tiene que fomentar “imaginación narrativa” que es la capacidad de pensar cómo sería estar en el lugar de otra persona, comprender sus emociones, anhelos y deseos.  Todo debe llevar a desarrollas aptitudes vitales para la democracia como es la de reflexionar sobre cuestiones políticas que afectan a la nación, la del reconocimiento de los otros como sujetos de derechos iguales, la del interés por la vida del otro, la de emitir juicios críticos sobre los dirigentes políticos, la de pensar en el bien común como un todo y la de reconocer la propia nación como parte de un orden mundial. (2010: 48-49)

4. Las funciones de la universidad y su contribución al desarrollo humano
Ahora, la universidad no solo tiene una función educativa sino como espacio del conocimiento, tiene también una función de investigación como hemos visto. Así mismo, la universidad en su función de gestionar los saberes tiene una función fundamental en la sociedad, la cual podemos categorizar como función de relación con el entorno. Por último, tiene también la función de gestionarse a sí misma y lo debe hacer desde la propia comunidad para poder cumplir su fin de la búsqueda del saber sin condiciones o que se ve limitado por agentes externos al propio proceso del conocimiento. Así, la universidad tiene cuatro funciones esenciales y desde las cuales genera impactos en su entorno. El reto es pensar como contribuir a la ampliación de las capacidades desde esas cuatro funciones y no solo desde la función educativa.

De lo que se trata es de gestionar éticamente los impactos que se generan a partir de dichas funciones para poder contribuir con el desarrollo humano. Ello es lo que se conoce como Responsabilidad Social Universitaria. Esta se puede definir como “una teoría de gestión que obliga la organización a situarse y comprometerse socialmente en y desde el mismo ejercicio de sus funciones básicas” (Vallaeys 2007: 3-4). Se debe buscar repensar la gestión de la universidad para que desde el interior de sus propias funciones y transversalmente puede comprometerse con el desarrollo humano. Desde estas funciones se puede aumentar las capacidades combinadas, ya que no solo impacta sobre el desarrollo de las capacidades internas de los individuos a partir de la educación sino también la universidad es capaz de cambiar las estructuras sociales desde la investigación y la relación con el entorno.  Por ello es fundamental para el desarrollo humano concebir la universidad  desde la totalidad de sus funciones y no solo desde la educación.

Así, siguiendo a Francois Vallaeys (2007, 2009) podemos esbozar algunas formas en que la universidad debería contribuir al desarrollo humano otras propias funciones:

A. Función de gestión: Se debe promover una calidad de vida institucional ejemplar. Se trata de asumir el reto de educar a todos los miembros de la comunidad universitaria (profesores, alumnos, trabajadores) desde los mismos hábitos cotidianos rutinarios para un comportamiento organizacional ético. Se debe promover que todos sientan a la universidad como un espacio para desarrollar su humanidad a partir de los roles que asumen. Por ello es fundamental que se cultiven valores democráticos, ciudadanos, de solidaridad y del compartir. Además todos deben estar comprometidos con el desarrollo sostenible y que el campus pueda contribuir con ello. Por último se trata de que la universidad sea abierta hacia la diversidad, incorporándola en todos sus niveles y así destierre todo tipo de discriminación.

B. Función de investigación: Se debe implementar una gestión social del conocimiento. Ello supone que la producción de los saberes científicos, artísticos, culturales, humanistas y tecnológicos se ven comprometidos con el desarrollo humano y la ampliación de las capacidades de los individuos, haciendo también sinergía con otras instituciones para poder lograr este fin. Además debe haber un cuestionamiento permanente a los supuestos epistemológicos de los saberes impartidos, pues pueden reproducir inequidades y dominaciones. Ella supone también que los procesos de construcción del conocimiento se den de modo participativo, con actores no académicos. Por último implica la tarea de difundir amplia y comprensiblemente los procesos y resultados de las investigaciones, para facilitar la reflexión crítica de los mismos por parte de todos los ciudadanos, logrando así una accesibilidad social del conocimiento. Desde esta forma de producir y gestionar el conocimiento se debe ir tras la búsqueda de los sentidos comunes a la humanidad y las visiones o saberes particulares de cada comunidad, para producir mejores formas de comprensión de nuestra humanidad y nuestro entorno.

C. Función de relación con el entorno: Se debe buscar que la universidad asume un compromiso público con su entorno. Ello supone que no solo desde el conocimiento sino también desde la praxis de los miembros de la comunidad universitaria se puedan constituir proyectos con diversos agentes sociales que tengan como objetivo contribuir con el desarrollo de dichos agentes o comunidades. Estos proyectos deben tener un enfoque de mutuo compromiso, colaboración y aprendizaje. Así se trata de implementar comunidades de aprendizaje.

5. La gestión económica de la universidad en relación a los estudiantes y el enfoque de las capacidades
Hemos llegado al punto final de la ponencia y que demostrará que si queremos contribuir realmente al desarrollo humano desde la universitaria, es necesario repensar la gestión en todos sus dimensiones. En este apartado, me enfocaré en lo relacionado a la gestión económica de la universidad privada referente a los estudiantes. Ahí me detendré en dos puntos muy específicos: la determinación de los costos de las pensiones y la diferenciación en los costos de la misma. Para ello, me basaré, además de los conceptos ya trabajados, en la noción de justicia distributiva.

Para ello, comenzaré definiendo algunos conceptos. Primero, ya vimos lo fundamental de la educación para el desarrollo de la agencia de los individuos y para poder lograr su propio florecimiento. Es, evidentemente, un derecho (pues sin ella no podríamos cultivar nuestra propia humanidad) y un servicio público (todos deben acceder a ella y contribuye con el principio-fin del Estado que es la realización de los individuos). La educación privada cumple el rol de complementar la educación pública (en casos, por ejemplo, de oferta insuficiente) y de diversificarla. La educación privada muchas veces se ve con la difícil tarea de poder conseguir fondos para mantenerse. Dichos fondos en la mayoría de casos provienen principalmente de las pensiones, que son contraprestaciones, al servicio brindado. Al suponer un pago, entonces en la mayoría de casos habrá quienes puedan pagarlo y quienes no puedan hacerlo. Y ahí vienen las complicaciones, pues se limite el acceso por una condición extra-educativas. Evidentemente hay condiciones necesarias de exigencia para que pueda haber una educación real pero el cumplimiento libre (digo libre porque puede haber caso que se deben a condicionantes sociales como malas condiciones escolares) o no de dichas exigencias debe ser el criterio de acceso.

Así se da una complicación pues por un lado debe buscarse el desarrollo de las capacidades mediante el acceso a una educación de calidad para todos, pero por otra, para poder mantenerse y desarrollarse las instituciones privadas tienen que determinar un costo que limite dicho acceso o la posibilidad de mantenerse en ella. ¿Cómo se debería accionar de acuerdo a todo lo esbozado?

Podrías esbozarse que ahí el rol lo tiene el Estado y que aquellas personas que no tienen los medios para acceder a una educación privada deberían ir a una educación pública y esta última debería ser de calidad. Pero ahí se estaría limitando las posibilidades de elección por criterios no-educativos sino de poder adquisitivo, lo cual es una injusticia. Pues lleva a que se plantee que la capacidad para elegir la educación que uno considere valioso se ve determinada por el poder económico que se tiene y evidentemente esto va en contra del desarrollo humano. 

Otra opción es que se brinde becas para permitir el acceso a quienes no pueden pagar y desean estudiar en una universidad privada. Pero ello a cambio de que se consiga un rendimiento sobresaliente que justifique dicha “inversión”. Otra vez este mecanismo, aunque paliativo, también es injusto porque dicha exigencia “extra” se exige a quien tiene la beca (quien no puede pagarla). Pero lleva al razonamiento de quien puede pagar, no tiene que verse sometido a tal exigencia extra. Otra vez se ve que el criterio económico prima determina lo educativo.

Ambas situaciones resultan injustas. Estamos entonces partiendo de una noción de justicia que nos permite esta evaluación. Y la concepción que se está esbozando parte desde una concepción de equidad. Consideramos injusto estas situaciones porque hay individuos que ven limitado esta capacidad y derecho fundamental por sus condiciones socio económicas (condiciones que en la mayoría de casos no son productos de una elección) mientras que otros justamente por sus condiciones socio económicas favorable no ven dicha limitación que resulta negativa. Hay un problema de justicia distributiva: la justicia asociada a la repartición de bienes y servicios.

Entonces, nos basamos en la noción de Justicia como Equidad formulada por John Rawls (2010; 2012) y aquí reformulamos incorporando las críticas de G.A Cohen (Nussbaum y Sen 2000: 27-53); Amartya Sen (2009) y Nussbaum (2012c). Por ello propondremos una nueva definición en base a ello, tomando como base la noción de igualdad del primer principio de Rawls: “Una sociedad es mínimamente justa si es que todas las personas por igual que la conforman tienen la capacidad de ser y hacer lo que consideren valioso y tienen razón para valorar”. Se trata de la igualdad de libertad sustancial. Se dice mínimamente  justa, siguiendo a Nussbaum, porque no se entra a cuestiones de distribución de bienes, por ejemplo, donde puede haber una distribución muy desigual sin embargo todas las personas pueden ser y hacer lo que consideren valioso. No es pues una teoría acaba de justicia. La distribución desigual se pudo generar a partir de la meritocracia y se podría decir que cada uno tiene lo que le corresponde. Pero se podría decir que es injusto porque la distribución no corresponde quien hizo los bienes. Finalmente va a corresponder a cada sociedad poder fijar su concepción de justicia completa, pero siempre bajo el principio de que debe buscarse la igualdad para aplicarlo.

Por ello, Sen (2009) propone que cuando buscamos la Justicia debemos partir no por una sociedad idealmente justa sino por reducir las injusticias. Estas podemos entenderlas como aquellas que atenta contra las capacidades centrales de las personas (el umbral mínimo de capacidades centrales de Nussbaum (2012a)) y mantienen principios de inequidad (atentan solo contra unos cuyas capacidades se ven limitadas). Así podríamos reformular el segundo principio de Rawls diciendo que “las desigualdades existentes entre las personas  de lo que pueden hacer y ser (capacidades) contribuyen a reducir las injusticias cuando permiten un mayor beneficio de los miembros con menos capacidades de la sociedad”

Con lo formulado podemos plantear dos nociones para la justicia distributiva. La primera es que lo que se debe buscar es que los bienes y servicios sean repartidos buscando que todos puedan superar el umbral mínimo de capacidades centrales. La segunda es lo que se señaló más arriba acerca de las desigualdades. ¿Con ello, podemos buscar reducir las injusticas que se dan para el acceso a la educación en las universidades privadas?

 De cierta manera, sí. Si planteamos un sistema de “escalas”, donde se diferencian distintos pagos de acuerdo a las condiciones socio-económicas se cumple el segundo principio.  Este sistema determina un número x de escalas de pago, donde cada quien paga de acuerdo a poder adquisitivo. Así, las desigualdades contribuyen con reducir las injusticias en tanto que permiten las personas con menos recursos puedan acceder  a la universidad, que permiten que entren recursos altos (por los que tienen más dinero) que nivelan de cierta manera los ingresos bajos de las pensiones de escalas menores.

Ahora para que esto funcione deben suceder dos cosas. 1) las pensiones más altas están por encima del “costo real” de la educación que se brinda por persona, con lo cual se puede de cierta manera “subvencionar” con la diferencia a los que están por debajo de ese costo real. 2) La universidad tiene fuentes de financiamiento alternas al ingreso por las pensiones de pregrado y que permiten cubrir dichas brechas. Podemos decir un par de comentarios a ambos puntos. Sobre el punto 1, no se trata de hablar de un costo real por persona porque lo que se paga no es solo por el servicio educativo sino supone una contribución “justa” (eso va a depender de la capacidad real de la persona para pagar el monto establecido y que si ha sido bien clasificado) para que la institución prospere (ello lleva ya a empezar a pensar que la educación no debe ser concebida como un servicio más por el cual se paga sino se basa en diferentes principios y uno de ellos es la solidaridad y el ser parte de una comunidad). Sobre el punto 2, es evidentemente recomendable que la mayoría de ingresos no depende de los ingresos por pensiones, porque ello llevaría a que el crecimiento de la institución depende del crecimiento de dichos ingresos y eso tiene un impacto negativo como veremos en breve.

Ahora, para finalizar el punto de las escalas, no basta con tener una institución (las escalas) que se base en un principio de reducción de injusticias. Si no se tiene que ver qué sucede realmente con las personas en dichas situaciones. Como plantea Sen (2009) no se trata de solo ver la relación entre las instituciones y la justicia, sino lo que las personas son capaz o no de ser dentro de ellas. Ello lleva que el sistema de escalas debe ajustarse de acuerdo a la realidad de cada persona y que podría traducirse en un sistema con mayor número de escalas y un sistema eficiente de categorización en cada escala. Por último, se debe buscar que los costos de las escalas más bajas permitan que la mayor cantidad de personas estén en las posibilidades de acceder.

Ahora pasemos al siguiente punto que lleva a también a repensar el sistema de gestión en virtud de lo que la gente es capaz de hacer. Se trata de la determinación de la variación de pensiones. Año a año los costos suben y se ve que parece necesario un reajuste de las pensiones para no perder poder adquisitivo. O también se reajustan en función de una lógica de gestión bastante simple: Quiero aumentar más ingresos, o subo las pensiones o aumento el número de alumnos. En los casos señalados, se ve como la gestión educativa se rige netamente por una lógica de mercado. Esto no debería ser así, trae efectos perjudiciales para los propios fines.

Por ejemplo, si se aumenta el número de alumnos indiscriminadamente (como por ejemplo en Perú sucede muy a menudo) para tener más ingresos, tiene que aumentarse no solo más servicios sino también más profesores y más espacios. Ello puede llevar un deterioro de la calidad de la enseñanzas (las cifras en nuestro país lo confirman). Pero si se aumenta el costo también tiene un efecto perjudicial: Sucede en muchos casos que el aumento de las pensiones lleva a que los alumnos se matriculen en menos créditos. Ello tiene el efecto perjudicial a su vez de alargar el tiempo en que los alumnos terminan su carrera y lleva a que crezca la población (porque ingresan más alumnos de los que egresan).

Con esto, quiero señalar que la universidad no puede guiar su gestión económica como si fuera una institución más del mercado. Tiene que gestión en función de los impactos que puede generar y puede asumir reducir los impactos, por ejemplo, un año subiendo las pensiones por debajo de la inflación y cubriendo dicha brecha con ingresos generados por otras fuentes. Es posible que esto sea criticado en función que no sigue criterios de eficiencia pero la educación no solo debe guiarse por esa lógica y hay costos que se deben asumir cuando se trata de algo tan fundamental.

6. Conclusión
En este artículo he pretendido presentar la necesidad de repensar las funciones de la universidad si es que se busca un impacto sobre el desarrollo humano. Para ello, hemos visto la importancia del enfoque de ampliación de capacidades al cual debemos aspirar como sociedad y desde el cuál es posible juzgar el desarrollo de la misma. Así vimos como desde este enfoque es vital la educación como la formación de la agencia y el desarrollo de las  capacidades centrales.  A partir de ello, se vio como los enfoques actuales con los que se concibe la educación universitaria resultan limitados para poder cumplir dicho fin.

Por ello, se vio que debía cambiarse la educación universitaria y que debe orientarse hacia el cultivo de la propia humanidad. Además no solo bastaba quedarse en la función de educación de las universidades sino que el enfoque de capacidades plantea una transformación en sus demás funciones de investigación, relación con el entorno y gestión. Así, nos detuvimos a presentar una reflexión de cómo debería pensar la gestión económica de cara a la búsqueda de reducción de injusticias y que ello supondría que se cambie los enfoques de gestión que la mayoría de universidades maneja y que se basa en la lógica de maximizar beneficios.

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[1] http://www.encuentro-rankings.unam.mx/Documentos/Final-declaration-spanish2.pdf
[2] Varias de las nociones señaladas son sacadas del artículo de Fidel Tubino “La formación humanista para el desarrollo y el papel de los Estudios Generales en la educación universitaria” en Contexto y sentido de las Estudios Generales, Tubino y otros 2011.