miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Por qué es necesario un organismo regulador de la educación universitaria?

Se ha creado un organismo regulador que forma parte del Estado. Es autónomo (es decir sus acciones no se ven determinadas por otros organismo ejecutivos) y está adscrito al Ministerio de Educación (según nuestro sistema legal, para no estar adscrito a un ministerio se necesita una reforma constitucional, la cual, con la correlación de fuerzas del congreso, sería imposible).
Es necesario este organismo por varios motivos:

-La educación es un derecho fundamental y un servicio público (porque  cumple con los fines del Estado). Por lo tanto, el Estado es el garante de dicho derecho y el que debe velar para que se cumpla con su naturaleza de servicio público. La calidad educativa es la forma de realizar el derecho a la educación para todos (con una educación sin calidad no se cumple dicho derecho)

-Hay 3 supuestos modelos de regular la calidad: La autorregulación, el mercado y la regulación estatal.  En nuestro país el modelo de Autorregulación y de la regulación del Mercado funcionan en conjunto y tienen como resultado la desregulación. Veamos por qué.

+Autorregulación: Supone regulación entre los mismas universidades. Es el modelo de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Ha fracasado porque las mismas  universidades son juez y parte a la vez y por lo tanto ocurre un conflicto de intereses. Por eso se genera corrupción y desregulación.

+Mercado: Supone que al dejar a las leyes del mercado, la misma oferta y demanda harán que se regule la calidad (por ejemplo, los dueños para ganar más “clientes” ofrecerán mejores servicios. La competencia buscará hacer lo mismo para poder competir). Es el modelo de las actuales universidades-empresas. Ha fracasado: La mayoría de universidades-empresas resultan estafas. ¿Y por qué no funciona? Por tres “fallas del mercado” cuando se trata del derecho a la educación

1.       Asimetrías de información: Solo puedes ver los resultados de la educación a mediano plazo. No es como cuando se compra una zapatilla: si no te gustan, los descartas. Aquí recién se sabrá cuando ya se egresó y se trata de conseguir trabajo, pero eso ya es muy tarde para cambiarlo.

2.       Alto riesgo: Un principio básico del mercado y las empresas es el riesgo, el poder arriesgar: Uno arriesga cuando pone una empresa o cuando compra un nuevo bien. Si fracasas habrás tenido una pérdida económica. No te compromete directamente: El principio del intercambio es que cambias algo que, aunque suene redundante, puede ser cambiado, puedes dejarlo, quizás por algo que consideras mejor y que al hacerlo, no te ves comprometido directamente (puede uno ser estafado claro está, pero más allá de pasar apuros económicos si la estafa es bastante grande, tu vida puede seguir adelante). Por el contrario,  el riesgo es muy alto cuando se trata de la educación: Aquí si se pone en riesgo la única oportunidad para muchos de poder surgir. Es algo que incluso no puede ser revertido (te pueden devolver tu dinero, pero el tiempo y todo lo puesto en la educación, al ser inherente a la vida misma no vuelve). Por ser algo de tan alto riesgo para el desarrolle del hombre mismo no puede dejarse a leyes del mercado (que por definición se rige por el riesgo: “A mayor riesgo, mayor rentabilidad” versa una máxima empresarial)  

3.       La demanda no varía por la calidad y tiende a crecer: Hay quienes dicen que las universidades de baja calidad van a desaparecer porque la gente sabe que son de mala calidad. Eso no es cierto: a pesar de que muchos sepan que su universidad es mala, en el imaginario esta la idea de que “tener un título universitario es mejor que no tenerlo”. La realidad demuestra que es heterogénea la retribución que recibes por la educación y por ello esta idea no resulta ser tan cierta en nuestro país. Así la demanda en educación universitaria no varía, aún si no hay calidad educativa: Por el contrario, crece a lo largo del tiempo (aún hay casi un 64% de jóvenes que no pueden acceder, por diversos motivos, a una educación Superior). El principio de que  las malas universidades desaparecerán por las leyes de mercado (por no tener demanda) no se aplica en la educación. ( en función a vacantes)
4.       Los límites que plantea la calidad en la competencia de precios y beneficios: Por principio, una educación de calidad tiene un costo alto por los docentes calificados (que tienen que deberían ser bien remunerados por el tiempo que se ha dedicado a su formación), la infraestructura y mobiliario adecuado, y toda la implementación necesaria para brindar un servicio de calidad (servicios de bienestar, recreación, implementación para personas con discapacidad, etc.) y a eso se podría agregar los costos asociados a la investigación. En un mercado perfecto, de lo que se trata es que es que los costos de producción sean recuperados gracias a los ingresos generados a partir de la venta de lo producido y que además de ello se genere una utilidad. Ello en la educación de calidad es imposible: los costos (si bien pueden variar de carrera en carrera, en una universidad por lo general los costos de las carreras se combinan, generando un costo promedio) asociados son demasiados altos y que si se quisiera aplicar el principio de mercado, solo muy pocos podrían pagarlo (haciendo que no solo la universidad se vuelva para una grupo muy reducido sino incluso llevando a la quiebra porque con un costo tan elevado, quizás ni siquiera se tenga el número mínimo de personas para poder cubrirlos).

Por ello, todas las universidades en el mundo buscan otras fuentes de ingreso para poder financiar el servicio educativo (ingresos por otros servicios, relaciones con empresas, ingresos por fondos públicos, donaciones con egresados, etc.) Así, ya de por sí en el servicio educativo mismo no se puede aplicar el principio de cubrir los costos con los ingresos del servicio mismo. Una educación de calidad netamente ya de por sí es deficitaria. (A pesar de que en general con los ingresos que se generar por otros medios asociados a la universidad misma, por la naturaleza del bien que produce (el conocimiento), permiten la sostenibilidad de la institución)

Si con ello ya empieza a haber un distanciamiento de la lógica del mercado, hay un problema mayor en torno a la competencia. En un mercado, hay competencia entre distintos bienes. La oferta busca ganar ventajas competitivas o mejorando el producto, o diversificándolo o reduciendo el precio del producto. Ya vimos que de por sí el servicio educativo de calidad tiene un costo elevado: reducir el precio, supone reducir costos y ella va ir directamente contra la calidad del servicio (profesores con menores calificaciones, servicios restringidos) y ello sería ir contra la misma naturaleza de la educación (no es educación si no es de calidad). Aquí ya sucede una restricción que si se trasgrede se genera una distorsión. Ello ha sido lo que ha pasado en nuestro país: Al tratar de competir, a través de la reducción del precio del servicio, ha disminuido la calidad. Ahora, si se busca competir a través de la diversificación o la mejora del servicio, manteniendo los precios (como pasan en algunas universidades), el sector que se busca a traer resulta muy limitado (y de por sí la educación debería ser para todos).

Con lo señalado, se puede ver como no puede aplicarse la lógica del mercado en relación al precio en el servicio educativo sin que haya una contradicción (como ha sucedido en nuestro país y por ello estamos en crisis al trasladarla). Ello también se nos plantea la necesidad de repensar diversas fuentes de financiamiento para poder permitir el acceso equitativo a una educación de calidad.

Los  que defienden la desregulación y el gobierno por parte del mercado, reconocen que la única falla de mercado es la falta de información y que bastaría un sistema de información para solucionarlo. Como se ve, por más información que allá, las leyes del mercado no funcionan directamente en este caso e incluso distorsionan sus fines (como veremos más adelante, el lucro genera incentivos perversos). En la búsqueda de acceder a educación de calidad entre las esperanzas, deseos y emociones de la persona, porque ve el futuro de su misma vida en la educación. Es un derecho justamente porque es fundamental para el desarrollo de la persona y no se puede dejar a las leyes del mercado tal servicio público esencial.


+Regulación Estatal: Supone que el Estado (la institución y no el gobierno de turno) asuma el rol de ser garante de la calidad educativa. Se basa en la noción de que la educación es un derecho (y por lo tanto debe ser tutelado por el Estado)  y un servicio público. Es el modelo que se lleva a cabo en países latinoamericanos que tienen los mejores niveles educativos: Brasil, Chile, Colombia. Estos dependen del Ministerio de Educación. En nuestro país, la idea de un organismo así no es nueva: Ha sido anteriormente planteada por diferentes intelectuales, el Consejo Nacional de Educación y el mismo Tribunal Constitucional. El problema es que  el Perú  hay desconfianza de las instituciones del Estado y se piensa  que puede haber injerencia del gobierno de turno. Por eso, debe tener una autonomía que salvaguarde dicha posibilidad. Entonces,  ¿cuáles son las funciones de este organismo regulador estatal? ¿Cómo su conformación trata de  asegurar la autonomía, dentro de nuestro marco normativo? 

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