jueves, 29 de diciembre de 2011

Crónica del pensamiento del límite-parte 1.

Los albores del filosofar:

Es curioso como volver a revisar mis primeros escritos. Hace ya casi dos años que los hice. Dos años desde que inicie el sendero de la filosofía. Pues, recién, desde el primer escrito uno hace filosofía. Ella es como el arte: expresión de lo interior, de la complejidad de uno mismo, hacia los otros. La ciencia madre no es solipsista, debe ser expresada. Esto de acuerdo al sentimiento propiamente filosófico de lo Uno, del cual hablaré más adelante. El hombre contempla el mundo, se maravilla, se cuestiona. Descubre, intuitivamente (en el sentido de sin reflexión, como "imagen divina") primero, luego por medio de la reflexión, de la necesidad de la apertura hacia lo más allá de sí. No puede entenderse, sin entender el mundo, y parte de ese mundo son los otros. Quiere saber más sobre ese misterio que se la ha presentado y que le produce tales sentimientos. Debe saber si los otros también lo padecen. Una vez leí que el arte es la expresión del ser de uno mismo, sus pasiones y preocupaciones, para sentir la reacción de los otros, si no los tienen o los comparten. Todo ese proceso de contemplar el mundo, maravillarse de el y a la vez cuestionarse y al final expresar es propiamente lo filosófico, sin una de estas partes, no es filosofía. Puede ser por medio de la palabra-diálogo o el escrito. Sobre este debate también hablaré más adelante.

Esas reflexiones iniciales giraban en torno a la religión, sentimientos de misterio, de lo absurdo, de cuestiones existenciales. Eran escritos humanos, demasiado humanos. Cuestiones que a todos nos han atormentado, pero que pocos se han atrevido a pensarlos de una manera detenida. Esto se debe a que lo consideran irrelevante-innecesario o por miedo a romper ese suelo tan cómodo que es la creencia. Lo que contemplo de esa época es un visión particular de la filosofía, la del sentido común, que la llamaré como la no-limitada. Es pensar en la filosofía como una reacción hacia un sentimiento extraño, mágico, misterioso. Mucho lo llaman como lo místico,  el sentimiento oceánico, como aquella anécdota de San Agustín que se resume en un símil con que no se puede meter todo el agua del mar en un pequeño hoyo en la tierra. Rompe con los cimientos de nuestra vida, obliga a buscar construir unos nuevos cimientos o también, como dice el libro "El Mundo de Sofia", es como cuando vemos la magia, es tan extraña, que tenemos que encontrarle una explicación. 




La serpiente que vuelve sobre sí:


Posterior a estas reflexiones, empieza un proceso de complejización, de reflexión sobre sí misma, como aquella serpiente que se "come" su propia cola. Empieza, pues, la pregunta de qué es aquel magnanime sentimiento. Es la lucha (más adelante se dirá porque) por la definición.
Empiezo esbozando lo siguiente:


"Encontrar la certeza absoluta en lo que conocemos mediante el filosofar para poder luego empezar a tratar de responder a la interrogante suprema de nuestra existencia: ¿Qué es el hombre? El filosofar es buscar la atemporalidad, lo que no varía: Es entrar en contacto con preguntas que surgieron desde que el hombre dio sus primeros pasos por la tierra con un arma de doble filo producida por la naturaleza, su autoconciencia; y es encontrar respuestas que buscan capturar la eternidad, plasmándose en piedra que no se destruye con el paso del tiempo, aquel río que fluye sin censar y que por su caudal construye y destruye todo. Pero a la vez, el filosofar es detenerse en un tiempo específico distinto a las de otras eras. Es pensar y entender la realidad en la que se vive, dándole un sentido a todo lo que acontece en el vivir de cada humano, acontecimientos que solo suceden en un determinado tiempo. De esta manera, filosofar es buscar al mismo tiempo, la atemporalidad en el devenir y el devenir en la atemporalidad: Las verdades eternas influirán en la manera como comprendemos los hechos que suceden en nuestra época; los sucesos de nuestro tiempo influyen en la manera en como entendemos la eternidad y como le damos vida en el tiempo."


Sigue pues, una interpretación-reflexión, sobre el significado originario de la filosofía, acorde al sentido impregnado en la palabra creada por los griegos. Para amar:

"falta una voluntad de comprenderla, de compenetrarse con ella, de "borrar" los límites que supuestamente los separa, límites subjetivos, impuestos por el mismo sujeto: Es cuestión de aprender a amar esta sabiduría. Digo aprendizaje porque es una tarea, un esfuerzo, no algo que se dé armónicamente, dada la ruptura con el suelo primordial que el hombre da en tanto hombre."

La compenetración se debe dar con el mundo. En esa misma reflexión, hay pues una intuición-imagen divina que será un preludio del hoy, una flecha hacia el futuro:

"Amar es “criticar”: El amor es siempre profundizar, cuestionar, porque si no nos quedaríamos con algo ya dado, nos impediría ver algo que quizás no hemos descubierto, una parte del amado que aún no conocemos.Como decían Platón “solo se puede amar lo que se conoce”, solo podemos involucrarnos con lo que conocemos al máximo, en cada rincón. Así todas las nuevas comprensiones que se den, serán críticadas, pasarán por el agudo filo de razón y el cuerpo.

Pero esta tarea "Crítica", de sustentar y cuestionar el conocimiento, significará crear una eterna tensión, nunca podremos descansar. Ese es el precio de la libertad: Nuestro lenguaje es fuente de creación. Por este nos elevamos del reino de la naturaleza y buscamos llegar al reino de la Libertad (reino también del poder, de realización). Pero tiene un precio, una desconexión con el suelo natural. Parece ser que este paso es necesario: La Nada crea para poder autoafirmarse como Nada, simbolo de realización, símbolo de poder supremo. Pero este paso de autoafirmación, de autoconciencia, solo se logra con esta "salida" de lo temporal"


Hoy por hoy, corregiría la afirmación de la "salida" de lo temporal. Hoy diría que es más bien, se da el inicio del tiempo. Esto también será explicado posteriormente. Paciencia, paciencia.

Como se ve hay un continuo intento por definir la filosofía. Pero no puede decirse qué es esta ciencia sin hablar sobre su objeto de estudio: Su definición va muy de la mano con lo que busca estudiar. Por eso, el gran número de escritos acerca del Ser, la existencia, el mundo en general. Luego de estos dos años, pienso que existe una cercanía aún mayor entre la ciencia y su objeto de estudio. Antes de pasar a esta reflexión propiamente, cabe aclarar que dentro de los mismos escritos, el estilo, su forma, se marca la concepción de la filosofía que he tenido: Un estilo por un lado que busca ser poético, simbólico, abierto, búsqueda de expresión de lo que no se puede expresar; por otro lado, llano, racional, directo, expresión de la naturaleza hombre o de lo que él mismo se autodefine. Por un lado, lanzo afirmaciones al aire, sin fundamentarlas, como intuición-imagen divina, aquellas verdades que se sienten como tales; por otro, hay afirmaciones justificadas, cadenas lógicas, fundamentación racional para un tipo de verdad. Esta aparente contradicción es el mundo mismo, la filosofía.

.... continuará.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Amar es “criticar“..
Muy bien explicado..
O sea, no creo que porque critique a los demas los ame.. o si?
Y si existe alguien que amo, pero no puedo hablarle y solo cruzamos miradas profundas que me dicen mucho y no lo critico, porque presiento que tiene un corazon noble, aunque pienso que habla de mi con sus amistades.. ?

Gracias,

Julio Cáceda Adrianzen dijo...

El sentido de la palabra "Crítica" es el de profundización. El deseo de profundizar con el objeto amada, conocerlo hasta su último rincón. Aveces una mirada es una forma de profundizar, de conocer más: Recuerda que el conocimiento siempre va estar ligado a un sentimiento.

Anónimo dijo...

Eh.. me gusta.
Pero no entiendo muy bien la respuesta, o sea, al mirarme profundiza conmigo y desea conocer hasta el ultimo rincon de mi persona? Si profundiza con su mirada, entonces, puede amarme?

Julio Cáceda Adrianzen dijo...

No necesariamente al mirar busca eso. Pero a lo que me referia es que la mirada puede ser un elemento de profundización. Mucho se puede ver, pero poco mirar.

Anónimo dijo...

Supongo entonces que ver y mirar son palabras distintas.. y eso en cierta forma me entristece puesto que jamas sabre si me “mira“ o me “ve“. Entiendo que, por lo tanto, quiere “profundizar“ conmigo; pero.. profundizar que? Mejor dicho, que es lo que puede profundizarse?

Gracias,

Anónimo dijo...

Ademas mencionas, Julio: “al mirar busca profundizar con la cosa amada“. Por ejemplo, suelo mirar a alguien con frecuencia.. y yo si considero que ese “alguien“ es el objeto amado. Pero su mirada es reciproca, o sea, me ve tambien, pero no entiendo por que ninguno de los dos podemos hablar..
A ver si me entiendes mejor.

Julio Cáceda Adrianzen dijo...

La mirada profundiza, el ver no. No nubles con tus propios sentimientos lo que la otra persona puede pensar de ti. No necesariamente si ella te ve, es con los mismos sentimientos que tu tienes hacia esa persona. Si quieres descubrirlo, haz como todo buen filosofo hace, se arriesga y va hacia ese "caos", donde no hay estructura fija o determinada. En tu caso, te recomendaría que hablaras con esa persona, sobre cualquier cosa, para que te quites las dudas.

Anónimo dijo...

Quisiera que me digas cuál es la diferencia entre ver y mirar. En segundo lugar, mi estimado, creo que no llegaré al final de mis ucronías si es que no compartimos palabras; Pero, y me franqueo contigo, tengo mucho miedo.. Supongo que el miedo al rechazo, pero tambien miedo a hablarle, tal persona nunca se encuentra sola, y cuando noto su "vision" o "mirada", una de dos a lo lejos... no sé que pensar. Por eso lo relacionaba muchísimo con lo que escribes en el último post "Me arriesgo y le hablo?" De verdad, me da pavor. Y siento que cuando me.. bueno, mira o ve, siente lo mismo. Pero tal vez este nublando lo que siente con mis sentimientos, verdad? Siento muchísimo interés cuando me ve, pero ese "buen filosofo" parece no arriesgarse, jaja.. la verdad no se si eso le quitaría la palabra "buen".
Gracias por responder, Julio.

Anónimo dijo...

Pues, ese sí sería mi caos sin estructura fija.

Julio Cáceda Adrianzen dijo...

Yo pienso que si las situaciones no se dan, uno debe generarlas. Con esto no digo que aveces sea bueno el factor "sorpresa". Pero cuando los sentimientos, temores, impulsos, son muy fuertes, dejar que domine el factor "sorpresa", resulta un martirio. Por eso te recomiendo que te arriesgues de una manera precavida. No pierdes nada hablandole, de la manera más tranquila, sobre cualquier cosa. Así podrás saber más o menos que es lo que pasa entre ustedes. Como decía Susy Díaz, entre broma, "vive la vida, no dejes que la vida te viva"
Ahora, la diferencia entre mirar y ver. Ver es lo que haces siempre con tus ojos: recibir imagenes siempre, de todos lados. Pero mirar es profundizar, es ver una imagen y tener una reacción hacia ella, buena o mala. No todo lo que percibes produce esa reacción. La profundización puede llevarte a producir diversos sentimientos, pero el proceso, el acto de profundizar, significa un esfuerzo, una puesta de ser en dicha acción. La cotidianidad y el tedio del mundo, es cuando sentimos que todo es igual, todo es común. Pero el mirar, el profundizar, sin saber que reacción final producirá, hace que el mundo se vuelva de otra manera, significa partir de que algo es lo suficientemente especial para que des un esfuerzo. Así, quien busca mirar siempre, su vida especial. Cada hecho debe ser profundizado, debe darsele la importancia que se merece, el esfuerzo de mi ser. Como lo haz hecho, sientes que la vida es tu vida, porque cada hecho que haz vivido, ha tenido parte de ti, de tu esfuerzo. Escribes tu propia historia.

Anónimo dijo...

Jaja, es gracioso que hayas citado a la famosa Susy Diaz. Tienes muchísima razón al mencionar que el factor "sorpresa" es un martirio, es horrible! Es una mezcla se sensaciones que, cuando veo a X, francamente me congelo y de todos los colores, es algo agradable y horrendo a la vez.. Pero como te dije en el primer comentario, no puedo hablarle.. o eso creo?. Sin embargo, creo que lo haré, esas ucronías que te mencionaba son bastante molestosas, pero a veces, inevitables y pienso que luego de todo lo que significó su gran trabajo y mi poca cercanía en todo el 2011, puede ser hora de hacerlo.
Y de acuerdo a tu distinción entre ver y mirar, entiendo que ahora lo que pasa entre nosotros es el "mirar".
Debo generar la situación? Bueno, uno siempre se pregunta "y por qué no lo hace él/ella?".. Es hasta gracioso lo que estaba viendo vía Facebook hace unas semanas, era una frase que decía lo siguiente "A piensa: Si le intereso, vendrá a mi. Y los dos pensaron lo mismo.
Como que pude identificarme y al mismo tiempo no. Es algo difícil jaja´. Otra cosa que quería comentarte, sueño constantemente. No se si son mis sentimientos y sugestiones mentales (porque ahorita estoy prácticamente "tirando la toalla") o cuando escucho una canción. La verdad no se si me hará bien o mal. Y pienso que si esas "burbujas", como las llama mi primo irónicamente, están ahí, se convertirán, si no es que ya lo son, en algo que tu has escrito frecuentemente: un Eterno Misterio, como mi identidad.

Anónimo dijo...

Gracias por haberme respondido siempre, Julio.