martes, 5 de junio de 2012

¿Discovery Channel o Disney?

No sé si les ha pasado, pero han habido momentos en que no he podido decidirme entre quedarme viendo los documentales de Discovery Channel o cambiar a ver una película de Disney. Si, si veo aveces ese canal a pesar de mi edad. ¿Pero quién no lo ha hecho alguna vez, siendo incluso mayor? ¿Quién no quiere recordar su infancia, época de alegrías y sin preocupaciones? ¿Quién no vuelve a soñar viendo esas historias?  Muchas veces se prefiere ver esas historias de fantasía, a ver documentales, donde te muestran la realidad de una manera obviamente interpretada, con muchos supuestos, pero real al fin y al cabo. Realidad donde se habla de asesinos en series, los accidentes más trágicos de la historia, las grandes catástrofes.

Todo ello me lleva a pensar, ¿porqué no buscamos la fantasía antes que la realidad? Podríamos imaginar vivir en un mundo distinto al que percibimos, donde creemos que las cosas son diferentes a como se presentan. ¿Y cómo se presentan "en realidad"? Eso si es muy difícil de responder. Esta pregunta "¿Realidad o fantasía?" somos capaces de formularla a partir de lo que nos he enseñado nuestra experiencia: Que el mundo, aparentemente es contingente, que lo que sucede puede ser distinto.

Pero esto último, lleva a varias reflexiones. Primero, a que gran parte de lo que definimos como "lo real", proviene de nuestra experiencia, más precisamente, del pasado. Pero en tanto pasado, recurrimos a la memoria y la memoria no siempre "recuerda" la totalidad de que sucedió o tal como sucedió. Es más, ese "tal como sucedió" es un postulado a partir del cuál actuamos o pensamos. No podemos saber de ese "tal como sucedió" porque el pasado es siempre abierto en tanto memoria y el presente es una mezcla de lo que percibe mis sentidos y mis estructuras cognitivas (no necesariamente biológicas sino "racionales", los conceptos con los cuales me acerco al mundo).

Ahora podrían haber dos tipos de "fantasía". La posible y la imposible. La posible sería entendida como lo distinto a lo que sucede. Digamos que si ayer llovió, la fantasía posible habría sido que no hubiera llovido. Mientras que la imposible, sería que sucede algo que no puede suceder. Digamos que esta prohibición vendría a partir de la existencia de ciertas estructuras que rigen el suceso y que delimitan las posibilidades. Si ayer llovió, algo imposible habría sido que lluevan camionetas. Pero, ¿como sabemos cuales son las leyes de lo posible? ¿Existen tales leyes incluso? No podemos conocerlas en su totalidad pues tendríamos que conocer todo y eso no es posible, pues incluso si conociéramos todo, cómo sabríamos que no hay algo más, sin el límite es la nada y que por definición no sería algo, por lo tanto no podríamos saber el límite, pues  siempre es entre dos lados. Entonces, esa delimitación entre lo posible y lo imposible no es clara.

Incluso yo cuestionaría el principio de la contingencia, en el que se basa la fantasía. Esto supone que puede suceder algo distinto a lo que sucedido. Se basa en la experiencia. Otra vez, con el ejemplo de la lluvia: Hoy llovió, pero pudo no hacerlo, dado que no siempre llueve. Pero, la contingencia es una abstracción, es un "proceso" que realizamos a partir de la conexión y comparación de sucesos. Pero cada suceso es único. En tanto único, no puede ser de otra manera. Es como decir, yo soy Julio, con tales características, si soy de otra manera, ya no sería Julio. Si no fuera único, entonces podría volver a suceder. Si esto pasará, sería eterna repetición. Lo sucedido tiene una historia que forma parte de él y una apertura hacia el futuro. Si vuelve a suceder, volvería a suceder toda su historia y tendría que pasar el mismo futuro que paso antes. Sería un ciclo eterno. Ya no habría pues contingencia, sino necesidad: de que suceda lo mismo que sucedió.

Con toda estas reflexiones previas, volvamos al tema de que elegir: Discovery o Disney. ¿Qué pasaría si viviera siempre en la fantasía? Como hemos visto, esa distinción entre lo real y lo fantástico, no es clara. Incluso, se ve que en ella interviene nuestras formas mismas de conocer. Entonces, sí podría ser posible, al parecer, vivir en la fantasía, en la construcción a partir de lo que nosotros queremos. Pero, un momento: ¿Si yo imagino que puedo atravesar paredes, puedo hacerlo? Con esto voy, que si bien nuestra relación con el mundo se da a partir de nuestros procesos mentales y lo sensible, hay cierta parte del mundo en la que no tenemos control. Esa es la realidad, lo Real. Estamos arrojados en un mundo, que tiene sus estructuras propias, sus propias características. Cuando crees que es distinto a lo que es (por más que ese es sea difuso, no significa que no sea) puede que se choque con una pared, la de lo Real.




Incluso en la Fantasía, lo construido o imaginado por nosotros, hay lo Real: Ya sea por medio de los bloques que usamos para construirlas (las imágenes y cosas sensibles que usamos para imaginar) o por medio de la misma forma de nuestro pensamiento (sucesos con tiempo  y extensión espacial), las características propias de nuestro pensar; hasta el mismo hecho de poder imaginar,  significa que tenemos esa condición.  Todo esto denota nuestra condición de "arrojados" a un mundo ya dado, la misma condición de arrojamiento es prueba de ello. Si bien nuestra manera de estar en el mundo es mediante la relación entre nuestro pensamiento-lenguaje y las "figuras" sensibles que recibimos, estas últimas tienen base en algo distinto a nosotros mismos. No todo proviene del sujeto (o inter-subjetivo en términos contemporáneos), tenemos acceso a una realidad distinta de este.

Entonces, por nuestra condición de estar-en-el-mundo, debemos estar en conexión con lo Real, lo ya dado. Porque si fuera lo contrario, eventualmente terminaríamos chocando con ello y no podríamos seguir "avanzando". Osea estamos en el mundo y vivimos en relación a este, por lo tanto tenemos que interactuar con sus propias estructuras. Si bien esta interacción se da por medio de nuestro pensamiento (lenguaje, sensibilidad, etc) y es creación, no es ex-nihilo. Se crea a partir de la historia-lenguaje y de los datos de la sensibilidad, que tienen raíz en lo Real. No debemos pensar en que nuestro pensamiento es un espejo de la realidad, como la hacia la modernidad, pero tampoco que es un mero reflejo de nosotros, intersubjetivo, como lo hace la posmodernidad. Es una combinación de ambos, hay cierta apertura hacia lo Real, se arraiga en este. Claro que es nunca acabado, nunca se agota, se puede transformar pero si hay esa posibilidad de acceder, de tener un fundamento.

Ante esta condición se abren diferentes retos:  Como debemos vivir en el mundo, tenemos que adecuarnos a sus estructuras. Por eso buscamos conocerlas, conocer sus constantes o leyes, no solo para no repetir el proceso de aprendizaje, sino para evitar posibles daños o conseguir mejores beneficios, sabiendo que si se hace "x", sucederá "y": con ello se ve la condición de predecir del conocimiento. En la contemporaneidad conocemos los límites de la ciencia (que estudia las leyes de los diversos ámbitos del mundo): la falsabilidad, el problema de la inducción. Junto a ello esta el hecho de que nuestros conocimientos son interpretaciones del mundo (marcados por nuestra historia, nuestro lenguaje, nuestra cultura, etc). Parecería que no podríamos echar raíces en lo Real. Pero lo Real esta dado, podemos referirnos a él. Por ejemplo, veo una computadora en frente mío y la señalo como tal. Obviamente es mucho más simple, si me refiero a objetos que si me refiero a sucesos humanos o cuando evoca a algo del pasado (siempre hay cierta dosis del pasado en todo). Mi lenguaje para referirme esta cargado de sentido, un sentido único, que gente de mi comunidad puede entender y tener en similar, mientras que de otras culturas, no lo entenderían de esa manera. Pero está la referencia. Ahí yace nuestra conexión, la raíz con la Materialidad, lo Real, lo dado o sucedido: con sus propias condiciones o estructuras, únicas o constantes.

El reto esta en construir, por medio del lenguaje, "conocimientos": estructuras constantes, que se repitan e incluso necesarias (con miras a los fines hablados en el párrafo anterior). En un primer lugar, esta encontrar la coherencia del conocimiento con los demás significados que se tiene de la existencia misma (concreta) (con ello esta toda la lógica) . En segundo lugar, esta en buscar "necesidades": Esto es así porque no puede ser de otra manera. Se puede buscar a través de ciertas ideas como "esto es así porque sino no existiría, entonces como existe, esto es así"; (el principio antrópico)  o ciertas necesidades  o condiciones en nuestras mismas formas de conocer (Kant) o de presentarse los sucesos (Badiou). En tercer lugar, la validación del conocimiento debe ser mediante el contraste con los otros, como propondrá Kant. Esto porque el conocimiento es social (como vimos por el lenguaje que viene con una historia de significados). Viene así el reto del diálogo con los otros para poder vivir. Con el diálogo viene la traductibilidad, que significa el hecho de poder dialogar entre personas con marcos de sentido distintas, debemos buscar crear puentes para poder entendernos sin eliminar esos marcos, sino que permitan un enriquecimiento de ambos horizontes.

Como vemos, el conocimiento es un campo de batalla, nunca agotado, en constante cambio. Personalmente, me llama la atención la búsqueda de consensos y la traducción abierta, pero aún más mecanismos de necesidad o apodícticos: Se podría pensar de que no hay, pero, además de rendirse de antemano, es incluso proponer una ley: de que no hay. Esta idea parte de la visión del mundo como totalmente contingente, donde todo puede ser de otra manera. Pero como mencione arriba, la contingencia no es una condición del mundo, cada suceso es único o hay eterno retorno (recordemos que los sucesos son la materialidad + aquello que lo interpreta, y esos haría una característica, que si ha de repetirse, también tendría que repetirse esa interpretación, con toda su historia, recordando que la interpretación tiene un correlato material, en los procesos cerebrales). La contingencia surge a partir de la proyección de nuestra razón, al unir diversos sucesos, compararlos. Se podría decir que lo mismo se hace para encontrar leyes. Evaluamos sucesos y con ello encontramos las constantes. Pero es diferente: en la última, son leyes que gobiernan el mundo, características que se repiten en varios sucesos; la primera nos dice que un suceso pudo suceder de otra manera, cuando si es de otra manera, es otro suceso. No hay la posibilidad ni la necesidad en los sucesos, solamente "son, devienen, suceden". Estas aparecen en nuestro razonamiento. Y la contingencia desaparece si tomamos los hechos como únicos. Lo apodíctico no se contradice con ello: Como este hecho es único, tiene que haber ciertas condiciones previas que lo hayan generado como tal (el principio de causalidad) que necesariamente sean así para que si se "repiten" necesariamente produzcan ese suceso. Hay que descubrirlas. Y la necesidad no suprime el avance o la lucha. En otro post (aquí) he hablado sobre el concepto de apropiación: Así se encuentre un conocimiento necesario, el reto esta en darle sentido en nuestra existencia.

Lo interesante será ver la fundamentación o necesidad en el reino del deber, la ética. No hay nada que nos diga que esto debería ser así o deberíamos actuar de tal manera. Podriamos buscar su raíz en hechos sucedidos que nos llevan a pensar en ello (como ejemplo: después de las atrocidades de la segunda guerra mundial, se pronuncian los derechos humanos) o condiciones biológicas (la nueva esencia). Pero es un tema de otra reflexión, pero igual hay que tenerlo en cuenta a la hora de guiarnos por Discovery Channel.

No porque debemos vivir en el mundo y adecuarnos a lo dado, lo Real, debemos dejar de soñar. El reto es crear las condiciones necesarias para que dentro de nuestras posibilidades, podamos siempre hacerlo, pues lo sueños son expresión de nuestros deseos, de nuestro querer y el querer es parte de nosotros mismos. La fantasía no solo se expresa en nuestros anhelos de algo distinto sino también en nuestras propias explicaciones: Por nuestra propia forma de vivir, de estar-en-el-mundo, vamos más allá de lo percibido, le damos explicaciones y lo conectamos con otros sucesos que hemos experimentado. En las explicaciones muchas veces esbozamos creencias que no necesariamente podemos experimentar (no solo respecto a la religión sino también las motivaciones que llevan a personas a actuar. Por más que quizás uno podría decir, "ah pero si podemos conocer lo que pensaba una persona si nos lo comunica", no sabremos si nos estaba diciendo la verdad). Ahí se presenta un limite difuso entre lo que es fantasía  y lo que es real. Pero entonces de lo que se trataría es de dar creencias-explicaciones que tengan cierta conexión con otros sucesos (ciertas regularidades también en la experiencia) y que no terminen haciendo que nos estrellemos con esa pared que llamamos realidad y que esta fuera de nuestra voluntad (o de cómo quisiéramos que fuera): Por ejemplo, yo podría creer que Dios siempre me protege a partir de qué explico como me he podido salvar de un accidente. En base a esa creencia puedo pensar que cómo siempre me protege, soy casi indestructible, por lo cual termino lanzándome a un carro en movimiento y eso traería graves consecuencias. La fantasía sirve como también una forma de explicación pero debe mantenerse en ciertos margenes de lo que experimento a partir de mi cuerpo, lo real.

 Así que veamos ambos canales: No perdamos el rastro de lo Real, pero guiémonos también por ese ratón que nos enseña un mundo mejor. Tenemos que generar la eterna danza entre ambos, entre el león de las llanuras y Mickey Mouse.

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