viernes, 13 de julio de 2012

Visión de Universidad 2: Una Universidad de Investigación y no de Enseñanza.


Investigación:

En la actualidad, podemos hablar de la existencia de dos tipos de universidad. Estas son las de Enseñanza y las de Investigación. Para Pablo Quintanilla, decano de la facultad de EE.GG.LL.PUCP:

 “Las primeras simplemente trasmiten conocimientos y forman  técnicos para que los apliquen. En ellas se forman profesionales que no están preparados para repensar los fundamentos de sus disciplinas ni para hacer verdaderos aportes al conocimiento, sino solamente para resolver problemas prácticos y específicos de aplicación de las ciencias. Las universidades de investigación crean el conocimiento, expanden las fronteras de las ciencias y, naturalmente, enseñan lo que ellas mismas y otras universidades de investigación están creando”[1]

Las universidades de Enseñanza tienen su origen en la especialización que se da en los campos de producción y trasmisión del conocimiento en los siglos anteriores. Con ello se descubre el poder del conocimiento para el manejo de la naturaleza. Y este manejo se genero a partir de interés productivos-económicos. Así, estos espacios se vuelve centros centrados en el manejo de conocimientos para  responder a dichas demandas, su finalidad es esa. En cambio, la universidad de Investigación entran en relación con la formación integral del miembro de dicha comunidad, sino no sería posible una investigación real, además de verse comprometida con el desarrollo humano y social, al ser la dimensión ética una parte fundamental de esta formación integral. Esto llevará a Salomón Lerner, Rector en merito de la Pontificia Universidad Católica del Perú, a nombrar este tipo de comunidad universitaria como “Ethos”[2] de donde proviene la palabra ética, y que significa una segunda naturaleza, necesaria para el hombre para poder vivir en sociedad[3]. Hay pues, en la dimensión integral del conocimiento, un “saber”[4] que va en relación a la estructura necesaria que sostiene la comunidad del conocimiento. Esto va en relación a la concepción del conocimiento como diálogo con los Otros, la confrontación y articulación de diversas perspectivas.

Transdisciplinaridad:

Una universidad de Investigación debe tener como eje trasversal la Transdiciplinaridad. Pero para ello, es necesario el desarrollo de la Multidisciplinaridad, en un primer momento; y la Interdisciplinaridad, en un segundo momento.  Estos conceptos apunta a un “salir” de la mera especialización, apertura que se debe dar en toda la formación para evitar la instrucción de la propia disciplina que se tiene. Además, se generan a partir del descubrimiento de temas que no se pueden abordar desde una sola disciplina, donde los límites de las ciencias se hacen cada vez más difusos y los temas más complejos.

¿Qué significa Transdisciplinaridad, Multidisciplinaridad y interdisciplinaridad? La Multidisciplinaridad se entiende como aborda un mismo tema desde diversas  perspectivas pero sin salir de la especialización de cada uno, para que alguien posteriormente haga la integración. Es lo que se hace en los Estudios Generales, por ejemplo. La interdisciplinaridad es la posibilidad que personas que cultivan distintas ciencias, interactúen entre sí alrededor de una temática, enriqueciendo su propio enfoque.  Y por último la Transdisciplinaridad es la creación de nuevos conocimientos a partir de la integración, superposición y comunicación mutua entre diversas disciplinas, borrando así sus fronteras y creando nuevas.  Un ejemplo es las ciencias cognitivas, que integran la filosofía, la psicología, la lingüística, etc.  Como se dijo, el paso se debe dar desde la multiplidisciplinaridad, hacían la transdisciplinaridad, pasando por la interdisciplinaridad. [5]

Las ideas para esta ruta hacia lo Transdisciplinario, lo saco del Plan de Coherencia para la REA 2012-2013[6]. De dicho plan también extraeré propuestas para los siguientes puntos. El tránsito se inicia, pues por la Multiplidisciplinaridad. Actualmente la PUCP ya tiene este modelo en sus Estudios Generales, aunque permanece una barrera entre las Letras y las Ciencias. Lo que se debe buscar es que haya más espacios de reflexión y toma de conciencia sobre lo que significa esta multidisciplinaridad. Por ello, debería haber más coloquios sobre los Estudios Generales, como los que se está organizando para este año. Espacios donde los estudiantes la internalicen. No solo debe ser centrado a los Generales de Letras sino al diálogo también con los Generales Ciencias. Vemos sobre el eje interdisciplinario. Este se puede promover con cursos de co-docencia, desde donde se presenta un tema visto desde dos o más perspectivas diferentes. Esto se hace con profesores  con formación disciplinaria distinta que dictan el mismo curso en el mismo horario.  También se puede hacer fomentando la creación de grupos de investigación conformados por profesionales de distintas especialidades. El último paso, se puede dar a partir de la enseñanza de cursos que contenga ese contenido transdisciplinario o la creación de carreras de este tipo,  como la carrera de humanidades (que ya existe en la PUCP) o la carrera de ciencias cognitivas. Además se debería discutir sobre la posibilidad de crear programas de doble especialización como el sistema aglosajón.  El debate es amplio pues supone una reforma que supone una adaptación de dicho modelo a la realidad nuestra. Lo discutiremos más afondo en el punto 3.

Siguiendo con estos tres ejes que suponen una salida de la disciplina, debemos promover canales de diálogos no solo entre las especialidades de nuestra universidad, sino con otras de diversas universidades del país. Debe crearse mecanismos para poder acceder a cursos que se dicten en estas, a crear grupos interdisciplinarios interuniversitarios. Incluso, se debe seguir implementando disciplinas a partir de la combinación de especializaciones que brinden diferentes universidades.  En ese sentido iniciativas como la especialidad de Ingeniería Biomédica[7]deben continuarse. Este punto también lo desarrollaré en parte 6.


Era de la información y innovación tecnológica :

El mundo actual se encuentra en lo que se denomina como la “Era de la Información y el conocimiento”. Ello se debe a que gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación se ha producido un flujo de la información como nunca antes se había visto. Además, las claves para el crecimiento económico se basan en la capacidad de los agentes para generar valor agregado a lo que se produce. Y esto se logra mediante la creación de nuevos productos. Las economía de más alto nivel en el mundo está ahí, no por extraer y exportar materias primas, sino por darle ese agregado.  Ante nuevos productos de competencia, ya no se bajan los precios, sino se presentan nuevos.  Es pues un tiempo de la diferencia, donde hay productos para todos los gustos. La clave está en la innovación.[8]

Más allá de los aspectos negativos que trae esta Era, algo es cierto, nos encontramos en ella y debemos de cierta manera adecuarnos a ella. Vivimos en un mundo globalizado y no podemos aislarnos. Ahí se ve la importancia de investigación e innovación para poder seguir el paso de nuestro tiempo. Claro que la producción de nuevos conocimientos no debe estar supeditada netamente a criterios económicos, pero si debe ser motor del desarrollo social, donde una de sus partes,  la económica es importante.

Actualmente, la PUCP busca ser una Universidad de Investigación. Cuenta con un Vicerrectorado que se especializa en dicho tema. La noción que se tiene es:

“La PUCP considera a la investigación como una dimensión esencial del quehacer universitario,  cuyos efectos no se agotan en el valor autosuficiente de producir conocimiento nuevo,  desarrollo tecnológico o innovación. La investigación de alto nivel  es también un factor decisivo para aumentar la calidad de la educación superior, para optimizar la formación profesional y para incrementar el desarrollo sostenible de la sociedad en su conjunto.”[9]

Las áreas que la PUCP considera prioritaria para la investigación son: [10]

  • 1. Ciencias de la tierra: agua (agotamiento de recursos hídricos), cambio climático, energías renovables, mantenimiento de la biodiversidad, prevención de desastres.
  • 2.Derechos y desarrollo humanos: pobreza, desarrollo humano sustentable, derechos humanos, inequidades étnicas, sociales y de género, tensiones entre  la diversidad étnico-cultural y la idea de nación, violencia familiar, desarrollos tecnológicos e innovaciones para combatir la pobreza.
  • 3. Democracia y gobernabilidad: relación entre democracia y gobernabilidad, democracia y política, papel del Estado, gobierno electrónico, medios de comunicación.
  • 4.  Educación, conocimiento y aprendizaje humanos: procesos de enseñanza / aprendizaje, el papel de la educación superior, la educación superior en el Perú, educación intercultural, gestión de la educación.
  • 5.   La conmemoración de las independencias hispanoamericanas:  antecedentes  y consecuencias hasta el presente.


Deberíamos fomentar el desarrollar nuevas tecnologías, que tengan en cuenta lo expresado en área 1 y 2, pero que apunten a mejorar la calidad de vida. Es obvio que tenemos que generar conocimiento al servicio de la sociedad, de su problemática real. Somos un país en vías de desarrollo que aún no cubierto todos los estándares básico en desarrollo. Nuestras innovaciones deben buscar combatir esas necesidad. Pero una forma de hacerlo es también produciendo tecnologías  e innovaciones que el mundo globalizado está demandando. Así podemos atraer más fuentes de inversión y generar valor agregado a los que producimos para incrementar nuestros recursos y poder reinvertirlos en el desarrollo del país. Por ello, debería ser prioridad de investigación e invertir en todo lo necesario para poder desarrollarlo (infraestructura, personal capacitado, etc). Pero esta discusión de las prioridades entre las Humanidades y las Tecnología responden a un ámbito mayor, que hemos esbozado un poco en la primera parte (Universalidad, Verdad, Conocimiento) pero que desarrollaremos más explícitamente en un punto a parte.

En pos de este principio, es interesante la idea que se tiene de establecer un campus de la PUCP en la playa Santa María, al sur de Lima. Este terreno es colindante con un terreno de propiedad de la Universidad Cayetano Heredia.  La visión que tiene el Vicerrector Académico, Efraín Gonzales,  es la creación de un Parque Tecnológico en este lugar, donde se fomente el desarrollo de nuevas tecnologías. Este espacio contaría con toda la implementación e infraestructura necesaria. Se busca convenios con empresas privadas para poder empezar el desarrollo de este proyecto.

Epistemología del Sur:

Otro eje trasversal importante que debemos promover en la investigación es la generación de modelos explicativos propios. Actualmente, los saberes que aprendemos en la universidad y con los cuales vamos a comprender la realidad, se basan en modelos generados en otras parte del mundo. Vemos por ejemplo en filosofía, sobre la fenomenología o la hermenéutica; en política, sobre el marxismo, Rawls o Habermas; en economía sobre el keynesianismo o el neoliberalismo. Todos son fundamentales para comprender nuestro mundo actual, pero se deja de lado una parte que es nuestra realidad propia. Incluso, cuando hablamos sobre nuestro país, lo interpretamos a partir de dicho moldes que se generaron a partir de otra problemática.  Entonces, no se puede entender la problemática en todas su dimensión. Hay siempre una dimensión que permanece no-reconocida.

Es por ello que se hace necesario crear modelos propios para poder entender nuestra realidad social particular. Modelos que no solo sirven para comprender sino también para actuar, pues permite entender que los problemas que suceden en el país son muchas veces generados por ese no-reconocimiento de nuestra complejidad particular. Así podremos crear políticas diseñadas de acuerdo a esta. Esto es lo que se llama una “Epistemología del sur[11]”, un concepto  que ha desarrollado Boaventuro de Souza y que recibe ese nombre debido a que los modelos explicativos de la realidad, y su correlato con el accionar político, provienen actualmente desde el Norte (Norte América y Europa). Esta Idea de crear modelos desde el sur para explicarse a sí mismo responde a que “no hay justicia social global sin justicia cognitiva global; o sea, sin justicia entre los conocimientos y sus portadores y productores”[12].

Incluso en un sentido más práctico, y como ejemplo,  ya hablando desde una reflexión propia sobre la Educación Superior,  podemos ver las consecuencias de esto en los Rankings de las Universidades. Así pues, vemos como en el “Encuentro de las Universidades Latinoamericanas antes los rankings”[13] vemos las deficiencias de los Modelos Universitarios Ideales que se usan para medir y comparar a las universidad del mundo, a través de los rankings. Estos modelo Ideal responde a un tipo de universidad, con distintas características a la universidad latinoamericana. Sin embargo, las comparaciones se usan para conseguir prestigio y para las políticas públicas. Así pues se habla de una injusticia con las universidades latinoamericanas y la necesidad de crear un modelo de universidad de esta región para una adecuada identificación y comparación de las mismas y la correspondiente política pública en ellas.


También viéndolo desde un sentido más práctica, generar modelos propios generaría un  mayor intereses desde un nivel internacional. Pensemos, si queremos insertarnos internacionalmente, ¿qué cosas podemos ofrecer al mundo? ¿Les ofrecemos algo que ellos mismos ya conocen? Se dice que las entidades internacionales se interesan en nuestro país por las riquezas naturales que tenemos. También por las diferentes culturas que cohabitan en nuestro territorio. Pero podemos ofrecerles modelos explicativos propios, desde un nivel reflexivo, académico, y no desde el horizonte pre-reflexivo que es propio de cada cultura, que no es peor ni mejor que el otro nivel, sino que es diferente. Es una suma, viéndolo desde este enfoque, es algo que puede ofrecer propiamente la universidad. 


[2] ESTUDIOS GENERALES LETRAS        Lecciones Inaugurales 2006-2011 “Los Estudios Generales y el sentido de la vida universitaria”- Salomón Lerner.
[4] Preferiría llamarlo “theorein” en tanto su sentido en griego, donde no hay una incisión entre la teoría y la práctica.
[5] Las nociones que se han visto en este párrafo y que se verán en el siguiente salen del escrito de Pablo Quintanilla, “La enseñanza transdisciplinaria en las Humanidades” - http://facultad.pucp.edu.pe/generales-letras/publicaciones-tipo/que-es-una-universidad/?ver=publicacion&id=1242
[8] OPPENHEIMER, Andrés                   ¡Basta de historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro
[12] De Sousa, Boaventura    Una epistemología del sur

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente