jueves, 29 de diciembre de 2011

Crónica del pensamiento del límite-parte 2

La filosofía en sí: Autoafirmación del límite

Es el momento de definir lo que entiendo, hoy por hoy, como filosofía. Parte de la influencia kantiana en mi filosofía. Es la noción de límite. En este post defino los límites que existen en nuestro conocimiento. Primero, la limitación de la percepción del mundo dada al momento de la recepción de este por parte de nuestros sentidos.  Es decir, que solo podemos captar un parte limitada del mundo debido a nuestros sentidos. Incluso, el mundo que percibimos es la construcción, a partir  información  limitada brindada por nuestros sentidos, hecha por nuestro cerebro. Es decir, lo que "vemos" es un mundo hecho por mi mente y no el mundo en sí. 

En segundo lugar, en dicho post se vio que lo que llamamos propiamente conocimiento es una construcción-creación abstracta hecha por nuestra razón. Son ideas, productos mentales que surgen a partir de una simplificación de los datos recibidos por los sentidos. En el post lo desarrollo más, pero lo importante es quedarse con esa idea de que el conocimiento es creación y que es un nivel abstracto y no intuitivo. 

Cabe aclarar, que en cuanto al nivel intuitivo, la construcción es del mundo con sí mismo. Recordemos que el hombre es parte del mundo, responde a sus leyes. Por tanto, sus elementos constituyentes también están determinadas por estas leyes. Es decir, no es una construcción arbitraria, sino parcial limitada del mundo en su totalidad. Pero, de alguna manera, podemos "acceder" a esta totalidad, dado que es la creación de las misma leyes, solo que se manifiestan de diferentes maneras, acorde a las características de los seres que perciben estas manifestaciones. Así podemos explicar los avances de la física o la biología o la química, que entra en leyes o datos que existen anterior a los humanos y que muchas veces son condiciones de posibilidad de la existencia de estos.

Incluso, el mismo nivel abstracto, se da gracias a estas mismas leyes. Este nivel surge a partir de la necesidad de supervivencia, que se puede explicar gracias a las leyes de la biología. También se podría decir, que en sí mismo, el pensamiento son impulsos eléctricos o reacciones bioquímicas que responden a las leyes físicas. El pensamiento es un fenómeno emergente de las propias leyes físicas (en la fase biológica) y no algo aledaño al alma, distinto a lo físico. Con esto vemos la conexión entre el mundo en sí, lo que percibimos y lo que pensamos. Así superamos todo el problema de la distinción entre lo físico-el mundo y lo espiritual-el pensamiento. Tal división ontológicamente es arbitraria: Todo tiene una misma base.

Pero en tanto espistemológicamente hablando, la división de alguna manera es válida. A nivel intuitivo no lo es, ya que a partir del mundo que percibimos, parcial, podemos acceder a través de distintos medios al mundo en sí, total. Esto es gracias al reconocimiento de que hay leyes en el mundo para mí que son necesarias para nuestra propia existencia, por lo tanto, son anteriores a ellas y entonces accedemos así al mundo en sí. Pero este acceso, aunque suene contradictorio, también es parcial. Ya no por las limitaciones intuitivas, sino por las características propias de nuestro conocimiento. Como dijimos, el conocimiento es creativo-abstracto. Es un fenómeno emergente de la biología donde surgen elementos que no pueden ser explicados dentro de las mismas leyes de la biología. Por ahí, podemos explicar como funciona nuestro cerebro y sus procesos, pero no agota el sentido total de lo que es el pensamiento. Y esto se debe a que propiamente, esa ciencia y todas las demás ciencias, se basan en esa forma de conocer humana. Cuando hablamos de leyes, características, incluso los propios objetos de estudios (partiendo de definir algo como un objeto, ya es algo del nivel abstracto), es conocimiento creativo-abstracto. Incluso, la distinción entre mundo parcial intuitivo y mundo en sí-total se debe a ese nivel. Por lo cual, las ciencias particulares solo se dedican a estudiar determinados fenómenos sin reconocer esta base, sin entender la totalidad del sentido.

Entonces, a partir de lo expuesto, podemos sacar la siguiente idea de qué es la filosofía: Es el reconocimiento de tal limite. Es la autoafirmación, que cuando hablamos de conocimiento, no necesariamente científico, sino de todo tipo, que tenga que ver con el ser consciente, estamos hablando de un nivel distinto a lo que percibimos con los sentidos. Hay pues dos niveles:

1. El nivel contemplativo-estético: Lo contemplativo viene de recibir, de ser pasivo y lo estético viene de los sentidos. Es el mundo presente. En este nivel solo se puede decir que el mundo es. Podría definirse como lo místico como lo entiende Wittgenstein : "Lo místico no se cifra en cómo sea el mundo, sino en el simple hecho de que existe". Incluso con las limitaciones del término Ser, que se encuentra al nivel abstracto, como bien dirá Kant. 

2. El nivel creativo-abstracto: Lo creativo viene de producir, es crear algo nuevo y lo abstracto se ciñe como contraposición a lo concreto. Es el mundo del conocimiento. Incluso los mismos objetos de estudio de las ciencias particulares son definidos por este mundo (en cuanto delimitar los objetos y definir características), obviamente con una base en el nivel contemplativo (porque sino las ciencias serían arbitrarias). Incluso el tiempo y el espacio se crean en este nivel. El tiempo definido a la manera aristotélica, como medida del cambio y el espacio entendido como medida de la extensión de materia. Medir, decir antes y después, es ya algo abstracto. Así se entiende el tiempo y el espacio.

Así, la filosofía sería la afirmación del límite, que el conocimiento es un mundo creado por nosotros y que hay un mundo en sí, que no podemos tener acceso total sin que pase por el filtro del conocimiento, el cual lo transforma. Es la tesis kantiana entendida de otra manera. A partir de la auto afirmación de ese límite, desde donde se diferencia la filosofía de las otras ciencias, surgen diversas consecuencias. 

Crónica del pensamiento del límite-parte 1.

Los albores del filosofar:

Es curioso como volver a revisar mis primeros escritos. Hace ya casi dos años que los hice. Dos años desde que inicie el sendero de la filosofía. Pues, recién, desde el primer escrito uno hace filosofía. Ella es como el arte: expresión de lo interior, de la complejidad de uno mismo, hacia los otros. La ciencia madre no es solipsista, debe ser expresada. Esto de acuerdo al sentimiento propiamente filosófico de lo Uno, del cual hablaré más adelante. El hombre contempla el mundo, se maravilla, se cuestiona. Descubre, intuitivamente (en el sentido de sin reflexión, como "imagen divina") primero, luego por medio de la reflexión, de la necesidad de la apertura hacia lo más allá de sí. No puede entenderse, sin entender el mundo, y parte de ese mundo son los otros. Quiere saber más sobre ese misterio que se la ha presentado y que le produce tales sentimientos. Debe saber si los otros también lo padecen. Una vez leí que el arte es la expresión del ser de uno mismo, sus pasiones y preocupaciones, para sentir la reacción de los otros, si no los tienen o los comparten. Todo ese proceso de contemplar el mundo, maravillarse de el y a la vez cuestionarse y al final expresar es propiamente lo filosófico, sin una de estas partes, no es filosofía. Puede ser por medio de la palabra-diálogo o el escrito. Sobre este debate también hablaré más adelante.

Esas reflexiones iniciales giraban en torno a la religión, sentimientos de misterio, de lo absurdo, de cuestiones existenciales. Eran escritos humanos, demasiado humanos. Cuestiones que a todos nos han atormentado, pero que pocos se han atrevido a pensarlos de una manera detenida. Esto se debe a que lo consideran irrelevante-innecesario o por miedo a romper ese suelo tan cómodo que es la creencia. Lo que contemplo de esa época es un visión particular de la filosofía, la del sentido común, que la llamaré como la no-limitada. Es pensar en la filosofía como una reacción hacia un sentimiento extraño, mágico, misterioso. Mucho lo llaman como lo místico,  el sentimiento oceánico, como aquella anécdota de San Agustín que se resume en un símil con que no se puede meter todo el agua del mar en un pequeño hoyo en la tierra. Rompe con los cimientos de nuestra vida, obliga a buscar construir unos nuevos cimientos o también, como dice el libro "El Mundo de Sofia", es como cuando vemos la magia, es tan extraña, que tenemos que encontrarle una explicación. 




La serpiente que vuelve sobre sí:


Posterior a estas reflexiones, empieza un proceso de complejización, de reflexión sobre sí misma, como aquella serpiente que se "come" su propia cola. Empieza, pues, la pregunta de qué es aquel magnanime sentimiento. Es la lucha (más adelante se dirá porque) por la definición.
Empiezo esbozando lo siguiente:


"Encontrar la certeza absoluta en lo que conocemos mediante el filosofar para poder luego empezar a tratar de responder a la interrogante suprema de nuestra existencia: ¿Qué es el hombre? El filosofar es buscar la atemporalidad, lo que no varía: Es entrar en contacto con preguntas que surgieron desde que el hombre dio sus primeros pasos por la tierra con un arma de doble filo producida por la naturaleza, su autoconciencia; y es encontrar respuestas que buscan capturar la eternidad, plasmándose en piedra que no se destruye con el paso del tiempo, aquel río que fluye sin censar y que por su caudal construye y destruye todo. Pero a la vez, el filosofar es detenerse en un tiempo específico distinto a las de otras eras. Es pensar y entender la realidad en la que se vive, dándole un sentido a todo lo que acontece en el vivir de cada humano, acontecimientos que solo suceden en un determinado tiempo. De esta manera, filosofar es buscar al mismo tiempo, la atemporalidad en el devenir y el devenir en la atemporalidad: Las verdades eternas influirán en la manera como comprendemos los hechos que suceden en nuestra época; los sucesos de nuestro tiempo influyen en la manera en como entendemos la eternidad y como le damos vida en el tiempo."


Sigue pues, una interpretación-reflexión, sobre el significado originario de la filosofía, acorde al sentido impregnado en la palabra creada por los griegos. Para amar:

"falta una voluntad de comprenderla, de compenetrarse con ella, de "borrar" los límites que supuestamente los separa, límites subjetivos, impuestos por el mismo sujeto: Es cuestión de aprender a amar esta sabiduría. Digo aprendizaje porque es una tarea, un esfuerzo, no algo que se dé armónicamente, dada la ruptura con el suelo primordial que el hombre da en tanto hombre."

La compenetración se debe dar con el mundo. En esa misma reflexión, hay pues una intuición-imagen divina que será un preludio del hoy, una flecha hacia el futuro:

"Amar es “criticar”: El amor es siempre profundizar, cuestionar, porque si no nos quedaríamos con algo ya dado, nos impediría ver algo que quizás no hemos descubierto, una parte del amado que aún no conocemos.Como decían Platón “solo se puede amar lo que se conoce”, solo podemos involucrarnos con lo que conocemos al máximo, en cada rincón. Así todas las nuevas comprensiones que se den, serán críticadas, pasarán por el agudo filo de razón y el cuerpo.

Pero esta tarea "Crítica", de sustentar y cuestionar el conocimiento, significará crear una eterna tensión, nunca podremos descansar. Ese es el precio de la libertad: Nuestro lenguaje es fuente de creación. Por este nos elevamos del reino de la naturaleza y buscamos llegar al reino de la Libertad (reino también del poder, de realización). Pero tiene un precio, una desconexión con el suelo natural. Parece ser que este paso es necesario: La Nada crea para poder autoafirmarse como Nada, simbolo de realización, símbolo de poder supremo. Pero este paso de autoafirmación, de autoconciencia, solo se logra con esta "salida" de lo temporal"


Hoy por hoy, corregiría la afirmación de la "salida" de lo temporal. Hoy diría que es más bien, se da el inicio del tiempo. Esto también será explicado posteriormente. Paciencia, paciencia.

Como se ve hay un continuo intento por definir la filosofía. Pero no puede decirse qué es esta ciencia sin hablar sobre su objeto de estudio: Su definición va muy de la mano con lo que busca estudiar. Por eso, el gran número de escritos acerca del Ser, la existencia, el mundo en general. Luego de estos dos años, pienso que existe una cercanía aún mayor entre la ciencia y su objeto de estudio. Antes de pasar a esta reflexión propiamente, cabe aclarar que dentro de los mismos escritos, el estilo, su forma, se marca la concepción de la filosofía que he tenido: Un estilo por un lado que busca ser poético, simbólico, abierto, búsqueda de expresión de lo que no se puede expresar; por otro lado, llano, racional, directo, expresión de la naturaleza hombre o de lo que él mismo se autodefine. Por un lado, lanzo afirmaciones al aire, sin fundamentarlas, como intuición-imagen divina, aquellas verdades que se sienten como tales; por otro, hay afirmaciones justificadas, cadenas lógicas, fundamentación racional para un tipo de verdad. Esta aparente contradicción es el mundo mismo, la filosofía.

.... continuará.


domingo, 18 de diciembre de 2011

La creación del conocimiento y la creación del mundo

Hemos hablado de los límites del conocimiento, ¿cuáles son?

En un primer nivel, son nuestras propias estructuras cognoscitivas: Los sentidos y el cerebro. Por medio de los primeros, recibimos estímulos exteriores; con el segundo procesamos esos estímulos y creamos representaciones. Los límites se dan a partir que solo por medio de nuestros sentidos podemos percibir ciertos estímulos y no otros; y que nuestro cerebro proceso la información de una manera especial, distinta a la de otros seres, a partir de los estímulos limitados que recibimos. Por ejemplo, con la luz, que es lo que nos hace ver "colores", hay distintas frecuencias, nosotros solo podemos percibir un rango, lo demás, en el caso de frecuencias de onda inferiores, lo vemos como si fuera negro. Con esto, el mundo que percibimos no es tal y como es, sino como lo construye nuestro cerebro. La construcción dependerá de la utilidad para sobrevivir de la especie: Si esa construcción sirve para poder seguir viviendo, seguirá estando presente.

Ahora, una observación: Esta representación-construcción es mas o menos similar al mundo en sí, pues si no fuera así, no podríamos sobrevivir en nuestro ambiente. Si por ejemplo, donde vemos una fruta, no habría un fruta en sí, no podríamos alimentarnos y moriríamos. Entonces de alguna manera existe una relación entre la representación y la cosa en sí. Ojo, las características  que "vemos" y el efecto dependerá de nuestra constitución, pero eso no quita que haya objetos con características particulares que hacen que se produzcan dichos efectos. Pero propiamente esas características en sí no podremos conocerlas ya que solo conocemos lo que construimos.

Esto es una limitación a nivel intuitivo, a nivel de la percepción y construcción del mundo. Pero las cosas no terminan ahí, hay otro nivel que llamaremos "abstracto" que limita más nuestro conocimiento. Tenemos la capacidad, gracias a la facultad-razón, de poder alzarnos sobre lo que se nos presenta (por medio de la intuición), lo presente. El inicio de esta facultad se remoto a los albores de la humanidad, cuando el hombre era carroñero. Un hombre solo no podría competir contra todos los animales carroñeros. Necesitaba indicar a los otros hombres, que un animal muerto estaba a lo lejos, "ausente en lo inmediato". Así, los hombres que mutaran con la capacidad de simbolizar, por medio de una seña o sonido, un contenido ausente, sobrevivieron. Los hijos de esos mutantes somos nosotros. Esto es por lo general lo que se llama lenguaje: No necesariamente es lo relacionado a los sonidos, sino también señas del cuerpo, acciones. Todo lo que simbolice lo ausente. Con el tiempo, el lenguaje se sofistico. Actualmente, no solo sirve para referirse a algo que no esta en "mi presente", lo que observo, sino también para lo que esta en lo que percibo en el presente.

Si también tiene esa utilidad, ¿porque digo que es símbolo de lo ausente? Porque a lo que hago referencia  como un "libro", por ejemplo, no es al objeto particular que se encuentra frente a mí, sino a la idea que tengo de un "libro", que se forma a partir de experiencias particulares pasadas y que uso para identificar lo que tengo al frente con la idea del "libro" y llamarlo así. Obviamente que la capacidad de abstracción, lo que genera esa idea del "libro", es mucho más compleja de lo que he expuesto aquí. Tiene que ver mucho con la memoria, "lo ausente que fue presente" y su vez con la selectividad de datos útiles. Recordar todas las experiencias detalladamente resulta sumamente complejo, gran gasto energético, e inútil. Así el hombre desarrollo una capacidad para retener datos útiles. Lo interesante es que esta selectividad es creación propiamente, porque ya no es lo particular en cuanto tal, sino "partes" de lo particular, que ni siquiera serían partes, porque lo particular solo es en cuanto totalidad. Creación. Entonces,  las imágenes de la memoria junto a lo que les hace referencia (el lenguaje-símbolo), gracias a la selectividad de datos, forman la abstracción.

Es propiamente lo ausente-abstracto lo que es conocimiento. Lo que almacenamos, es lo ausente. Incluso, en el presente, en las percepciones intuitivas, cuando actuamos en el mundo, somos conscientes de nuestro entorno, interactuamos con los objetos sabiendo su funcionalidad, su ser, y esto solo se da al nivel abstracto, con la idea del objeto, o mejor dicho, con su concepto. Incluso, de los objetos que no conocemos, nos acercamos a ellos con conceptos que se asemejen a lo que observamos. Entonces todo nuestro conocimiento es abstracto-ausente.

A partir de ello, podemos entender porque el conocimiento es creación: Como dijimos, se parte de lo ausente, del vacío, por la selección de datos, creamos un concepto-imagen, que es el conocimiento. La selección de datos se da por la complejidad de cada individuo, por sus vivencias propias, qué le es más útil, qué le da más sentido o no le causa sufrimiento. Incluso, cada vez que usamos nuestros conceptos para referirnos a la intuición, se crea un nuevo conocimiento. Este nuevo saber se da por la sumatoria de los nuevos datos empíricos que he recibido y se transforma el concepto, creándose algo nuevo, con un nuevo significado y sentido. Crear es conocer.

Con todo lo dicho podríamos concluir que nuestro conocimiento es limitado, demasiado limitado. Incluso, la ciencia, se basa netamente en el procedimiento del conocimiento, obviamente con más rigurosidad y buscando el consenso de toda la comunidad científica. Pero sigue siendo creación, subjetividad o intersubjetividad. Con esto podríamos decir que estamos condenados a ese ámbito. Pero no es así.

Todo lo que conocemos parte pues del nivel ausente-abstracto que podríamos llamar inter-subjetivo. Pero hay ciertas condiciones para que se de este conocimiento, que son las estructuras propias del sujeto, formas a priori. Kant dirá que son el espacio y tiempo, y las categorías del entendimiento. Para este filósofo, el mismo intuir el mundo, el que el mundo se nos haga presente y lo percibamos, depende de las formas puras de intuición, el espacio y tiempo. Como dijimos, el mundo que percibimos, el que podemos percibir, es fenómeno, una construcción de nuestros sentidos y el cerebro. De ese mundo es donde hablamos de objetos. Más allá de este no tiene sentido, porque es imposible tener acceso. Nuestro conocimiento se basa en esas estructuras que "forman" el mundo, entonces de alguna manera si tienen una base objetiva, pero obviamente con el sentido propio del individuo.

Pero podemos ir más allá, podemos decir que incluso, dentro de nuestro mundo fenoménico, descubrimos condiciones no solo para conocer, sino también para que podamos existir. Sin estas condiciones no podríamos existir, así necesariamente son así y no de otra manera (Necesidad, símbolo de la objetividad-referencia al objeto). Si fueran de otra manera, no existiríamos. Descubrimos que el mundo nos condiciona, somos parte de este. Así, como he venido desarrollando en otros escritos, descubrimos que en realidad somos la creación de las leyes físicas. Nuestro cerebro, el gran creador, es parte de esas leyes físicas. Todo se mueve dentro de ellas, sin dejar de ser ellas. El fenómeno, el mundo creado por nosotros, lo que percibimos, es parte de ellas. Así, no todo es subjetivo, sino todo objetivo. Y lo objetivo, al no haber lo subjetivo, pierde sentido (objeto de un sujeto que lo conoce).

Entonces, todo no es creación, sino repetición, el eterno retorno de lo Mismo. Las diferencias son "creadas" por el Uno-Todo, la Diferencia Pura, nunca deja de ser sí mismo.




viernes, 9 de diciembre de 2011

Sobre la filosofía y el conocimiento

Filosofía etimológicamente significa "Amor por la sabiduría"

Kant es uno de los exponentes máximos que reflexionan sobre los limites del conocimiento o saber humano. "¿Qué podemos conocer?" es la pregunta fundamental que trata de responder en la Crítica a la razón pura.

Toda pregunta enuncia una confrontación ante un misterio originario, un no-saber. Pero a la vez es la búsqueda de desvelar ese misterio, de encontrar una respuesta. ¿Esto es lo propiamente filosófico? Todo preguntar sería filosofía entonces, lo cual a mi opinión no es cierto.

La pregunta, ¿qué podemos conocer? si es filosófica. ¿Qué la caracteriza o la diferencia? Si un neuro-científico se pregunta por ello, ¿está haciendo filosofía o sigue en su ciencia particular? Más que la pregunta propiamente, es esta asociada a la respuesta lo que marcará lo filosófico. Kant dirá que nuestro conocimiento tiene límites. Hablará de un fenómeno, el mundo que podemos conocer y el noúmeno, la cosa en sí, que no podemos conocer. Es pues una respuesta que suscita una relación entre un saber particular-el conocimiento y lo universal-lo real.

Me explico: Un neuro-científico hablaría que lo que conocemos es la creación de imágenes por parte de nuestro cerebro o cosas por el estilo. Pero no diría sobre la limitación, que es el reconocimiento de un más allá de esos limites. Todas las ciencias hablarán quizás de un mundo más allá de la psique pero lo harán a partir de lo humano, la medición y la experimentación. Pero no reconocerán los limites y lo que hay más allá de lo humano a nivel cognoscitivo. Entonces lo filosófico será un reconocimiento de los límites de lo humano, que tiene como consecuencia un reconocimiento de lo más allá de lo humano, una especie de apertura hacia el noúmeno. Lo posterior ante ese descubrimiento, ya depende de cada filosofo, pero ese es el punto de partida.

Hay otra pregunta filosófica por excelencia: ¿Qué es el ser? Es una pregunta por el fundamento de todo lo existe, que también podría ser interpretado como las características generales de todo lo que existe, su estructura. Es filosófica porque habla de una universalidad o un relación con esta. Universalidad en tanto comprende todo lo que existe, fenómeno y noúmeno. 

A partir de estas preguntas (obviamente existen más preguntas) se puede entender el sentido de la filosofía: Su campo es el preguntarse acerca del mundo, de la existencia, reconociendo los límites de este conocimiento. Amor por la sabiduría, es aceptar los límites del conocimiento, sentirse a gusto reconociéndolos, pues significará una tarea constante, interminable por trascenderlos o fundarlos y a partir de ello, construir una base sólida para poder vivir y sobrevivir en ese mundo que nos obliga a preguntarnos.

"Solo sé que nada sé", dirá Sócrates.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Lo Uno es lo que hay que siempre sustraer.

Lo extraño, lo múltiple es: Entonces, ¿Lo Uno no Es?

La Nada es, entonces lo Uno no es. La Nada es, entonces lo Uno es. ¿Contradicción?

Lo Uno es la Nada. Más allá del lenguaje poético, que puede simbolizar que lo Uno no es, entonces lo Múltiple es; la Nada existe, es la totalidad de lo que existe.

La Nada es toda las formas. Lo múltiple es uno, en tanto es No-ser. La Nada, Neiz, es materialidad. La materia es multiplicidad sin dejar de ser uno. Su Ser, lo Uno, contiene en si mismo toda la multiplicidad.

Lo Múltiple es la afirmación de lo Uno, lo Uno la afirmación de lo Múltiple. No es subordinar uno sobre el otro, sino igualarlos.

"El devenir es el Ser". Explicación del filosofo ante la existencia de Neiz: "el Ser y No-Ser comprendidos en una eterna lucha", predicará el pensador. Solo es poética ante lo real, la Nada es.

El devenir es la explicación de lo múltiple. "Querer ser más", voluntad de poder, el No-Ser queriendo Ser. Ser algo en el un tiempo "A", ser otra cosa, su no-ser, en un tiempo "B". Puro devenir.

¿Y el espacio? El espacio es inseparable del tiempo ante materialidad. El espacio y el tiempo, son el Ser. Solo existe el Espacio-Tiempo. Objeto en el espacio, "en el" es engañoso, limitación del lenguaje, esos objetos son el Espacio-Tiempo, campo. Limitaciones, pues soy humano, no-contradictorio, objetos en el espacio, afirmación de lo múltiple. Más objetos en el espacio, afirmación de la voluntad de poder, solo se puede lograr por el Tiempo. Y todo cambio, solo se puede dar por el Espacio-Tiempo, pues todo es materia, solo movimiento. El devenir el ser de lo múltiple, es el Espacio-Tiempo, Neiz.

Retornar es el Ser del devenir. Volver a cambiar, retornar. El Eterno retorno palabras sobre el ser más. Un suceso se fija por el presente, es A. Ser más que A, significa cambiar, ser A+, devenir. (No hay progreso, la nada nunca deja de ser nada) Es necesario poder volver a cambiar, es necesario retornar.

Lo Uno es lo que hay que siempre sustraer:
Lo Uno, en tanto totalidad, es trascendente, no puede ser captado. Pero en tanto inmanente, como sustrato, es captado, pero como múltiple. Lo único que podemos conocer es lo inmanente, lo uno es lo que hay que sustraer siempre entonces.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ontología cuántica

¿Por que no usar algunos principios de la mecánica cuántica a la reflexión filosófica sobre el Ser? Si hablamos sobre una misma realidad física, que los filósofos describen con versos y los físicos con números.

La superposición de estados de la mecánica cuántica la podemos aplicar a la filosofía de Neiz. Hay pues una Superposición Original: La del Ser y el No-Ser. Ambas "coexisten" (con las limitaciones del lenguaje) son parte de una misma realidad; mejor dicho son la realidad. La mecánica cuántica permite esta "coexistencia" de "opuestos". Los concebimos así por nuestra mente no-contradictoria.

Volveremos sobre esta cuestión en breve. Ahora, ¿Cómo se da una mente no-contradictoria en un mundo Superpuesto o aparentemente contradictorio? Al igual que el contacto de un cuerpo microscópico con uno macroscópico hace la ruptura de la superposición de estado, lo mismo ocurre con nuestra mente que es un organismo macroscópico, solo percibimos debido a esto, un estado ya no superpuesto, ya no "contradictorio". Así se da la no-contradicción.

¿Podemos aplicar este principio a la Superposición Original? Si: La percepción "rompe" la Superposición y por eso solo percibimos el Ser. No es que la Nada deje de ser, porque no-ser es igual a ser, sino que pierde sentido. Aunque igual todo lo que es, nada sea.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Meditaciones sobre Neiz

¿Cómo explicar el desarrollo del Universo a partir de la Nada?

El Universo parte de la Nada, pero sigue siendo Nada, Neiz, la Noche, el silencio de la Eternidad. Hasta el más fuerte estallido es silencio puro visto desde su totalidad.

El devenir se da por la Voluntad de Poder que reina en este Ser-Nada, queriendo ser más, debe de cambiar. El pasado ya se hizo presente y ya no puede tener control sobre este, por eso debe crear un nuevo presente. He ahí la razón de la rueda del devenir.

La locura del Poder sobre el devenir  ¿Buscar controlar el pasado?¿No basta con crear un nuevo presente?Pues, petrifico el pasado. Oh, creación de la Relatividad Espacio-Temporal.

¿Cambiar? ¿Puede la Nada dejar de ser Nada? La Nada no cambia es Uno. Pero la Nada no solo es potencialidad sino ella misma es Todo. Lo Uno y lo Multíple son lo mismo bajo el reino de la Nada. La Esencia puro es la Materialidad del Espacio-Tiempo que termina siendo in-materialidad a la vez.

No hay una esencia de la Nada, solo existe y deviene, bajo sus propias normas. ¿Normas en la Nada? ¿Puede la Nada limitarse a sí misma? Solo para posibilitar su volutad, cuál moral humana. Es múltiple siendo uno, para poder cambiar. "Crea" leyes desde el silencio para poder ser la coexistencia de lo múltiple. Tiempo y Espacio no bastan, debe haber estabilidad, debe haber Cosmos. La Nada es ciega, solo sigue a una insaciable Impulso. Crea y prueba. Leyes del Caos, leyes fallidas. Cual selección natural, nace del azar la formula para el determinismo.

¿Finalidad de la Nada? Dominar para ser más. Infinito que siempre tiende hacia ser más infinito, no deja de ser infinito. Así es la Nada. Infinito como lo que no tiene limites, pues solo ella es. Finalidad ciega, guiada por el azar de sus propias leyes. No hay un Telos, no hay finalidad propiamente dicha, solo existir y hacerse presente. No hay un fin de la historia. Solo un fin de una historia particular producto del mismo devenir y comienzo de una nueva. No hay perfección.

¿Y cómo llego el hombre a meditar sobre Neiz? Por el devenir del Cosmos, producto del azar que crean leyes que luego crean azar. Auto-consciencia de sí mismo, Neiz. No es que Neiz busque autoconciencia para dominar más, sino que en su búsqueda de dominar más, prueba azarosamente por la autoconciencia, siendo más. Siendo más, significa ser distinto a lo que se es anteriormente. Y como la Nada es, se busca ser   ya no nada y por más mínimo que sea el número, algo que ya no es cero, es mayor a cero. Se busca ser más, fracasando eternamente. La Nada busca ser más, por la contradicción propia de su naturaleza, Ser y Nada, eterna lucha.

Esa es la explicación filosófica, propia del hombre y su no-contradicción. Lo originario solo es que la Nada es. Lo demás, es lo humano en búsqueda del sentido de semejante proposición. Así nace las meditaciones sobre Neiz.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un retorno después del giro sin volver al pasado.

Heiddeger habla de que el nihilismo "negativo" en que vivimos actualmente se debe a una consecuencia de la voluntad de dominar del hombre mismo. Ese hombre olvida al Ser para ir tras el dominio de lo ente. La modernidad fue la expresión máxima de esto cuando pronuncia que el mundo es Objeto, de un Sujeto que conoce. Así este Sujeto se vuelve Fundamento de los Objetos. Pero, por eso mismo, el Sujeto, no encuentra Fundamento para sí. Las consecuencias de esto, es que el Sujeto entra en el nihilismo, al no encontrar un fundamento para su existir y "depreda" todo el mundo, creyéndose amo de este.

Este filósofo plantea esto porque dice que el hombre olvidó la Diferencia Ontológica, donde el Ser es distinto al Ente y que el Sujeto no puede conocer ni aprehender, porque solo puede conocer lo óntico. Así no se agota el sentido del mundo, no puede ser completamente dominado por el hombre y además encuentra un fundamento para sí mismo.

Neiz postula que Ser y Ente son lo mismo, la Nada. Entonces hay una Igualdad Ontológica. (post sobre esto). ¿Cómo evitar las consecuencias del olvido del Ser? ¿Cómo cambiar la historia del hombre sin errar tal cómo lo hizo Heidegger?

Se parte de un reflexión sobre el Sujeto que conoce. Se teoriza sobre el Fenómeno, quedándonos aún en el binomio Sujeto-Objeto. Se descubre una vía segura para el conocimiento, que se basa en los a priori.Estos será la posibilidad de certeza de toda ciencia. La ciencia descubre que los a priori del Sujeto, Espacio-Tiempo son el fundamento del Mundo y que son el Mundo. Pero en cuanto tales, son la Nada. (sobre esto). Aquí el Retorno.

Descubre así el Sujeto, a ver que los Objetos son Nada (No-thing),el mismo ya no es Sujeto, por dos razones: Porque solo hay Sujeto en relación a un Objeto, sin objetos no hay Sujeto y en segundo lugar, principalmente, porque lo que lo hace Sujeto, el Espacio y Tiempo, son Nada, entonces el también lo es. Ahora Sujeto y Mundo son iguales, Neiz. El Sujeto es parte del Mundo, es el Mundo. Ya no existe el binomio, la Nada es la fuente de la igualdad.

Como el Sujeto es el Mundo, empieza a preguntarse sobre si. Descubre que su conciencia y cuerpo es finito de cierta manera (en su estado actual, como hombre) y que hay otra parte que no termina ahí sino que tiene un pasado mucho mayor y un futuro abierto. Esto lo hace por medio de la ciencia.

¿Y qué consecuencias nos trae esto? Primero, que como el Sujeto es el Mundo, ya no solo siente distinto así, que lo puede dominar como amo, sino que lo debe tratar de la mejor manera porque se trata de sí mismo. En segundo lugar, su vida como humano es solo una parte, hay mucho más allá de si mismo como tal, su sentido no se agota con él en cuanto hombre. Además, su racionalizada, su forma de conocer, no puede captar el Ser pero no entenderlo ni comprenderlo, pues es contradictorio para una mente que funciona por el principio de no-contradicción: Tan solo se puede acercar a este, sin nunca comprenderlo del todo. Así no se limita ni agota el sentido del Fundamento, ni puede ser domina por el hombre. Esto es el retorno sin volver al pasado.


martes, 1 de noviembre de 2011

La condena tan deseada.

Durante toda la historia, los hombres han luchado por ella. Miles de ellos han muerto en su nombre. Con las espadas de su voluntad trataron de oponerse al látigo. Las usaron para demostrar que nadie los subyuga, que son dueños de su voluntad, dueños de sí mismo. La existencia de la humanidad esta escrita al rededor de ella, exclamando que es el bien más preciado que uno puede tener.

Tantas luchas, tantas reflexiones se han producido. Una más se hace para honrar su nombre. Aquí, sentado bajo un hermoso cielo oscuro, el feliz condenado exclama a los vientos: Libertad, condena y el camino hacia la felicidad. ¿Paradoja?

El feliz condenado se auto proclama como libre, su propio nombre lo enuncia. ¿Es que acaso encontrar la respuesta a una de las mayores interrogantes? ¿Qué dicha le concedieron los dioses a este hombre? Dichoso!

Dime, hombre, ¿Cuál es el secreto? Dilo rápido, que 12000 años de conciencia no pueden seguir esperando más. De sus labios salio la siguiente proclamación:

"Si tenemos alma, no puedo responder, no sé como puede ser posible que interactúen dos seres de tan distinta naturaleza: Lo material y lo espiritual no puede tener comunicación por definición. No conozco la fórmula de un alma libre en un mundo material. Y estoy seguro que no la tendré jamás.

¿Pero porqué tanto problema? ¿Es que acaso hace ya mucho tiempo no fue un hombre en sufrimiento quién exclamo "Muerte no entres en mí hogar, hágase una vida inmortal" postulando así la existencia fantasmagórica? ¿O quizás no fue un ambicioso rey en los albores de la civilización quien pensó que su poder se limitaba si es que se subyugaba a la ley de la tierra, de la luna y por eso dijo que la libertad del hombre estaba en el más allá de la tierra?

¿Secreto? No, no es ningún secreto. La respuesta estaba en nosotros pero no hubo profeta que la pudiera ver. ¿Qué somos? Cuerpo e historia, genes y aprendizaje social. Eso es el hombre, nada más y suficiente con ello.

¿Quién no goza de cadena ni látigo? El que no se encuentre dominado por un amo exterior a sí mismo. No cargar cadenas, significa poder decidir por uno mismo. Eso, amigos míos, es Libertad.

¿Y si decido por mi mismo? Significa que decido por mi cuerpo o genes y por lo aprendido. ¿Puedo decidir de otra manera? No, porque solo eso soy. Entonces, soy libre, porque solo puedo decidir así y es la única forma en que lo hago.

Ahí esta la respuesta tan esperada"

Aveces, las preguntas más complejas, se responden de manera simple.

Y¿ qué pasa cuando tengo un impulso del cuerpo y mi razón trata de detenerlo, pero al final este impulso manda sobre mí? Pues, sigues decidiendo por ti mismo. En uno mismo, hay conflicto de intereses, así es la vida, contradicción en búsqueda de armonía.

Hombre eres libre, estas condenado ha serlo. Sartre, maestro, hoy pronuncio tus enseñanzas: Debemos decidir a cada instante, debemos construir nuestro ser siempre y adquirir la responsabilidad por ello. Es la condena del nuevo Atlas, el hombre: Ya no debe cargar el mundo sino a sí mismo.




domingo, 9 de octubre de 2011

Lo extraño en un mundo no humano.


-Todo lo que no es propiamente uno mismo,  es extraño. Incluso uno mismo, pretendiendo ser 
uno y solo, es extraño, porque su conciencia no parece igual a su cuerpo.

Se vive en un mundo plagado de seres mágicos, extraños, diferentes a uno mismo. Se puede sentir aromas, sabores y colores distintos a los de uno. Resultan extraños para quien vive en el eterno misterio. Para quien no, esa rareza es pasada por alto y solo se dedica a verse a sí mismo. Inclusive, en ese acto de ver el espejo, uno puede percibir minuciosamente que sus extremidades, por más que son extremidades, son diferentes. Esto, para aquel que solo se ve a sí mismo parece cotidiano, simple, normal. Pero para aquel amante de la magia de la existencia le parece un motivo más, de los miles que hay, para dar vuelta tras vuelta e intentar resolver el misterio tras la Diferencia del mundo que sentimos.



Es, pues, así que esos extraños seres se sientan en un roca en las afueras de la ciudad, espacio plagado de normalidad, y mirando las estrellas, viaje en el tiempo, empiezan a pensar:

"¿Lo que miro, según reflexiones anteriores, no es acaso el producto de mi propio ser? ¿No es que acaso soy yo el creador de ese mundo de pasiones e ilusiones que llamamos tierra?"  ¡Oh, hombre-Dios, no hay palabras más sabias que esas!

Pero pobre Dios que en verdad no es omnipresente: es tan solo un simple artesano, el maestro de los artesanos, del cual surgen los demás, pero moldeador al fin y al cabo. Este hábil ser, comprende que para ser más hábil y realizarse siendo, debe comprenderse a sí mismo. Fue así como se llego a la situación de reflexión en las afueras de la ciudad.

"¿Existe esa extrañeza del mundo, de los objetos distintos a mí, en la que lo yo moldeo, condenado a hacerlo? ¿Qué es lo que hace que mi ser arme las estrellas de esa forma y los lagos de otra forma?"

"¿Soy yo mismo, en mis ansias por vivir, quien impregna la extrañeza y la diferencia? ¿O es que lo que tengo que moldear siempre es diferente?"

Se pusieron a pensar sobre esto. Dar una respuesta, significaría romper las cadenas de sus propios ser, para así poder afirmarse como tales. Significaría salir de uno mismo, para volver a sí mismo. Es ya no solo conocer lo que un produce sino también lo que le da contenido a ese producto. Saber algo del territorio y no solo lo que me muestra el mapa que propiamente fabrico para sobrevivir en un territorio que ya no parecería oscuro e incognoscible, lleno de seres que sueño pero que jamás se conocerá, aunque sea de manera indirecta.

"Existen estrellas y árboles o porque lo que es base para mi artesanía es un material para las estrellas y otro para los árboles; o mi propia habilidad los construye así, mediante un proceso que puede ser Cosmos o Caos, este último es Cosmos siendo Caos. Es decir, mi habilidad sería cósmica, habilidad dirigida por un principio legislador".

"Vivimos y para eso debo saber que vivo. Solo sé que nada sé viviendo. Sé. Saber es producir. Puedo conocer de distintas maneras, algunas bellas, otras feas, algunas dulce y otras agrias, pero conozco. Conozco la Diferencia y la extrañeza. Como artesano, también fui hecho mismo polvo, desconocido aún, al cual ordeno y así creo el mundo. Ese polvo son varios y múltiples, polvo-estrella, polvo-agua o es un único polvo, polvo-Uno".

Recuerdo, hombre: polvo eres y polvo serás. Hombre que crea a partir de lo que recibe. Recibe extrañezas o  las produce, pero la extrañeza ya esta impregnada en el polvo. El Polvo es extraño en su multiplicidad.

Así aquellos seres que meditaban mirando a las estrellas, comprendieron que aquel mapa trazado en los cielos, contenía en su propia existencia parte del territorio que buscaban emular para sobrevivir. Eran el territorio guiado por sí mismo, por su propio ser, por su propio Cosmos.¡Oh, dichosos, pudieron salir de sí para conocerse a sí mismos, comprendiendo que la extrañeza del devenir es parte de la extrañeza del existir más allá de si, más allá del ser-humano!

Hombre del misterio, no puede dejar de indagar, para desvelarlo:

Las estrellas, el sol y la luna, es decir, la extrañeza y multiplicidad de mí existir, debe su rareza por aquel caudal que fluye sin cesar, productor del olvido de aquello que ya no-es, o por aquel tablero donde asentamos nuestros pies, que puede o no puede ser diferente lo que habita en él en una distinta casilla; o porque sencillamente el sol es sol y la luna es luna, distintas formas de ser a partir de distintos principios. ¿Podrá aplicarse lo mismo a la existencia más allá de mi?

Ya era muy de noche y decidieron dormir, con la esperanzas de que en sueños, reino de lo fantástico, se pareciera la forma de desvelar el misterio de la rareza.


"Si solo existe lo Uno, no puede existir algo distinto a sí mismo. Pero como existo y existes tú, no existe lo Uno, por más ilusión que seamos, ya que lo Uno no puede imaginarse algo distinto a él".